Hambruna golpea a la montaña de Guerrero tras las lluvias de 2013; nadie ayuda y todos roban, dicen

26/01/2014 - 12:05 am
La comunidad de La Pintada, en Guerrero que vivía, principalmente del agro. Foto: Cuartoscuro.
La comunidad de La Pintada, en Guerrero que vivía, principalmente del agro. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- Los damnificados de la Montaña de Guerrero que fueron víctimas de la embestida de los meteoros “Manuel” e “Ingrid” el año pasado tienen hambre, pues aún no ven el apoyo que el gobierno federal les prometió.

“A la cruzada contra el Hambre nomás la vemos en la televisión. Para acá no llega”, dijo Mauro Bruno García, damnificado de la comunidad Acatepec, en la que sucedieron varios deslaves.

Mauro anunció que los pueblos indígenas de 12 municipios que perdieron sus viviendas y cosechas por los desastres naturales, marcharán el próximo 4 de febrero para exigir a las autoridades que les subsidien maíz para sembrar y les cumplan lo que les prometieron: médicos, alimentos y viviendas nuevas.

A finales de octubre del año pasado, alrededor de 40 damnificados viajaron al Distrito Federal, en representación de 100 pueblos arrasados por las lluvias en la Montaña de Guerrero.

Visitaron la Ciudad de México para exigir alimentos y dijeron que si el gobierno no les cumplía, se trasladarían a la capital del país para manifestarse en sus calles.

“No sé cómo le vamos hacer para bajar desde la sierra, porque allá todo está lejos. Lucharemos con el lodo, pero vendremos así tengamos que pasar días caminando”, dijo Mauro en aquella ocasión.

La situación de pobreza llegó al límite y después de la marcha del 4 de febrero en su comunidad, los damnificados de Guerrero se organizarán para bajar desde la sierra a exigir que Rosario Robles Berlanga, la Secretaria de Desarrollo Social, les cumpla con su Cruzada Nacional contra el Hambre.

“Vamos a ir a la Sedesol [Secretaría de Desarrollo Social] a exigirles que nos manden para allá lo que necesitamos para salir adelante. Como puede, la gente está reconstruyendo sus casitas, pero necesitamos subsidios al maíz para salir adelante”, dijo Mauro.

La comunidad de Mauro está a 10 horas de camino en autobús de Acapulco. Para poder bajar se necesitan recursos que la comunidad no tiene, pues vive en la extrema pobreza.

De acuerdo con datos del gobierno estatal, es el penúltimo municipio con menor ingreso per cápita con 14 mil 749 pesos.

“Nosotros para el gobierno no existimos como indígenas. Aquí llegan apoyos y los presidentes municipales nomás benefician a su gente, a ellos les entregan las despensas. Eso no ha cambiado, sigue igual. En el DF nos prometieron muchas cosas, pero no cumplen nada. Estamos olvidados”, dijo Mauro Bruno García, otro de los damnificados.

EL PRD Y EL PRI, LOS BENEFICIADOS

Daminificados denuncian que la ayuda nunca llegó. Foto: Cuartoscuro
Damnificados denuncian que la ayuda nunca llegó. Foto: Cuartoscuro

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), están unidos en la Montaña de Guerrero para obstruir juntos el acceso de los damnificados a las despensas y apoyos que la población de todo el país les envía, denunciaron en octubre los habitantes de las localidades afectadas.

Unas 40 personas representantes de la población, que se quedaron sin vivienda, caminos, cosechas, tierras y animales, denunciaron la indiferencia de los tres órdenes de gobierno y señalaron con nombre y apellido a los políticos y funcionarios públicos que se aprovechan de la desgracia.

La mayoría de ellos perredistas, dijeron, venden, confiscan, reparten a sus conocidos las despensas y amenazan de muerte a la población si se queja. En el municipio de Acatepec, el Presidente Municipal, Juan Paulino Neri, del PRD y el ex Alcalde y ex Diputado local Raymundo Gutiérrez García, también perredista, decomisaron dos mil despensas en un auditorio durante tres semanas, hasta que los damnificados cansados de esperar y con hambre sacaron el alimento a la fuerza.

En ese mismo poblado, los perredistas y los priistas se unieron para amenazar a de muerte a los pobladores, dijeron. El Director de Tránsito, Rafael Fortunacio, del PRD, la regidora priista Anastasia Rodríguez, la mecanógrafa del pueblo, Aida Matus y el Oficial de Registro Civil, Agripino Baigón, mantienen la advertencia a los habitantes de que si hablan, los asesinan.

“Nos tienen amenazados, dicen que nos van a matar si hablamos. Por lo tanto, hacemos responsables a estos funcionarios de cualquier cosa que nos pase”, dijo Mauro Bruno García, damnificado de Acatepec.

Mayrán Yolotl Benjamín Galeana, del municipio de Malinaltepec, denunció que a esa comunidad llegaron 13 mil láminas para las viviendas afectadas por las tormentas y que no fueron entregadas.

El material fue trasladado a una bodega y decomisado por el perredista Humberto Arnoldo Santana, indicó el habitante de la Montaña de Guerrero.

En el municipio de Metlatonoc, el Presidente Municipal, Neptalí Viterbo Hernández Aguilar, del PRD, retuvo los víveres y despensas para venderlas en un tianguis y utilizarlas para su beneficio, dijo Eric Ortiz, uno de los damnificados de esa población.

“He visto toda la vida llegar las despensas y cómo las usan para ellos. El auditorio está lleno de despensas y maíz, el DIF Municipal, la Presidencia Municipal y hasta la casa del Presidente están llenas de alimento”, dijo.

El afectado por los desastres naturales que azotaron al país en septiembre pasado denunció que el perredista y Subsecretario de Asuntos Indígenas del Estado de Guerrero, Felipe Ortiz Montealegre, acudió a su poblado y solicitó a la población copias de credenciales de elector y actas de nacimiento como condición para otorgarles una despensa: ayuda que no llegó.

“Le decimos a Peña Nieto que la ayuda que nos mande, la envíe al pueblo, no a las autoridades, porque no llega”, dijo.

Obdulia Herrera Gálvez, originaria del municipio de Metlatonoc, una mujer indígena, menuda, rompió en llanto cuando tomó el micrófono para hablar sobre la situación de los damnificados en la Montaña de Guerrero.

Primero habló en su lengua y después se propuso dar el mensaje en español.

“Llovió cuatro días el mes de septiembre y hubo desgracias. Murió nuestra familia. Perdimos casas, cultivo de café, de milpa, todo se acabó, ya no hay nada. Necesitamos ayuda. En algunas partes quedó poco, pero en otras perdimos todo; pedimos que nos apoyen, que nos echen la mano, estamos pidiendo que nos abran caminos, que nos apoyen con vivienda, hace falta doctor, nadie nos atendió. Los presidentes municipales no van a las comunidades porque se ensucian, porque estamos atrapados en el cerro que se nos va a caer encima y no tenemos a dónde ir”, dijo.

Hermenegildo Morán Millán, de Malinaltepec, dijo que las viviendas quedaron destruidas y hoy mujeres, niños y ancianos duermen en el lodo, sin que ninguna autoridad se presente a entregar apoyo.

“Duermen en el lodo y ya hay brote de epidemia, no tenemos médicos, queremos doctor, que nos surtan de maíz, frijol, arroz, aceite, medicamentos. Las comunidades tienen interrumpidos los servicios de agua y electricidad”, dijo.

Los damnificados dijeron que las pérdidas ascienden a 100 mil toneladas de café de exportación, que no se recuperarán. Los terrenos para siembra quedaron devastados, la cosecha de maíz, el alimento principal de esas comunidades, se perdió. Más de 50 pueblos fueron desplazados por el desastre natural.

En total murieron 130 personas y quedaron varias viudas sin el sostén de la familia en algunas comunidades.

Mauro Bruno García llamó a las autoridades a informar sobre la magnitud de la devastación de los pueblos de la Montaña e hizo un llamado al Presidente Enrique Peña Nieto a visitar sus comunidades.

“¿Por qué las comunidades de la Montaña no tenemos acceso a los apoyos, por qué a nosotros como indígenas siempre nos discriminan? No tenemos eco, tenemos hambre y queremos decirle a Peña Nieto que vaya municipio por municipio para que constate si hay daño o no”, dijo.

La comisión de damnificados entregó una serie de peticiones en la Secretaría de Gobernación, pero no recibió respuesta.

Hoy la situación sigue igual y la población como puede, sale adelante al día, dijo Mauro Bruno.

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