Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).– Andrés Granier salió de la PGR sentado en la parte trasera de una camioneta tipo Suburban que lo trasladó al Reclusorio Oriente, donde hasta 40 reos duermen en cunclillas en una misma celda por la sobrepoblación carcelaria. Hace dos semanas el ex Gobernador vivía en el idílico Miami Beach, pero anoche las rodillas pegadas, las manos metidas entre las piernas y la espalda encorvada lo hacían ver un hombre derrotado.

La juez cuarto de Distrito del Reclusorio Oriente, Taissia Cruz Parcero, se quedó con el caso del químico acusado de lavado de dinero y defraudación fiscal por mil 900 millones de pesos de la Federación que el ex Gobernador habría desviado a sus cuentas, en vez de proveerlos a las familias que se quedaron sin casa y en la miseria por las inundaciones en Tabasco, así como a otros programas para abatir la pobreza.

Por la tarde del martes, médicos del Hospital Ángeles del Pedregal y el abogado del ex mandatario fueron sorprendidos cuando un comando de agentes federales entró al área de convalecencias para capturarlo y llevárselo a la sede de la Procuraduría en Azcapotzalco para que un médico de la institución valorara su estado de salud.

–De una manera aberrante fue trasladado sin un médico que lo revisara saliendo de este hospital con una enfermedad coronaria –dijo el abogado Eduardo Luengo, el mismo que acompañó a su cliente a internarse hace once noches evitando así la captura de Granier.

Al término del almuerzo de ayer, Luengo estaba confiado con que un juez de Tabasco se trasladaría hasta el hospital a tomarle la declaración a “El químico”, como se conoce al ex Gobernador, por el delito de lavado de dinero. Parecía que tenía todo preparado para afrontar y desvanecer la acción judicial.

Pero como pocas veces y de una manera espectacular, la Policía Ministerial burló el método de la defensoría: solicitó el diagnóstico del paciente al Hospital Ángeles y los médicos tuvieron que dar a conocer que Andrés Granier estaba dado de alta.

Como parte de una acción conjunta, el juez cuarto  de Tabasco pidió a su correligionaria Taissia Cruz que asumiera la investigación y para asegurar que el acusado evadiera la captura el Ministerio Público promovió otra orden, ahora por defraudación fiscal, con el propósito de mandarlo derechito al reclusorio.

MÁS SOLO QUE NUNCA

En las últimas semanas han pasado tantas cosas que el Ministerio Público supone que sí se enriqueció a costa del presupuesto. De otra manera, ni el mismo Granier ha podido explicar cómo es que sus hijos y él tienen cuentas bancarias por más de 50 millones de pesos a su nombre,  por qué tiene propiedades aquí y allá valuadas en más de 26 millones de pesos.

También cayó su ex Secretario de Finanzas, luego de que la policía halló 88 millones de pesos en efectivo en una de sus casa. Saiz Pineda, quien tenía un Ferrari valuado en más de cuatro millones y medio de pesos, fue detenido en Reynosa, Tamaulipas, cuando pretendía huir hacía los Estados Unidos. Por si fuera poco, Granier también fue pillado en una grabación presumiendo en una borrachera contar con mil camisas, 400 pantalones, 300 trajes y 400 pares de zapatos repartidas en sus residencia de Miami, Cancún, Distrito Federal y Villahermosa.

Por eso anoche “El químico” entró, primero, cerca de las 19:30 horas de a la Suprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Delegación del DF, donde fue sometido a un chequeó médico oficial para constatar su buen estado de salud. Era la primera vez que Granier estaba más sólo que nunca.

Todavía, para hacer más grande su tragedia, el jefe nacional del PRI, César Camacho Quiroz, volvió a esas horas a deslindarse del ex Gobernador de su partido mientras acudía a un evento en la Lotería Nacional.

–Don Andrés Granier, ya está en la PGR. ¿Qué comentario tiene?

–Que como a cualquier persona que tenga un juicio justo, que tenga oportunidad de presentar argumentos y pruebas como tendrá quién lo está investigado.

–¿No ha solicitado ningún apoyo del PRI, ni nada?

–No, yo creo que no es un asunto político, es un asunto penal y como tal debe verse exento de sesgos o derivaciones partidarias.

Luego, casi cerca de las once de la noche al abandonar el lugar, además de la posición que el químico llevaba, se pudo ver su cabello casi blanco como la nieve y los pliegues en el rostro profundamente marcados. Por sus ojos se podía ver que debe estar pasando uno de los momentos más difíciles de sus días.

Es la primera vez que está en la ciudad de México sin su séquito de hombres que le cargaban el portafolio, que le ayudaban a quitarse el saco o le abrían la puerta del carro. En vez de eso, cerca de la media noche hombres con armas largas le abrían las puertas del reclusorio.

“Granier fue ingresado al Reclusorio Oriente de la Ciudad de México en cumplimiento a las órdenes de aprehensión giradas en su contra por el juez cuarto de distrito en el estado de Tabasco por la probable comisión de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal”, señaló poco más tarde la PGR en un comunicado.

Pasará la noche no en una celda hacinada sino en un área de observación mientras se define su situación jurídica al término de 72 horas.

El químico deberá aclarar su riqueza inexplicable, la de sus hijos, así cómo el destino de los recursos destinados por la federación para atender las desgracias en Tabasco y la pobreza que alarmó en Tabasco desde a mitad de su sexenio, cuando las madres que llevaban enfermos a sus hijos a consulta médica volvían a casa sin ser atendidos porque los hospitales no contaban ni con mejorales para atender los males.

Granier ya duerme en la cárcel y ya no podrá defenderse mediante telegramas sino cara a cara antes la juez. ¿Será el químico de ese grupo de ex gobernadores como Pablo Salazar Mendiguchia, que encuentran su libertad después de un corto tiempo, o se sumará a la lista de Mario Villanueva, sentenciado a purgar una pena?