En el país del saqueo a Pemex, comprar combustible robado en el DF es cualquier cosa

26/07/2015 - 12:08 am

Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– La noche del 25 de enero de este año, un policía vestido de civil detuvo su patrulla 03189 de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en la esquina de Ermita o Eje 8 sur y la calle 5 de Febrero de la Delegación Iztapalapa. Habló con uno de los cuatro hombres que se encontraban recargados en una furgoneta estacionada. Tres minutos más tarde, el patrullero metió reversa y volanteó para incorporarse a una fila de autos y se perdió al paso.

Había cuando menos cinco bidones llenos de combustible, mangueras, embudos, estopas. La suficiente evidencia como para entender que algo raro estaba ocurriendo. Pero el policía, en ese momento, no movió un dedo.

Unos 10 minutos antes, un tráiler se detuvo en ese lugar. Un hombre de gorra se acercó, habló con el chofer y le siguieron sus ayudantes, quienes llegaron con 60 litros de diesel. Cargaron con ayuda de una manguera de plástico. Luego el camionero pagó y todo siguió en la normalidad. En un parpadeo.

El pasado 8 de junio, ahora por la mañana, un microbús con pasajeros a bordo pasó a cargar al mismo punto. Al conductor sólo le alcanzó para 25 litros. Un hombre de cabello cano y con cuerpo rechoncho fue quien le despachó.

–¿Cuánto le costó la gasolina? –preguntó SinEmbargo al chofer del colectivo mientras avanzaba.

–No es gasolina, es diesel –corrigió el hombre.

–¿Sólo venden diesel?

–Hasta donde sé, sí.

–Es robado, ¿verdad?

–Dicen, pero la verdad no sé.

–¿Y cuánto le cobraron?

–A mí me lo da a 250 [pesos, el bidón de 25 litros].

–¿Y uno llega y sólo pide, o cómo es?

–Tienes que venir recomendado o conocer a alguien. No le venden a cualquiera. A nosotros nos venden porque al patrón lo conocen. Pero si quieres pregúntale al don, a ver si te vende.

Este punto de venta de diesel robado se encuentra en un área estratégica: a unos metros del Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla y la agencia 70 del Ministerio Público; cerca del paradero Santa Marta, la autopista México-Puebla y sobre el Eje 8, por donde transitan rutas de transporte público provenientes de Zapata, Aeropuerto, Portales, Ciudad Universitaria, Central de Abasto, entre otras.

–¿Qué opina de los muchachos que venden diesel?

–No, ni idea –responde un señor que vende comida afuera de penal femenil y que está a unos pasos de los despachadores.

La respuesta de ese hombre es similar a la de otros vecinos. A nadie le gusta hablar sobre aquel negocio que opera las 24 horas y que surte, por lo regular en las noches, a camioneros y microbuseros.

Ni siquiera les inquieta que pueda ocurrir una tragedia por el riesgoso manejo de hidrocarburos.

Antes, el punto de venta de diesel robado estaba justo en la esquina referida. Pero hace apenas unas semanas se iniciaron las obras para la construcción de un centro comercial llamado Iztapalapa Center, lo que provocó que el grupo de hombres que opera este negocio se moviera unos cuantos metros. Ahora está en plena avenida Ermita.

Desde entonces despachan a un lado de un camión de tabiques que sirve de tapadera, mientras que los bidones con diesel, que están encimados justo enfrente de las láminas de la construcción del centro comercial, están cubiertos con un plástico negro.

16 TOMAS POR DÍA

Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
La empresa productiva del Estado reporta al año pérdidas millonarias por el robo del combustible. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

En el primer trimestre de este año, Petroleos Mexicanos (Pemex) perdió 101 mil millones de pesos por la caída de las ventas, la depreciación del peso, la baja en las reventas de gasolinas y diesel, y entre otros factores, el robo de hidrocarburos, según informaron ejecutivos.

Del primero de enero al primero de julio transcurrieron 181 días, en cada uno de ellos se realizaron 16.1 tomas clandestinas a lo largo de la República mexicana.

El pasado 15 de julio, durante una comparecencia ante el Congreso de la Unión, Mario Alberto Beauregard Álvarez, director corporativo de Finanzas de Pemex, detalló que en lo que va del 2015 (con un corte en julio) la empresa reportó ante el Ministerio Público Federal 2 mil 932 tomas clandestinas en las redes de oleoductos. En cambio, en el reporte anual 2014 se denunciaron solamente 5 mil 90 puntos ilegales de ordeña.

A las tomas se suman las denuncias por robo de combustible en pipas y los fraudes que se cometen en las gasolineras.

El robo de hidrocarburos es directamente proporcional a las pérdidas millonarias que ha tenido la paraestatal, lo peor es que según datos oficiales esta actividad va en aumento.

En 2012 Pemex perdió 7 mil 300 millones de pesos por el robo de combustible; en 2013, con 2 mil 627 tomas clandestinas -poco menos de las que se han reportado en 2015-, las pérdidas fueron de 10 mil 300 millones; y en 2014 los delincuentes robaron 21 mil 350 millones de pesos en combustible.

Los costos por daños a terceros y el riesgo que viven los pobladores también deben ser atendidos por la petrolera mexicana.

De acuerdo con datos de Pemex Refinería, dados a conocer en 2014, el mayor número de denuncias por robo se encuentra en Tamaulipas (2 mil 286), Sinaloa (mil 942), Guanajuato (mil 342), Jalisco (mil 209), Puebla (mil 150), Veracruz (mil 117), Estado de México (971), Nuevo León (950), entre otros.

En el informe sobre ductos ilegales del semestre de 2015 la mayoría de casos se encontró en Tamaulipas (627), Guanajuato (371), Puebla (297). En 2014 en el Estado de México se registraron 244 tomas, mientras que en la Ciudad de México sólo se presentó una derivación clandestina.

Por su parte la Procuraduría General de la República (PGR) implementó entre 2014 y lo que va de 2015, aproximadamente 51 operativos, que derivaron en la detención de 30 presuntos delincuentes. También la recuperación de 1.1 millones de litros de combustibles, equivalentes a 84.5 millones de pesos y el aseguramiento de 35 inmuebles y 165 autotanques.

Durante la comparecencia de funcionarios, que se realizó en el Senado de la República, Mario Alberto Beauregard Álvarez comentó que ante ese panorama es necesario que se legislen nuevas reformas y se apruebe “la creación de nuevos tipos penales para el transporte, almacenamiento, distribución y comercialización ilícita de combustibles, en virtud de que el crimen organizado ahora ha utilizado las estaciones de servicio como mecanismos para distribuir combustible robado”.

Marco A. de la Peña, director jurídico de la empresa mexicana, aseguró que es necesario que la ordeña de combustible y su venta ilegal sean sancionados como delitos graves y pidió que se aumenten las penas y sanciones económicas, en relación a la magnitud del crimen y del combustible extraído.

LOS DUEÑOS DE PEMEX

Foto: Cuartoscuro
Pemex cuenta con un sistema que detecta el robo de combusibles. Foto: Cuartoscuro

Con tantas pérdidas se podría pensar que Pemex no cuenta con tecnología para detectar este tipo de incidencias, pero no es así: cuando se abre un ducto se genera una caída repentina de presión, que es detectada por el Sistema SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition), el cual tarda 45 minutos en identificar el lugar exacto de la fuga o toma clandestina.

Ese escáner es un invento de varios que usa la petrolera, como el Sistema Integral de Medición y Control de Operaciones en Terminales (SIMCOT), controles de estaciones de servicio, circuitos cerrados, medidor de espesor de ductos, sistema de medición de volumen de línea, y más.

De acuerdo con el diario neoyorquino The Wall Street Journal, desde 2011 Pemex realizó el despliegue importante de “conocimiento técnico” porque “los grupos delictivos mexicanos virtualmente han tomado el control del sistema de oleoductos del monopolio petrolero”.

“Las bandas usan el combustible robado o lo venden a otras compañías, a veces al otro lado de la frontera, en Estados Unidos. […] Pemex demandó a nueve compañías petroleras y de oleoductos —siete de ellas en el estado de Texas, EU, por la compra de combustible robado”, publicó en 2011 WSJ.

En el reportaje titulado “Bandas criminales expanden el robo de combustible de Pemex”, los reporteros Anthony Harrup y David Luhnow aseguraron que los pioneros fueron Los Zetas y el Cártel del Golfo, quienes a la par que el gobierno aumentaba la tecnología ellos también fueron innovando sus técnicas de extracción y aprovecharon el mal mantenimiento de la red, así como la experiencia y conocimientos de ex empleados de la empresa.

Expertos en la materia aseguran que desde hace unos años el crimen organizado incursionó en otros negocios además del narcotráfico, tal es el caso de la minería, la extorsión y el robo de combustible, el cual ha servido no sólo para la venta de gasolina, sino para la producción de drogas sintéticas, abastecer sus automotores para el trasiego o incluso han robado crudo para actividades industriales.

En una entrevista para SinEmbargo realizada en marzo pasado, la química María de las Nieves Carbonell León, quien trabajó en la Auditoría de Seguridad Industrial y Ambiental de Petróleos Mexicanos (Pemex) explicó que “el crimen organizado lo abarca todo. Es un sistema simbiótico, por un lado en los países en donde se da la apropiación de recursos por parte de particulares de una u otra manera se establece en un sistema de violencia. En África hay luchas entre etnias, en Medio Oriente la guerra entre grupos extremistas, en América Latina: México, Colombia y Venezuela está el narcotráfico tratando de apropiarse de los recursos”.

Actualmente existe un proyecto para la Ley para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, en el cual se estipula que el robo de gasolina, así como la compra, almacenaje y suministro se castigará hasta con 35 años de prisión y multas hasta por 50 mil días de salario mínimo vigente.

Pero a pesar de los avances y decenas de operativos para acabar con la práctica, también existen claroscuros, pues existen gasolineras donde no despachan “litros de a litro”, sumado a que en muchas ya revenden la gasolina que fue robada y también existen autoridades que no han dado resultados.

Ejemplo de ello es que en de 2010 a 2014 en Tamaulipas, el estado líder de tomas clandestinas, sólo se arrestaron a 19 personas, quienes fueron acusados y condenados a 10 años en prisión, según datos de la Procuraduría General de la República.

Por otra parte, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), informó que la zona centro del país es donde se distribuye y se vende en mayor cantidad gasolina robada. Sumado a ello agregó que seis de cada 10 gasolineras presentan anomalías.

La Procuradora Federal del Consumidor, Lorena Martínez Rodríguez, aseveró en mayo pasado durante una conferencia de prensa realizada en Culiacán, Sinaloa, que los grupos del crimen organizado que se dedican a robar combustible mantenían relación con empresarios de Distrito Federal y Estado de México.

“Quienes se dedican a robar combustible tiene relación con quienes finalmente los distribuyen en gasolineras para la venta al público, porque es una manera de disimular la gasolina robada”, dijo la titular de la Profeco.

Tras la denuncia, la Procuraduría Federal del Consumidor y Petróleos Mexicanos firmaron un acuerdo para retirar los contratos de concesión a franquiciatarios que realicen prácticas ilícitas.

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