Dos expresos de Guantánamo en Uruguay ya trabajan y otro espera a su familia

25/11/2015 - 3:40 pm

Montevideo, 25 nov (EFE).- Dos de los seis expresos del penal estadounidense de Guantánamo acogidos por Uruguay en 2014 ya tienen un puesto de trabajo y otro espera la llegada al país de su esposa y tres hijos, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.

Según relató Christian Mirza, quien actúa como intermediario entre el grupo llegado en diciembre de 2014 y las autoridades, los seis “están bien” y desde hace unos meses viven de forma independiente cada uno en un apartamento.

De los seis -cuatro sirios, un tunecino y un palestino- dos ya trabajan -uno enseñando inglés y el otro en una empresa de servicios- y el resto continúa participando en talleres para procurar su inserción en el mercado de trabajo.

Tres de los acogidos se casaron con mujeres uruguayas convertidas al Islam, aunque una de las parejas, que esperaba un hijo, vive separada después de que ella le denunciase a él por amenazas verbales, lo que provocó que se dictase una orden de alejamiento que en octubre la Justicia levantó al considerar que ya cesó el riesgo.

Según Mirza, es el sirio Ahmad Diyab, quien espera la llegada de su familia de Siria, el que “ha sido un poco más reacio” a esta capacitación por su estado de salud, después que durante los años de reclusión en Guantánamo realizase reiteradas huelgas de hambre.

No obstante, fue el único de los seis que no quiso firmar el acuerdo institucional que les brinda vivienda y ayuda económica, que se materializó después de que cuatro de sus compañeros llevaran a cabo una protesta de casi un mes ante la embajada de EE.UU. en Montevideo para reclamar mayores ayudas.

El Gobierno estadounidense no atendió su reclamo, pero el uruguayo trató de institucionalizar su proceso de adaptación e inserción en el país por medio de un convenio con una ONG representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que les brinda apoyo financiero y una vivienda en alquiler a cada uno durante un año, con opción a dos.

El mediador señala que en la medida de que se de su reunificación familiar, el sirio estará más dispuesto a firmar.

De esta forma, con la llegada de su esposa y tres hijos, que ya tramita la Cruz Roja, se le facilitará una vivienda más grande acorde al núcleo familiar y todos tendrán aseguradas las ayudas para su adaptación al país.

De momento, al no haber rubricado el documento, a Diyab solo se le ha facilitado una vivienda, asistencia sanitaria y, según el mediador, también recibe algunas ayudas de carácter privado.

La expectativa, dijo Mirza, es que su familia, a la que el refugiado no ve desde que fue detenido y posteriormente encarcelado, llegue antes de fin de año.

Como el resto de los expresos llegados a Uruguay, Diyab permaneció más de una década en Guantánamo sin que EE.UU. formulara cargos en su contra y fue liberado el pasado diciembre en Montevideo como parte de un acuerdo entre el Gobierno de Barack Obama y el entonces presidente uruguayo, José Mujica (2010-2015).

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