Ciudad de México, 26 de abril (SinEmbargo).- El ideal de belleza ha sido variable desde los inicios de la humanidad. La tecnología sólo ha contribuido para que esta sea aún más inestable, aunque hay quien afirma que los cánones clásicos son a prueba de modas y del tiempo mismo.
Sin embargo, la tendencia a modificar el propio cuerpo ha dejado de ser una mera moda y ahora es un recurso habitual en muchos sectores y personas, de modo que pasar por el quirófano y ser sometido al bisturí se ha convertido en una operación rutinaria.
La serie fotográfica de Phillip Toledano titulada “A New Kind of Beauty” (Un nuevo tipo de belleza) hace referencia a esta obsesión que algunas personas desarrollan hacia las cirugías estéticas en su afán por verse más “bellas”.
Con un formato tradicional que recuerda a los retratos clásicos, Toledano coloca frente a su lente a personas que han pasado por radicales cirugías plásticas reconstructivas y los resultados que se aprecian en las imágenes llegan a ser pertubadores.
“Creo que en 50 o 100 años la humanidad no se verá como lo hace ahora debido a la tecnología. Seremos capaces de redefinir lo que implica verse como humano y creo que estas personas son la vanguardia de este tipo de evolución”, dice el fotógrafo sobre sus modelos.
La evolución de esta serie ha sido azarosa y ha evolucionado tanto en las redes sociales como de boca en boca. Durante una sesión que involucraba a un hombre que había sido sometido a múltiples procedimientos quirúrgicos, Toledano entabló amistad con el asistente de prensa de su cliente.
Por medio de esta amistad en Facebook, el artista dio con Allanah una mujer transgénero que también compartía en su historial un amplio recorrido por quirófanos. Toledano la fotografió y ella se encargó de dar a conocer el proyecto a otras personas, lo que a la larga se convirtió en un amplia red de amistades que se interesaron en este tipo de sesiones.
Esta serie de rostros y cuerpos exponen las modificaciones corporales de una manera fría. La similitud de las expresiones y las facciones mismas provoca la ilusión de que se tratase de la misma persona que es fotografiada una y otra vez en diferentes poses. Sin embargo, es el resultado de transformaciones voluntarias persiguiendo un ideal de belleza.
