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La crisis del agua en México es por la contaminación y los negocios, alerta ONGs

26/03/2017 - 8:29 pm

Organizaciones coincidieron en que el agua es una problemática que debe ser atendida a fondo por el Gobierno de México. Destacaron que existen regiones del país, las más pobres, donde el vital líquido no llega a los hogares y cuando lo hace está contaminado. Criticaron la falta de interés por parte de las autoridades para imponer un orden que prevenga la contaminación, a la cual denominaron como una “situación de impunidad hídrico ambiental”. Denunciaron que el agua es usada como mercancía, a pesar de ser un derecho: “Tenemos en la Ciudad de México las dos (empresas) más grandes del mundo, Veolia y Suez, nacieron en Francia, fueron corridos de ese país por desvíos de recursos, por incumplimiento de concesiones, pero aquí están expandiendo sus operaciones”.

Por Gabriela Soto

Ciudad de México, 26 de marzo (SinEmbargo/Noroeste).- El agua en México no sólo enfrenta la amenaza del cambio climático, que producirá sequías más agudas, también la contaminación del vital líquido, falta de acceso y su comercialización, concluyeron organizaciones como Agua para Todos, red nacional que promueve la Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas.

“Tenemos una serie de crisis del agua”, expuso Elena Burns, integrante dela organización. “Estas crisis son la contaminación, acaparamiento, falta de acceso, el empleo intensivo energético para el manejo del agua, y luego, la generación de energía a través de métodos que requieren enormes cantidades de agua, la falta de planeación. Todo esto es resultado de un mal modelo de manejo, y es un modelo de manejo en donde la población estamos excluidos de cualquier consideración”.

Sandra Guido, maestra en Ecología Marina y Directora Ejecutiva de Conselva, Costas y Comunidades, consideró que el presente del agua es complejo y su futuro se perfila desesperanzador. A este diagnóstico negativo se suma otro problema: el agua como mercancía de venta, acusó Elena Burns, integrante de Agua para Todos, red nacional que promueve la Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas.

Esta es la actual evaluación realizada en el marco del Día Mundial del Agua, el cual se creó a raíz de una recomendación de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo de la Convención de Río de Janeiro celebrada en 1992.

Este año los esfuerzos intentan concientizar y encaminar la reutilización de las aguas residuales, según difunde el sitio de la ONU.

Mientras que el mundo emprende esfuerzos para su cuidado, en México se desperdicia y privatiza, pese a que es un derecho humano consagrado en el Artículo 4 de la Constitución, del que se desprende la Ley General de Aguas.

LA MERCANCÍA

Burns, quien también es coordinadora de Planeación del Centro para la Sustentabilidad del CENTLI de la Universidad Autónoma Metropolitana y coordinó el proceso de redacción de la Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas, afirmó que el agua en México es un negocio, y bastante redituable.

Explicó que este líquido es utilizado en diversos sectores, como en la agricultura, en la cual es necesario para la producción de alimentos. Mientras que en la industria, se ocupa en sectores pesados como los energéticos y la minería, además, es la justificación para edificar obras “faraónicas”.

“El agua llega a ser un negocio. Llega a ser un recurso muy apreciado, de ahí cantidades de intereses sobre este recurso que existen en la minería, en las empresas energéticas, las propias transnacionales del agua”, señaló.

La fórmula del lucro radica en poseer un recurso que es patrimonio de la nación.

“El agro utiliza el 77 por ciento, y que hay en Sinaloa, de las aguas nacionales concesionadas. Ahí quien tiene acceso al agua va a ser quien va a poder producir. Si vemos a nivel nacional, se está produciendo bajo condiciones determinadas por entidades externas del País, bajo contrato; entonces, el agua está manejada por productores bajo contrato que dicen ‘vamos a usar estos plaguicidas, vas a sembrar esto, lo vas a exportar'”, detalló.

Burns criticó la falta de interés por parte de las autoridades para imponer un orden que prevenga la contaminación del vital líquido, a la cual denominó como una “situación de impunidad hídrico ambiental”, y mencionó el uso de los plaguicidas como ejemplo de la misma.

Otro negocio, expuso, es el control de las concesiones de los sistemas de agua potable y saneamiento, “Tenemos en la Ciudad de México las dos (empresas) más grandes del mundo, Veolia y Suez, nacieron en Francia, fueron corridos de Francia por desvíos de recursos, por incumplimiento de concesiones, pero aquí están en la Ciudad de México, en Saltillo, en Quintana Roo, están expandiendo sus operaciones en Aguascalientes”, señaló.

Burns criticó la falta de interés por parte de las autoridades para imponer un orden que prevenga la contaminación del vital líquido. Foto: Noroeste

“Y están allí para ver cómo pueden hacer dinero para sus accionistas a través del manejo de este recurso tan vital. Entonces, venden más agua para quienes pueden pagar más y también mientras más agua pueden extraer de los acuíferos, mejor; entre más zapatos vendes, mejor, y no importa si agotas los acuíferos o las cuencas. Realmente el manejo del agua no es compatible con una empresa con fines de lucro”, denunció.

Alianza Ambientalista Sinaloense a través de un comunicado también evidenció algo al respecto, pues aseguró que “La Ley General de Aguas está detenida, pero tiene una tendencia a comercializar el agua”, lo cual coincide con lo expuesto por Burns.

“La Ley de Aguas Nacionales fue aprobada como condición para poder entrar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Estableció una autoridad del agua, la Comisión Nacional del Agua, que maneja las aguas nacionales a través de concesiones que son objeto de compra y venta, o sea, que ya convierte el agua en una mercancía”, continuó la activista, “Y hay especulación, hay todo tipo de dinámica destructiva a través de la compra y venta de estas concesiones, y por supuesto, estas concesiones terminan en manos de los que tienen más poder económico”.

Evidenció que este esquema es replicado por gobernantes locales, “los que controlan a nivel estatal, los gobernadores, las comisiones estatales del agua, tienen el control sobre los recursos federales asignados a los estados y allí es donde estamos viendo en los últimos años una multiplicidad de obras faraónicas por parte de los gobernadores; transvases, obras extremadamente caras que se están construyendo bajo asociaciones públicas y privadas..”.

“Como una tarjeta de crédito: compre ahora, pague después. Y con todos sus intereses y las utilidades ya garantizadas para este sinfín de obras que son elefantes blancos, que son mucho más costosos que las alternativas…”, dijo.

Burns manifestó que es el momento para “desprivatizar y despolitizar” las de decisiones sobre la utilización de recursos públicos para el agua, ya que, señaló, existe un “beneficio mutuo entre las empresas y los políticos”, ya que éstos últimos generalmente siempre acumulan muchas deudas derivadas de sus actos de campaña, y para negocian con el agua.

LA AMENAZA

Por su parte, Sandra Guido pronosticó que el cambio del clima polariza el agua, hay exceso o hay escasez, “Como efecto del cambio climático, esperamos las dos cosas: por un lado, sequías más pronunciadas. En los próximos 15 años, y con más razón en los próximos 50 (años), cada vez más se va a incrementar la temperatura y se va a reducir la precipitación, lo cual nos va a poner en una situación sumamente complicada”.

Aseguró que es un “escenario complicado, complejo para Sinaloa”, ya que la totalidad de la economía del estado depende de la disponibilidad de este recurso natural.

En este momento, explicó, el sector agrícola utiliza el 94 por ciento del agua de los ríos que existen en la entidad, lo que se significa que sólo un 6 por ciento se destina al crecimiento estatal.

Advirtió que se estima que la temperatura incremente de dos a tres grados centígrados en Sinaloa, lo cual originaría una ola de nuevas plagas, “algunos cultivos no toleran esas nuevas temperaturas, por lo tanto se va a requerir cambios en el patrón de cultivos y también tiene que ver con que el agua de las presas se va a evaporar. Y si vamos a tener menos lluvia, sí vamos a tener problemas”.

REVERTIR EL ESCENARIO

Las especialistas Sandra Guido y Elena Burns comparten, por separado, propuestas que podrían ayudar a revertir el escenario de crisis que enfrenta el agua.

El proyecto de emergencia que propone Guido, con resultados visibles a un plazo de 10 años,  comprende recuperar la salud de las cuencas mediante la reforestación, obras de restauración y conservación de suelos, por lo que, sugirió, “Más vale que empecemos desde ahorita”.

Además, el plan, sugiere cuidar el agua de las presas y reducir el consumo por los sectores productivos y poblacional; evitar su contaminación y trabajar la agenda común a favor del líquido.

“Ya hay presas que están contaminadas, industrias tóxicas que se están asentando en la cuenca alta… Debemos de establecer mecanismos para prevenir y vigilar que no se contamine el agua porque es todo lo que tenemos”, subraya.

En tanto Burns considera que la iniciativa de reforma a la Ley General de Aguas derrumbará el control que ejercen los políticos y gobernantes sobre el agua, ya que pretende incluir a los ciudadanos y especialistas técnicos en los organismos gubernamentales, así como elaborar programas para el acceso equitativo y sustentable del líquido.

“Así, con planes a corto y largo plazo amarrados, llega un nuevo funcionario y ejecuta el plan; no llega para ver qué se le ocurre o qué empresa transnacional con un proyecto inadecuado le pesca. Entonces, necesitamos planeación democrática con un fuerte respaldo técnico y social”, con el fin, concluyó de “poner fin a estos arreglos oscuros”.

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