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María Guadalupe, de 12 años, desaparece en una de las comunidades más marginadas de Culiacán

26/02/2018 - 11:43 am

El señor Ramón Hernández, su padrastro, dice que tras buscarla decidieron llamar al 911, la línea de emergencias. Le prometieron que llegaría una patrulla de inmediato, pero ocurrió después de media hora que se hizo la llamada. El oficial en turno tomó datos, preguntó por sus características físicas y comenzó a patrullar por la zona sin tener éxito alguno.

Por Marcos Vizcarra

Culiacán/Ciudad de México, 26 de febrero (Noroeste/SinEmbargo).- María Guadalupe Briones Espinoza tiene 12 años y está desaparecida.

Ella es la mayor de sus hermanos y normalmente es quien cuida de ellos. Sin embargo, desde el 18 de febrero nadie sabe nada de ella, sólo que estaba junto a las vías del tren, frente a su casa, y de pronto desapareció.

Eso ocurrió en la colonia Palmito Viejo; en un lugar de contrastes: es una colonia ubicada como sector de pobreza extrema, donde hay casas de lámina y cartón y otras más en un proceso inconcluso de construcción. Frente a ese lugar está el campo de golf más importante de la capital del Estado, donde se puede ingresar sólo si se paga una membresía que podría costar lo mismo que una barda de concreto para las casas de Palmito Viejo.

María Guadalupe se perdió ahí. Ella cuidaba de uno de sus hermanos, junto a la vía del tren.

Pasadas las 20:00 horas sus padres preguntaron por ella, pero su hermano no supo dar mayor detalle. Ellos salieron de su casa y comenzaron a buscarla, pero sólo encontraron un suéter en un terreno baldío que está a un lado.

El señor Ramón Hernández, su padrastro, dice que tras buscarla decidieron llamar al 911, la línea de emergencias. Le prometieron que llegaría una patrulla de inmediato, pero ocurrió después de media hora que se hizo la llamada.

María Guadalupe cuidaba de uno de sus hermanos, junto a la vía del tren. Foto: Noroeste

El oficial en turno tomó datos, preguntó por sus características físicas y comenzó a patrullar por la zona sin tener éxito alguno.

La mañana siguiente, sin noticias y sin patrulla que diera más “rondines”, los padres de María Guadalupe acudieron a la agencia del Ministerio Público. De nueva cuenta se tomaron datos y les pidieron fotografías. Ellos pensaron que se realizaría una ficha de búsqueda de forma inmediata.

En la agencia del Ministerio Público se les dijo que un investigador especializado iría a verlos, platicaría con ellos y estaría a cargo de una búsqueda exhaustiva.

Eso sucedió, pero 24 horas después, luego de que el señor Ramón se comunicara para preguntar en qué momento iniciaría el trámite.

El investigador se acercó y les pidió más información, datos que pudieran revelar algún detalle importante. Los padres de María Guadalupe se sintieron comprendidos, escuchados. El investigador les dio suficiente confianza.

La investigación se trasladó a la casa de uno de los cuñados del señor Ramón y la señora Agustina Espinoza, madre de María Guadalupe.

“Nosotros pensamos que ahí pudiera estar, porque tenemos unos problemas con ellos y por venganza pudieron hacerlo, pero cuando fuimos con el investigador nos dejaron entrar en los cuartitos que tienen y no encontramos nada”, dice la señora Agustina.

Datos de la Fiscalía General de Sinaloa establecen que sólo durante 2017 se reportaron 73 casos de niños y niñas menores de 15 años que desaparecieron.

Las carpetas de investigación se mantienen abiertas en las tres agencias especializadas en casos de desaparición de personas.

Los padres salieron de su casa y comenzaron a buscarla. Foto: Noroeste

Ahora se suma el caso de María Guadalupe, y sus padres, después de haber conocido al investigador y pensar que el caso podía resolverse pronto, ellos creen que eso podrá tardar.

“La búsqueda empezó el martes porque nosotros fuimos a preguntar y luego luego hicieron una ficha con su foto. Esa la repartimos en redes sociales con los vecinos, los amigos y con los maestros de la escuela, ellos la tienen en sus Facebook”, asegura el señor Ramón.

“Pero el investigador sólo sacó la ficha, se puso a buscar unos días, fuimos con el cuñado de mi esposa y ya no sabemos nada de él, sólo le hablamos y nos dice que están trabajando en eso”, expresa.

Los padres de María Guadalupe comenzaron a hacer búsquedas siguiendo las vías del tren, entre las bodegas y casas abandonadas.

“Mire oiga, mejor nuestros vecinos vienen con nosotros a buscarla porque están preocupados”, señaló la señora Agustina.

Ya pasó una semana de la desaparición de María Guadalupe, pero no hay más información de ella. Sus padres llamaron a un plantón este lunes por la mañana en la Fiscalía General, porque quieren respuestas, quieren encontrar a su hija viva y que no quede en un caso más de las estadísticas.

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