América Latina ha dado “pasos enormes” en lucha contra tabaquismo

26/02/2015 - 7:07 am

Bogotá, 26 feb (EFE).- América Latina ha dado “pasos enormes” en materia de ambientes libres de humo y advertencias sanitarias y avanzado en la prohibición de la publicidad del cigarrillo, pero todavía las cifras vinculadas al tabaquismo son “preocupantes”.

Así lo dijo hoy a Efe el colombiano Yul Francisco Dorado, director regional de la Corporate Accountability International (CAI), una ONG que desde hace 35 años desafía “las acciones irresponsables de las grandes corporaciones”.

El mayor logro del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) es “que hoy sabemos que hacer para atacar el tabaquismo”, dijo Dorado en una entrevista con motivo del décimo aniversario de ese instrumento, que se cumple este viernes.

El director para América Latina de CAI no duda en calificar de “epidemia” al tabaquismo y responsabiliza a las compañías tabacaleras de las muertes y otros daños que causa.

“Hablamos de una epidemia que mata una persona cada 6 segundos en cualquier lugar del mundo, para sumar más de 6 millones de personas al año, muertes que son de responsabilidad de la industria tabacalera que ha normalizado durante más de 100 años el consumo de cigarrillo, al vender un producto que produce discapacidad, enfermedad y muerte”, señala.

En América Latina, según las cifras de la ONG, 1.039 personas mueren al día a causa del tabaquismo y suman aproximadamente 33.000 millones de dólares los costos anuales de tratar los problemas de salud provocados por la adicción a la nicotina y la exposición al humo del cigarrillo.

Los desafíos son todavía enormes para lograr, por ejemplo, incrementos efectivos en el impuesto al consumo de cigarrillo, más y mejores programas para dejar de fumar y campañas de promoción del control del tabaco, que hacen parte de la propuesta de política integral del Convenio Marco, señala.

Entre las “buenas noticias” en la lucha contra el tabaco en América Latina, Dorado menciona a Uruguay y Panamá, que “tienen un liderazgo mundial, con disminuciones importantes de prevalencia (del tabaquismo) como consecuencia de una eficaz implementación de una política integral y acciones de vigilancia a la industria tabacalera”.

“Chile, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Colombia y Brasil fortalecen sus legislaciones de control del tabaco en favor de los derechos a la vida y salud”, agrega.

Comparativamente con otras zonas del mundo, el continente americano, incluyendo EE.UU. y Canadá, ha avanzado más, según Dorado.

“Por ejemplo, a nivel global el 16 % de la población (mundial) acredita protecciones contra la exposición del humo, mientras en América esta protección llega al 46 %”, señala.

En cuanto a la política de advertencias sanitarias sobre riesgos y daños asociados al consumo de cigarrillo, a nivel global el 14 % de la población se beneficia de algún tipo de regulación e información, pero en América esta protección sube al 53 %.

Lo mismo ocurre con las prohibiciones a la publicidad y promoción del cigarrillo: a nivel global solo el 10 % de la población se beneficia de esta medida, mientras que en América es el 26 %.

Respecto a Uruguay, el primer país del mundo demandado por una tabacalera por sus políticas anti-tabaco, Dorado dijo que en esa nación suramericana ve lo que falta en otras: “voluntad y compromiso de hacer realidad las políticas integrales del Convenio Marco”.

Para el director del CAI, el hecho de que Uruguay haya logrado disminuir un 25 % la prevalencia de tabaquismo en 10 años es “todo un éxito” y también es de destacar la “inquebrantable decisión” de las autoridades de ese país de confrontar a la industria tabacalera con argumentos técnicos y jurídicos de salud pública.

Dorado destacó que con el CMCT el mundo reconoció por primera vez que el tabaquismo es un problema que requiere la participación de todos los países en la construcción de una política pública integral global.

“Los compromisos de los 180 países que lo han ratificado, entre ellos 30 de América Latina, están orientados a lograr la meta de reducir un 25 % las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en 2025, incluyendo una reducción del 30 % en la prevalencia de tabaquismo”.

Después de diez años se necesita “más y mejor voluntad política de los gobiernos para implementar y cumplir los mandatos integrales del Convenio Marco”, pero también es preciso un “empoderamiento ciudadano” para ejercer más control social sobre el cumplimiento, concluyó. EFE

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