“Perseguir demasiado la seguridad no es bueno”, dice el psicólogo Rafael Santandreu

26/03/2013 - 12:30 am
Foto: EFE
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Ciudad de México, 26 mar (SinEmbargo).- “La vida y el universo no son muy estables y, por otro lado, tampoco necesitamos tanta seguridad. La estabilidad, en la búsqueda de una fortaleza emocional, resulta una ficción. Siempre digo que la seguridad es como un chocolate: en dosis pequeñas, está bien, en dosis grandes es contraproducente”, afirma el autor de El arte de no amargarse la vida (Oniro).

Se trata del joven psicólogo cognitivo Rafael Santandreu, nacido en Barcelona hace 42 años, para el que las claves del cambio psicológico y la transformación personal, se encuentran en la posibilidad de aprender a pensar de una forma más eficaz.

“La principal distorsión cognitiva consiste en tomarse todo a la tremenda y anticipar desgracias”, afirma el psicólogo, cuyo libro ha llegado en España, a la décima edición, con una venta de 50 mil ejemplares en 5 meses.

El autor está convencido de que las personas adquirimos miedos por vivir de una forma “contra natural”.

“Si nosotros, como los indios americanos o del Amazonas, nos sintonizamos con la naturaleza a la que pertenecemos, perdemos todos los miedos. Viniendo desde Madrid a ciudad de México, coincidí con una chica que tenía miedo a volar. Mi consejo fue: cada vez que tomes un avión, di esto: si me muero, me muero”, explica Santandreu.

“La muerte es natural, normal. Pensar que te puedes morir en cualquier circunstancia, es pensar en forma natural y eso, sin dudas, elimina los miedos”, agrega.

Pensar o vivir en forma artificial, según el profesional, genera un sinfín de miedos que nos impide existir con plenitud.

­– ¿Qué significa vivir antinaturalmente?

Significa crear universos mentales, irreales y emperrarse con la que la realidad debe ser así. Por ejemplo, pensar que todo el mundo me debería tratar bien todo el tiempo. Hombre, sería muy bonito vivir en un sitio donde todos son amables, pero es absurdo. ¿Y sabes qué creo?, que ni siquiera sería tan bonito. Las cosas son como son y está bien que sean así. El sustrato de todas las neurosis es usar mal la fantasía. Crear ficciones y luego creer en ellas.

¿La amargura puede ser un rasgo del carácter?

–  Sí, hay cierta genética del carácter que nos hace más proclives a amargarnos la vida, pero eso se puede modelar con un esfuerzo intenso, es verdad y sobre todo decidido. Siempre digo que es como aprender un idioma: hay que ir a clases, hacer deberes cada día y perseverar mucho. Haz de revisar tu diálogo interno. Hay que ser, además, muchísimo menos exigente con uno mismo y con los otros.

– Hay quienes quieren cambiar, pero vuelven a los viejos errores…

Diría que esa persona lo intentó mal y que no tenía una buena guía. Vale la pena hacerlo, porque siempre hay años preciosos por vivir. Tengo pacientes de más de 70 años. Por ejemplo, ¿por qué una persona de 70 años no puede aprender inglés?, si se disfruta un montón aprendiendo un idioma. Hay que quitarse la idea de que la edad limita. Uno de mis referentes en el libro es Stephen Hawking. Él dice, por ejemplo, que quejarse es una forma inútil de perder el tiempo. “Siempre hay salida de cualquier agujero negro, pues no hay mayor agujero negro que aquel en el que me encuentro y sin embargo soy feliz”, es lo que dice.

–      ¿Qué lugar ocupa el humor en el intento de no amargarse la vida?

–      Es una herramienta muy buena, pues es un gran “desterribilizador”. No sirve de nada exagerar la realidad porque eso agranda la adversidad.

CUIDARSE DE LOS LIBROS DE AUTOAYUDA

El autor concede  que el auge de los libros de autoayuda está enraizado en la necesidad que tiene el ciudadano moderno de encontrar respuestas a muchos de sus padecimientos neuróticos, aunque no es muy adepto a ellos.

– Los libros de autoayuda están muy desprestigiados; sin embargo, se venden cada día más…

– Eso se debe a que cada día estamos más neuróticos y la gente tiene hambre de guías. Tengo que decir que, en general, no me gustan los libros de autoayuda. Me parecen, en un 99 por ciento, colecciones de palabras bonitas. No son efectivos en absoluto e incluso algunos, resultan contraproducentes.

Foto: Especial
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– ¿Por qué?

Porque sostienen principios que pueden causar más malestar. Por caso, un libro muy vendido como El secreto, de Rhonda Byrne, que te recomienda que desees mucho las cosas, pues eso, de alguna manera mágica e inexplicable, te hará conseguirlas. Nosotros, los psicólogos, sabemos que eso es mentira. Incluso, hasta malo. Hay que desear las cosas con moderación, porque de otro modo te obsesionas y te haces un desgraciado si no las consigues. Y si las consigues, también, porque las cosas obtenidas te van a defraudar, nunca van a estar a la altura de ese gran deseo que las estimuló. Muchos libros de autoayuda no están basados en investigaciones reales.

– ¿Qué es la psicología cognitiva?

Una ciencia para la que existen más de 2000 estudios publicados en revistas científicas que avalan su eficacia. En mi caso y en España, estoy muy cerca de pensadores y divulgadores como Mario Alonso Puig y Enrique Rojas. Realmente, la psicología cognitiva está teniendo un gran auge, gracias a que funciona.

–      ¿La psicología cognitiva tiene algunos puntos de contacto con la Gestalt?

–      – Sí, algunos. La mayor coincidencia es que ambas combaten la súper exigencia. La Gestalt le da voz al niño interior, que no es tan exigente. Ese es un punto que también defendemos nosotros. Ahogar esa voz que nos dice: – Tengo que ser esto, debo ser lo otro.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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