Economía Hoy

El sector automotriz compensa la caída de la industria petrolera y le da tiempo de recuperarse

25/11/2015 - 8:05 pm

Desde hace más de una década la industria  automotriz y la petrolera parece que tienen un dinamismo de montaña rusa, mientras una está cuesta arriba la otra viene de bajada, pero ambas se sostienen.

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El sector automotriz le inyectará hidrógeno a la industria petrolera de México los próximos 10 años a través del factor tiempo, dice Barclays. Foto: EFE

Por Mayra Martínez Medina 

Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo/EconomíaHoy).– El sector automotriz le inyectará hidrógeno a la industria petrolera de México los próximos 10 años a través del factor tiempo. El objetivo de la industria automotriz es alcanzar una producción de 5 millones de unidades en el año 2020, esto implica que las plantas de producción de las más de 18 marcas instaladas en territorio azteca adicionarán 1.78 millones de unidades a la producción alcanzada en 2014 que se ubicó en 3.21 millones de vehículos.

Esta tendencia ascendente de las armadoras hacia el futuro dará a la industria petrolera el tiempo necesario para madurar los nuevos proyectos de la reforma energética y así recuperar el ritmo de producción y crecimiento que logró hasta antes de 2008, año en que inició el declive de esta industria y que se agudizó este año con la baja del precio del petróleo.

Ambos sectores, el automotriz y el petrolero, detonan un efecto multiplicador ya que están relacionados con otras industrias como la minería, la fabricación de productos metálicos, equipos de transporte y otras manufacturas.

Marco Oviedo, analista en economía para Barclays, explicó a Economíahoy.mx que las finanzas públicas no se han visto afectadas, a pesar de la baja en la producción del crudo desde el 2008 – cuando la plataforma petrolera estuvo por debajo de los 3 millones de barriles hasta llegar al mínimo de 2.26 millones este año– además de la caída en la captación de ingresos derivado de la venta de crudo.

“El panorama está lejos de ser desastroso” debido a que en la actual coyuntura el sector automotriz y la reforma fiscal de 2014 han compensado la declive de la industria petrolera, dijo.

Tal como lo ha expuesto en días pasados el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, el crecimiento del Producto Interno Bruto para los siguientes años debe estar anclado en factores internos como es la producción industrial, de manufacturas y en el consumo interno.

Sin embargo, esta planeación la advirtió la misma Secretaría de Hacienda en su reporte de finanzas públicas del 2000, año en que el PIB creció 7 por ciento -el más alto en 20 años-. Entonces la dependencia mencionó que debe “haber disciplina fiscal y seguir el crecimiento con base en condiciones estructurales de la economía que aumente la planta productiva sólo así se podrá crecer a un ritmo vigoroso y de manera sostenida”.

Contrario a este escenario, la economía del país ha crecido a tasas promedio de 2 por ciento durante los últimos tres años.

Hasta 2014 los ingresos petroleros representaron el 30 por ciento de los recursos del erario público, esta tendencia se revirtió con la caída de producción de crudo y de los precios del petróleo, actualmente los ingresos provenientes de la venta del hidrocarburo representan 19.6 por ciento de los ingresos públicos.

Pese a la desaceleración de la economía y el deterioro de la industria petrolera, la Secretaría de Hacienda logró equilibrar las finanzas públicas con la reforma fiscal que aprobó el Congreso de la Unión en 2013 apoyada por el despegue del sector automotriz, agregó Marco Oviedo.

De acuerdo con el informe de las finanzas públicas del tercer trimestre del año, mientras que los ingresos petroleros cayeron de un 30 a un 19.6 por ciento, la contribución por la recaudación de otros impuestos como el IVA, ISR y IEPS entre 2014 y 2015 creció de 45.6 por ciento a 58.9 por ciento.

Un análisis de Barclays menciona que “gracias a la reforma fiscal de 2013 los ingresos por impuestos son 21 por ciento más altos que los proyectado en el presupuesto”.

Respecto al desempeño del sector de las manufacturas, en el reporte de agosto del Instituto Nacional de Estadística y Geografía se observa que creció un 3.4 por ciento, porcentaje mayor al 1.0 por ciento del mismo mes del año anterior. En este crecimiento incidió el dinamismo en la producción del sector automotriz que en 4 años logró un despunte del 46.9 por ciento; mientras que en 2010 la industria arrojó una producción de 2.19 millones de automóviles, al cierre de 2014 se ubicó en 3.21 millones de vehículos.

CUANDO EL PIB CRECIÓ 7%

La Secretaría de Hacienda en el informe de las finanzas públicas del año 2000 detalló que cuando el Producto Interno Bruto creció 7 por ciento, los sectores productivos, la inversión fija bruta y el consumo privado alcanzaron una expansión de doble dígito.

Ese año la demanda agregada creció 11.4 por ciento, la exportaciones se elevaron en 17.2 por ciento, la inversión fija bruta fue superior en 11.1 por ciento, el consumo privado subió 10.2 por ciento y el desempleo fue el más bajo desde 1985 al ubicarse en 2.21 por ciento.

Pese al panorama que pintaba satisfactorio, los encargados de trazar las políticas públicas del país advirtieron desde entonces señales que alertaban una ligera contracción en la producción industrial afectada por el sector automotriz. En diciembre de hace 15 años la Secretaría de Hacienda anunció una contracción en el sector industrial de 0.5 por ciento “no vista desde 1995”.

Los actuales funcionarios de la Secretaría de Hacienda retomaron las recomendaciones de sus antecesores y decidieron sustentar el crecimiento del PIB en la planta productiva, particularmente en dos industrias que desde hace más de una década son una constante: la automotriz y la petrolera que tal parece tienen un dinamismo de montaña rusa, mientras una está cuesta arriba la otra viene de bajada, pero ambas se sostienen.

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