Aquarius o el reino de Sonia Braga

26/03/2017 - 12:02 am
Aquarius alcanzó también notoriedad política durante su paso en Cannes, en mayo del 2016, cuando el director, el elenco y parte del equipo de producción protestaron contra la destitución de la Presidenta de Brasil Foto: Especial

En Aquarius (2016), entramos a los dominios de Sonia Braga. La legendaria diva del cine brasileño inunda la pantalla con su señorío y belleza. Con esa fuerza presencial que poseen contadas féminas del cine, aquéllas a las que el tiempo les hace lo que el viento a Juárez. Sensual se desliza por la pantalla, se baña en el mar, se suelta el largo cabello, baila con gozo a solas, explora sus territorios más íntimos con el recuerdo.

Braga da aliento a Doña Clara, una viuda de 65 años que se resiste a abandonar su paraíso personal, un acogedor departamento con vista a la playa en Recife, ante el acoso de un monstruo inmobiliario que se ha apoderado del resto del longevo edificio Aquarius, con el fin de construir una torre turística, otra más de las que abundan en el lugar. Bajo esta premisa, el segundo largometraje escrito y dirigido por el otrora crítico de cine, Kleber Mendonça Filho (Sonidos vecinos, 2012), abre un abanico de temas más allá del acento de la degradación política y social, insertados a medida en el contexto brasileño actual.

Aquarius se centra en la esencia de las cosas, el espíritu sobre el cuerpo, la integridad por encima de la corrupción. Los objetos que son más que piezas de uso para tornarse en depositarios de dulces recuerdos: sea el pasaje erótico vivido en la cómoda que ornamenta la sala, el automóvil como el compañero infaltable en la fotografía o el mismo apartamento de Clara en donde se albergan décadas de vida familiar. Esa misma esencia que es devastada por el cambio y la voracidad de capital, la amenaza a su vivienda simboliza la degradación del patrimonio urbano brasileño (y mundial). Un viejo cine convertido en una vulgar mueblería, los inmuebles despojados de su memoria. No es una película que defienda la frase “Cualquier tiempo pasado fue mejor”; más bien, enfatiza la manera en que se despersonaliza a lo que nos rodea y le es arrebatada su carga sentimental.

En una escena, mientras es entrevistada para un diario por su perfil de crítica musical, Clara saca con devoción un disco de vinilo de Double Fantasy de John Lennon, adquirido en una tienda de segunda mano, para contar la anécdota de un misterioso escrito encontrado en él. La reportera pasa por alto el relato y sólo le interesa saber si a Clara le gusta o no el actual formato MP3.

Desde un inicio el filme invita a la nostalgia con un despliegue de fotografías en blanco y negro de la playa Boa Viagem, en Recife, tomadas décadas atrás. Asistimos a una fiesta familiar y a la historia personal de Clara. Con naturalidad -envidiable para un director con más tablas-, Kleber Mendonça nos adentra en la cotidianidad de la protagonista: las conversaciones con sus hijos, el cuidado de los nietos, los paseos por la costera; en tanto, se teje un ambiente de tensión ante la creciente invasión y hostigamiento del emporio inmobiliario.

Sonia Braga, con ese mismo magnetismo desplegado en Doña Flor y sus dos maridos (Barreto, 1976), El beso de la mujer araña (Babenco, 1985) y Luna sobre Parador (Mazursky,1988) construye una heroína otoñal, firme y serena, sobreviviente del pasado y otras batallas. De la viudez, por la que vive en solitario. Del cáncer de seno y los desaires masculinos por la cicatriz de una mastectomía. Ahora, se prepara para contender por su hogar cargado de recuerdos. A esa remembranza se suma la memoria musical: Queen, Gilberto Gil, Reginaldo Rossi, Roberto Carlos, que dan nota al pasado de Doña Clara quien es, en esencia, Sonia Braga.

Nominada a Mejor Película Extranjera en los Premios César 2016 y galardonada con el Premio del Público y la presea a la Mejor Actriz en el Festival de Mar del Plata 2016, Aquarius alcanzó también notoriedad política durante su paso en Cannes, en mayo del 2016, cuando el director, el elenco y parte del equipo de producción protestaron contra la destitución de la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Y ahí se esfumó su oportunidad de ir a los premios Oscar. Aquarius se ha estrenado esta semana en la cartelera comercial y en Cineteca Nacional.

Rosalina Piñera
Periodista egresada de la UNAM. En su pesquisa sobre el cine ha recorrido radio, televisión y publicaciones como El Universal. Fue titular del programa Música de fondo en Código DF Radio y, actualmente, conduce Cine Congreso en el Canal del Congreso.
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