30 VOCES FRENTE A LA TRAGEDIA

26/08/2011 - 7:32 pm

Las treinta voces son: José Carbonell, Daniel Gershenson, Mauricio de Vengoechea, Geraldina González de la Vega, Ximena Arrieta Borja, Gonzalo Ibarra, Natalia Briseño Campillo, Liev Vladimir Ramos Cárdenas, Maira Colín, Carlos Álvarez Reyes, Alberto Esteva, Jimena Escobar, Rodolfo Aceves Jiménez, Jessica Rojas Alegría, Francisco J. Burgoa Perea, Rafael Robles Scott, Alma Soberano, Cynthia García- Galindo, Yoloxóchitl Casas Chousal, Jorge Díaz, Aurelia Fierros, César Morales Oyarvide, Alejandro González Padilla, Luis Miguel Rionda, Paulina Chávez Alonzo, Omar Gutiérrez Bayardi, Yadhira Tamayo, Alberto Escorcia y Alejandro Páez Varela

  • José Carbonell. Profesor de la Facultad de Derecho, UNAM
  • Twitter: @jose_carbonell

4038 días de luto: Hora cumplida. Lo ocurrido ayer en Monterrey es terrorismo. Punto. Por primera vez, el Presidente Calderón así lo ha reconocido. El ataque implicó el uso de la violencia de forma indiscriminada contra la población para generar miedo colectivo. Como siempre pasa en estos casos, nuestras autoridades rápidamente se llenaron la boca con declaraciones huecas: “llegaremos hasta las últimas consecuencias”, “no descansaremos hasta dar con los responsables y regresar la tranquilidad a los neoleoneses”, “son hechos aislados”, “este delito no puede quedar impune”. Sin embargo, cabe destacar una vez más su irresponsabilidad y la simulación: la culpa es de la Federación; no, es del municipio; del gobernador… se apresuran a echarse la pelota unos a otros. Ayer fue Monterrey, la semana pasada Torreón, antes San Fernando o Ciudad Juárez… la violencia lejos de disminuir, aumenta. De seguir las cosas así, se calcula que el sexenio terminará con más de 70 mil muertes como resultado de la “batalla en contra del crimen organizado”. Lejos de los tres días de luto nacional, deberíamos pensar seriamente en los 4038 días de luto que representan esas muertes. Sí, más de once años. En este momento debería retumbar en Nuevo León –y en Michoacán, y en Ciudad Juárez, y…– el eco de un padre herido por la pérdida irreparable de un hijo, que clamaba “si no pueden renuncien”. Hora cumplida, escribió no hace tantos años Octavio Paz.

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  • Daniel Gershenson. Activista social. Presidente de la Asociación Civil AlConsumidor
  • Twitter: @alconsumidor

De nueva cuenta, la barbarie criminal aparejada con autoridades omisas e irresponsables. Casino Royale: puertas de emergencia clausuradas, establecimientos clandestinos, permisos de operación ganados a billetazos. Impunidad y corrupción impertérritas, porque se sabe que no pasará absolutamente nada. Casino en llamas: nuevo acceso a las fauces del infierno. Solidaridad y apoyo a las víctimas. Repudio total, para los responsables. Justicia.

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  • Mauricio de Vengoechea. Asesor Político Internacional que ha asesorado más de 15 campañas presidenciales. Presidente de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos, ALACOP, entre 1998 y 2000
  • Twitter: @devengo

Casino Royale es otro lamentable símbolo una estrategia dogmática contra la inseguridad y el crimen organizado, que falló irremediablemente.

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  • Geraldina González de la Vega. Consultora jurídica Ombudsgay. Constitucionalista y ensayista. Columnista de AnimalPolitico.com
  •  Twitter: @geraldinasplace

El Gobierno que da misa: Apenas tengo palabras para referirme a lo sucedido en Monterrey. Se han perdido el valor de la vida y el respeto a la humanidad. Es aterrador saber que estos criminales están dispuestos a todo sin importar masacrar a inocentes. Vivimos a la sombra de más de 40mil pérdidas humanas que no han encontrado, y lo más probable, es que no encuentren justicia. Mientras vemos las imágenes de un Casino que arde, como ciudadanos, esperamos que las autoridades nos aclaren lo que vemos. ¿Qué sucede? ¿Por qué? ¿Quiénes cometieron ese acto criminal? ¿Los han detenido? ¿Los están investigando, persiguiendo? ¿Quiénes son los dueños del lugar? ¿Saben algo? ¿Qué órdenes dará el Presidente? ¿Qué medidas considera el Ejecutivo son pertinentes? ¿Se ha reunido el Gabinete de Seguridad? ¿Qué han decidido? ¿Cómo se coordinarán los gobiernos Federal y de Nuevo León? ¿Habrá una coordinación? ¿Qué autoridades intervendrán? En fin. Podría seguir planteando aquí las preguntas que ayer me surgieron al ver arder el Casino Royal. En cambio, en lugar de resolver nuestras dudas, el vocero de Seguridad Pública, Alejandro Poiré nos dio un mensaje digno de un sacerdote, buscó elevar nuestra moral condenando –fuertemente- los hechos y los llenó de adjetivos, son actos inmorales, dijo. Como si no fuésemos capaces de darnos cuenta de ello. Nos aseguró que el Presidente haría lo necesario para dar con esos “bárbaros”. Espero su post en su blog. El Presidente se limitó a manifestar su solidaridad con Monterrey vía Twitter. 12 horas después, se nos informó que el Gabinete de Seguridad apenas se reunía. Comprendo, habría que tomar decisiones descansados y desayunados, después de todo un funcionario cansado y con el estómago vacío puede tomar decisiones a la ligera. Por eso, supongo, el Presidente esperó hasta hoy para, a buena hora de la mañana, bañadito, perfumadito y desayunadito, salir a explicarnos qué va a hacer. No nos lo dijo. En cambio habló bonito. Como en la misa de los domingos, nos dio otro sermón, pidió unidad, pidió amar a la familia y amar a México, dejarnos de mezquindades y dejar que el Gobierno haga su trabajo. Se declararon 3 días de luto nacional, y aunque eso está muy bien, no sé qué implica. Hasta ahora sigo sin saber qué pasó en Monterrey y qué van a hacer las autoridades para procurar justicia, todo porque mi gobierno prefiere darme lecciones de moral. Concluyo: “Recuerden Atocha”.

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  • Ximena Arrieta Borja. Licenciatura en Comunicación Social, UAM. Máster en Planificación y Gestión Procesos Comunicacionales, Universidad Nacional de la Plata
  • Twitter: @borjaxime

¿Qué hacemos cuando la brutalidad, la extrema violencia, la cobardía y el desprecio por la vida humana, se tornan episodios cotidianos en nuestra sociedad? ¿Qué hacemos los jóvenes, niños, ancianos, mujeres y hombres, que nos hemos instalado en el papel de espectadores ante actos terroristas como el del Casino Royale en Monterrey? ¿Qué significan para nosotros los 53 muertos y contando de ese ataque ruin, despiadado y cobarde?, en lo personal reconozco que me causó desasosiego e incertidumbre escuchar las declaraciones del Presidente Felipe Calderón en las que insiste que la estrategia no permite claudicar, al contrario, consiste en reforzar la presencia militar en la zona. Permítanme diferir de esa postura, responder con violencia es una tomadura de pelo, mediáticamente rentable, pero a largo plazo es ineficaz. Podríamos empezar por reconocer nuestros errores, el fenómeno del narcotráfico y la violencia en México se remonta a décadas atrás. Gobiernos anteriores omitieron el problema, prefirieron pactar, esconder, tolerar, y al mismo tiempo, descuidaron nuestras instituciones, abandonaron la educación como vía para la transformación social. También es sano reconocer que la fallida estrategia contra el narcotráfico estuvo apoyada en su momento por todos los niveles de gobierno, medios de comunicación, sectores sociales y partidos políticos. Todos somos responsables de una sociedad polarizada, incapaz de dialogar, indiferente e insensible. ¿Qué hacemos ahora? tragedia como la del Casino Royale en Monterrey, se une a muchas otras empolvadas en los rincones de nuestra débil memoria, la única salvación es dejar de ser espectadores del horror, y manifestar a diario, con los nuestros, indignación y repudio. Rescatar generaciones desde nuestra trinchera. Hacernos visibles, exigir, y lograr un acuerdo humanitario porque la solución –sabemos de sobra- no es militar.

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  • Gonzalo Ibarra. Activista de la #ReformaPoliticaYa
  • Twitter: @YONOFUI

Estamos dejando una vez más que los costos sean tal altos como el egoísmo de nuestra comodidad e indiferencia. Hemos llegando a un punto, donde tomar acción como ciudadanos ya no es opción, es obligación. Ha llegado un momento donde México requiere que la individualidad ceda por un momento al sentido de comunidad, de sociedad activa y coordinada. Las buenas intenciones y deseos de paz se diluyen, tan rápido y tan fácil, como decidimos terminar esta reflexión sin articular el movimiento de un músculo para actuar.

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  • Natalia Briseño Campillo. Periodista. Dirección de contenido en Proyecto 40
  • Twitter: @NataliaBriseno

Lo sucedido en Casino Royal en Monterrey a unos días de los lamentables hechos en Torreón se van sumando al hartazgo e impotencia de una sociedad que se siente lastimada y vulnerable. Los discursos deben ser enérgicos también y principalmente en contra del crimen organizado sin desnlindar a la clase política pero también a nosotros como medios de comunicación y la ciudadanía a trasladar los discursos en acciones. Acciones de no consumo, de rechazar en los hechos cualquier tipo de ilegalidad y reflexionar nuestro voto en las urnas.

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  • Liev Vladimir Ramos Cárdenas. Diputado Federal del PAN en la LXI Legislatura, integrante de las comisiones de Gobernación, Seguridad Pública y Agricultura y Ganadería
  • Twitter: @VladimirRamosC

No claudicaremos, nuestra patria es tan grande como el corazón de todos los mexicanos. Ante lo ocurrido ayer en Monterrey, estamos obligados moralmente a solidarizarnos con los familiares de las víctimas; y constitucionalmente, obligados a coadyuvar por todos los medios posibles a esclarecer lo acontecido. Como tal, lo sucedido es el reflejo de una delincuencia vil y descarnada que no merece consideración alguna. Por el contrario, obliga al Estado y a todas las instancias de gobierno a marchar al unísono en la búsqueda de la paz para nuestro país.

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  • Maira Colín. Egresada de Ciencia Política del ITAM y con estudios de maestría en Literatura Moderna en la Universidad Iberoamericana
  • Twitter: @mairacolin

Tengo más de tres horas intentanto comenzar estas palabras y no he conseguido más que usar el botón de Suprimir una y otra vez. He leído las crónicas de todos los periódicos en línea; he visto el video donde se presentan a los criminales que iniciaron el incendio en el Casino Royal; he leído -incansablemente- las palabras del señor presidente sobre este terrible acto y, la verdad, es que se me atora todo en el esternón. #MeDeclaroCorresponsable es mi única postura ante esta tragedia: el reconocimiento de que todos tenemos la responsabilidad de esto que sucede hoy con nuestro país; que la degradación social se empieza en la esquina donde doy una mordida; en el trabajo burócrata en el que alguien se guarda unos cuantos pesos del erario público; en la compra de títulos académicos falsos; en la mentira, en la maldita corruptela abonada de sexenios anteriores. Menos mentadas al gobierno federal y más repudio a estos malditos delincuentes que se sienten con el poder absoluto de mantenernos en el más infame de los miedos. Somos más los que queremos a México; somos más la gente trabajadora que saca a sus hijos adelante; somos más los que buscamos un México ganador. Somos más y nuestra voz siempre será más fuerte.

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  • Carlos Álvarez Reyes, Diputado Local de Guerrero por el PRD, ex Secretario de Finanzas del Estado de Guerrero
  • Twitter @AlvarezAcapulco

El pueblo de México se encuentra de luto por los acontecimientos sucedidos ayer en Monterrey, consecuencia de la descomposición social, y podemos destacar que en este lamentable suceso hay también responsabilidad oficial, aún no se sabe con certeza quién es el verdadero dueño del casino, parece que se lo entregaron como premio político a Rodrigo Aguirre, hijo de Ramón Aguirre, es importante saber por qué si las autoridades sabían quienes son los dueños de los casinos, y ¿porqué no se han clausurado por haber supuestamente lavado de dinero? pero también las autoridades estatales y municipales por no haber salidas de emergencia en este inmueble. Toda esta información se va a seguir conociendo, los ciudadanos estamos atrapados entre la delincuencia organizada y la corrupción rampante que ya permea en todos los ámbitos de la vida política de México, si las autoridades no tuvieran esa voracidad en el manejo de los recursos públicos, México sería una nación en pie, sin miedo y sin angustia.

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  •  Alberto Esteva. Subsecretario de Políticas Publicas del GDF. Ex Presidente de la Comisión de Participacion Ciudadana de la LX Legislatura
  • Twitter: @AlbertoEsteva

Las autoridades se encuentran totalmente rebasadas por el crimen organizado. Contrario a los discursos de Felipe Calderón y el vocero Poiré. Cada vez la población está siendo víctima, de manera frecuente, de ataques provocados por la delincuencia. El fin de semana pasado, terror el estadio Santos Modelo, Torreón, Coahuila, derivaron de un enfrentamiento entre delincuentes y la policía. Ahora, en Monterrey, un comando ataca un casino, provoca su incendio y la muerte de 53 personas. ¿Qué explicación nos van a dar ahora? ¿Cree Calderón que sus palabras optimistas son creídas por los mexicanos? El crimen organizado ya no respeta a la población, pero sobre todo, el número de inocentes muertos cada vez aumenten más. Las muertes de inocentes en medio de la guerra contra el narco de Felipe Calderón sólo demuestran lo ineficaz que ha sido su estrategia. Además se habla de la impunidad con la que una vez más operan en el país estos giros comerciales que terminan por ser una trampa mortal. ¿Ahora si habrá culpables? ¿O estas lamentables muertes sólo servirán para aumentar las estadísticas? ¿Cuántas tragedias tienen que pasar para que Calderón acepte sus errores en el combate al crimen organizado?

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  • Jimena Escobar. Directora de Difusión Institucional de la Auditoría General del Estado de Guerrero
  • Twitter: @jimescobar

Cuándo cambiamos la consigna de no querer vivir con miedo a solamente querer vivir. Cuándo nos empezó a importar tan poco que nuestros hijos tengan una esperanza tan machacada por el presente. Hablo en plural, porque me acuso responsable también por haber permitido que mi ciudad y mis vecinos fueran lo que son. Y si Emilio Pacheco me presta sus palabras, me acuso de “Alta Traición” porque no amo a mi patria, su fulgor abstracto es inasible. “Mea culpa” por mis gobernantes, por mi voto, por dejar mi vida en mano de alguien más, por mi desidia y no gritar lo harta que estoy, la tonta que me siento hoy que me dan ganas de llorar, por mi miedo, por mi derrota.

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  • Rodolfo Aceves Jiménez. Politólogo y asesor parlamentario
  • Twitter: @racevesj

Cuando el presidente Felipe Calderón Hinojosa decretó tres días de luto nacional, por los lamentables hechos del Casino Royale en Monterrey, no se imaginaba que las redes sociales ya proclamaban que no eran sólo tres días, sino todo el sexenio el que se ha vivo en luto nacional con 50,000 muertos. El último luto nacional por tres días, fue en junio de 2009 con motivo de la tragedia de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora; y cuyo director del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, cabildeo su inocencia en la Suprema Corte de Justicia de la nación, según asentó el ex secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Pero más allá de tres días de luto, es un llamado de atención al desgastado gobierno de Calderón que sin duda alguna, debe estar rogando porque concluya su administración, para marcharse del país, en compañía de su grupo de escoltas del Estado Mayor Presidencial y el goce de su pensión de ex jefe de Estado, que le asegurará su estancia en el extranjero, porque no habrá lugar del país en el que seguramente desee quedarse, a causa de su fallida estrategia contra la inseguridad.

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  • Jessica Rojas Alegría. Consultora para temas de Juventud, OSC y participación ciudadana, Directora de Tendiendo Puentes AC, Representante Regional para México y Centroamérica del Comité Ejecutivo Mundial de ONG asociadas a la ONU, Coordinadora General del Foro Social en la Conferencia Mundial de la Juventud México 2010 y Premio Nacional de Juventud en Cultura Política y Democracia
  • Twitter: @JessAlegria

¿Enérgica condena de los hechos violentos?, ¿Solidaridad con las víctimas y familiares?, ¿Renuncia de las incompetentes autoridades de los tres niveles de Gobierno? Quisiera recordar el momento en que perdimos la capacidad de asombro, el momento en que las situaciones de violencia aún nos estremecían como Sociedad ¿Cuántos pasos más por andar en marchas sin destinatarios?, ¿hacia quién dirigir consignas con receptores que no escuchan? Hoy fue Monterrey, ayer Morelos y Juarez, ¿mañana? No permitamos que secuestren nuestros derechos ciudadanos. La fuerza de nuestro país radica en su gente y su capacidad de organización. ¡Despierta México!

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  • Francisco J. Burgoa Perea. Profesor de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la UNAM
  • Twitter: @fburgoa

Los deleznables hechos ocurridos ayer en Monterrey, no deben verse como un hecho aislado. Sobran las palabras para manifestar nuestro repudio. Los gobernados no queremos más lamentaciones, ni muestras de solidaridad de los gobernantes si éstas no se traducen en una demanda que cada día es urgente atender: la seguridad. Cada uno de nosotros tenemos una gran responsabilidad para la construcción de un México mejor y desde nuestros espacios debemos hacer nuestra aportación, quedando prohibido guardar silencio ante la injusticia, ante la corrupción y ante la improvisación de quienes ejercen el poder público. Un dato final: en el año 2007, México ocupaba el lugar 102 -de 177 países analizados- en el índice de Estados Fallidos, de acuerdo a The Fund for Peace. En 2011, nuestro país se encuentra en el lugar 94.

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  • Rafael Robles Scott. Abogado UNAM. Maestría Políticas Pública por Colegio de Sonora. Investigador UVM
  • Twitter: @robles_scott

La violencia desproporcionada e irracional que se vive en el país adquiere un matiz muy similar al terrorismo. Aún carente del discurso político que caracteriza este tipo de acciones, cuenta tal vez con el peor de sus elementos: la indiferencia ante la muerte de personas inocentes. Con el ataque de ayer al Casino Royale en Monterrey, el Crimen Organizado ha logrado (tal vez sin intención directa), un efecto devastador, bajo la forma de la plena corrosión de la confianza de la población en las instituciones y en sus autoridades. Es evidente que el poder público está rebasado para proveer la más mínima de las protecciones, incluso en lugares donde la población pretende tener un momento de esparcimiento. Las víctimas eran personas que estuvieron en el lugar equivocado, en el momento equivocado; cualquiera de nosotros pudo ser. Este episodio es, sin duda, una vergüenza para el país, pero como ciudadano, me avergüenza más el manejo que las autoridades dan en las primeras horas de un acontecimiento de este tamaño. Queda evidenciado que en los gobernantes y sus estructuras públicas no hay preparación, coordinación, reacción, minimización y mucho menos recuperación de una tragedia como esta. El discurso posterior es pobre, poco convincente y deja más dudas que respuestas. Se da a la opinión pública pretextos pero no explicaciones. La mesa esta puesta para que los actores políticos, movidos por el miedo y siguiendo la costumbre de inflamación legislativa, promuevan un marco jurídico riesgoso para las libertades, so pretexto de repeler una agresión que hasta hoy demuestra ser inmune ante cualquier acción del Estado. Tengamos cuidado, ya que una reducción de nuestras libertades al amparo de decisiones políticas erróneas, nos coloca en la misma situación que las víctimas del casino: el lugar equivocado, en la época equivocada y con los gobernantes equivocados.

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  • Alma Soberano. Abogada. Maestría en Administración Pública por la Universidad Autónoma de Chiapas
  • Twitter: @almasoberano

Dice la sabiduría popular que siempre es más obscuro antes de amanecer. Hoy me enteré que Lázaro Cárdenas decía que para que las cosas mejoren se deben poner peor. Un amigo me recordaba que la política es nuestra, sólo debemos recuperarla. Desde ayer he estado platicando con personas que se encargan de perseguir e impartir la justicia en mi Estado, con compañeros de la maestría preocupados y tan consternados como yo con la realidad que estamos viviendo en el país. Todos estamos en ese estado de espasmo, de incredulidad, de desesperanza. Yo siempre he apostado a la unión de los individuos para lograr un movimiento común; es evidente que admiro desde a la Sra. Wallace como a Sicilia y pienso que mientras más sumemos multiplicaremos, sólo que hoy, al platicar con Moisés del la Secretaría de Seguridad sobre una solución en concreto, llegó un momento en que no supe qué contestarle. Si es cierto que entre los vecinos empezamos con esta conciencia social de protección de unos a los otros, con este cuidado de unos con otros, con esta esperanza de saber que entre todos vigilamos y buscamos el bien común: qué harías Alma si habría que denunciar? Tomarías tu el teléfono y llamarías a las autoridades? Y ahí encontré mi primer gran obstáculo. No, no confío en las instituciones, en quienes las encabezan y encaminan. Al escuchar el discurso del Presidente Calderón de hoy, interpreté dos cosas diferentes que también me tienen muy confundida. Por un lado, ya bastante fácil es que como humanos le echemos la culpa a los demás de nuestros errores en el día a día como para seguir escuchando que el malo es el otro, me desconcierta mas seguir escuchando que también en el gobierno el malo es el otro (la policía local, el poder judicial corrupto) y que ese discurso de escisión siga permeando cuando es evidente que lo que necesitamos es unirnos. Por el otro, el hecho de que estemos utilizando un discurso tendiente al terrorismo tiene, a mi entender nuevamente, un tinte que convoca a que se empiecen a utilizar políticas adversas a los derechos humanos como las que suceden en los países que empiezan a hablar en esos términos, hay algo que hace que no deje de pensar en una producción hollywoodense de hace años que se llama The Siege, que es más o menos la suma de mis pesadillas cuando las instituciones se deshumanizan, digo, en nombre de la legalidad hasta la Inquisición lo fue en su momento.

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  • Cynthia García-Galindo. Periodista. Asesora de Gobiernos y Empresarios
  • Twitter: @cynthiagarciag

Pobre de México y de los que aquí vivimos, si no entendemos que Somos Todos y Todas responsables de lo que sucede. No puedo decirles esto a quienes, como ayer, solo esperan llenar el estómago de sus hijos. No lo entienden aún, porque sus prioridades están puestas en una escala más básica, la de permanecer con vida. Pero si creo, que tú y yo estamos en una esfera de comprensión distinta. Donde podemos tomar acciones que cambien el panorama. No te quejes. Si tan molesto estás con las autoridades por como toman las decisiones. Toma decisiones tú y cuando hayas encontrado la forma clara de probar que tu modelo no necesita de una cadena perversa de compromisos y que de todas maneras hay resultados positivos, habrás dado con la mejor de las herramientas. Con injurias todos cerramos ojos y oídos. Con resultados no puede haber evasivas. Gracias a quienes hicieron posible que ayer, pudiéramos sembrar esperanza y certidumbre. Hay en esa infancia, 500 posibilidades de tener hombres y mujeres convencidos de que las cosas pueden ser mejores. Dedico estas palabras a quienes traen el corazón menguado por el dolor. A quienes llevarán días en digerir lo que ha sucedido. A quienes a pesar de tener todo el derecho de maldecir se sobrepondrán al dolor y se parirán así mismos para que nadie tenga que vivir el infierno que les tocó vivir en primera persona.

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  • Yoloxóchitl Casas Chousal. Subdirectora de Comunicación de SUMA y asesora en comunicación y género
  • Twitter: @YoloCasas

Consternación y miedo. No fue un accidente, sino un atentado contra civiles, contra mujeres. 3 pm, hora de mayor afluencia femenina. La mayoría de los cadáveres son mujeres. En toda guerra, las mujeres somos siempre sujeto de desecho, botín de presión. Mujeres y menores, primero, hasta en la muerte. Indignación e impotencia. Nuevamente jaula de ratones, corrupción de autoridades, salidas de emergencia tapiadas, negligencia empresarial. Huele a lavado de dinero, a contubernio, a tráfico de influencias y de drogas, por qué no. Mentiras y amedrentamiento. Las declaraciones de los políticos saben a podrido, mueven a risa, suenan estériles. Los actos de terror quieren obligarnos al silencio, a no nombrar, a no movernos, a abandonar el país y la vida. Acción y valor.Urgen mejores leyes y legisladoras y legisladores con ética y conciencia política, que trabajen por la población y sus derechos humanos. Urgen instituciones eficaces, íntegras. Urge escuchar a la ciudadanía, a la UNAM, a Álvarez Icaza, a Sicilia. Urgen nuevos pactos ciudadanos. Contra el pánico, urge la confianza. Contra el odio y la discriminación: educación y tolerancia. Contra la inseguridad y la deshonestidad: mayor participación ciudadana.

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  • Jorge Díaz. Columnista Político en Eje Central
  • Twitter: @adejorge

Saltaron inmediatamente desde el Gobierno y la prensa por lo sucedido en Monterrey; unos a defenderse, otros a buscar justificantes, explicaciones y conexiones. Pero la verdad es que a la gente poco le importa si se le dice que el narco está enviando un mensaje al dueño de tal o cual lugar para que cumpla con las cuotas, si Calderón dice barbarie o terrorismo o si se avientan la pelota unos a otros. Lo cierto es que el Gobierno en TODOS sus niveles, es incapaz de proteger a la ciudadanía. Tanto con inteligencia, una bien estructurada y organizada policía y una vocación de prevención y regulación transparente, esta tragedia pudo haber sido menor. Pero no, lo que las autoridades no quieren entender es que los ciudadanos lo único que quieren es vivir tranquilos. Drogas o no, armas o no, intereses ocultos o no, todos los niveles de Gobierno han fallado en su principal misión: proteger la integridad de las personas.

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  • Aurelia Fierros. Periodista radicando en Estados Unidos.
  • Twitter: @AureliaFierros

A 200 años de la Independencia de México, el crimen organizado ha colonizado de nuevo al país. Felipe Calderón ya se va y no pudo con el paquete. ¿Dará el grito el 15 de septiembre? Al águila de nuestra bandera ya se le cayó la serpiente del pico. Esa, la que comúnmente conocemos como “víbora”, y que el Sr. Presidente,nos deja chillando. Aunque, en honor a la verdad, la sangre derramada en Monterrey no solo es responsabilidad de los sicarios y criminales que lucran del negocio del narco, o del presidente Calderón por su protagonismo e ineptitud al combatirlo; o de Obama por su simulación y desinterés…sino de un mercado inmenso que está envenenado por el consumo de estupefacientes. (¿Dónde está la educación y las campañas de prevención a las adicciones?) Esos millones de adictos, a los dos lados de la frontera y alrededor del mundo, son también cómplices de estos asesinatos. México está de luto desde que el poder fáctico del narco encontró la complacencia gubernamental y -en muchos casos- la comodidad del encubrimiento ciudadano. Los tres días decretados por el Sr. Presidente, no son suficientes.

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  • César Morales Oyarvide. Originario de Monterrey, N.L. Politólogo especializado en estudios latinoamericanos en las Universidades Autónoma de Barcelona y Complutense de Madrid
  • Twitter: @MaxEstrella84

Siento rabia y tristeza ante el ensañamiento, la perversidad, y el poco respeto por la vida que muestran los criminales. Ante el cinismo, irresponsabilidad, e imbécil terquedad de un gobierno del que solo escucho sermones o propaganda. Asco, ante quienes buscan sacar rédito político y económico de la Tragedia. Miedo, por nuestra búsqueda de soluciones fáciles: el escapismo o el populismo punitivo. Pero sigo confiando en nosotros, gente ordinaria en tiempos extraordinarios. Y estoy con Monterrey.

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  • Alejandro González Padilla. Director, guionista y productor de Cine
  • Twitter: @Aleglezpadilla

Una sociedad ávida de espiritualidad demanda justicia ante un desgarrador y cobarde crimen. Es el padecer de las almas y el regodeo de la maldad. Las caras extremas de los humanos, la enfermedad de las adicciones donde la codicia encabeza la lista.

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  • Luis Miguel Rionda. Antropólogo social. Profesor investigador de la Universidad de Guanajuato
  • Twitter: @riondal

Casino sin destino… La masacre que victimó a al menos 53 personas en el Casino Royale de Monterrey, viene a agregar una nueva flor de muerte al enorme bouquet macabro que se ha acumulado en estos cinco años de guerra cruenta. Los delincuentes organizados en México terminaron de abandonar la “buena imagen” social que años antes habían procurado y cultivado: la imagen del benefactor comunitario, de Chucho el Roto, que ayuda a los pobres y combate a los ricos y poderosos. Los cárteles regionales se mantuvieron durante mucho tiempo con bajo perfil, con relaciones bien aceitadas con las autoridades y una buena imagen social, que se reflejaba en los narcocorridos e incluso en largometrajes fílmicos. Con la guerra iniciada en 2006 se desató el infierno. Como no se definió una estrategia bélica y policial que se orientara mediante un esfuerzo previo y profundo de inteligencia e infiltración al crimen, sencillamente se soltaron los mastines sobre Michoacán, Baja California, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, que sólo enfurecieron a las mafias. Los malosos confrontaron el reto del Estado, y también aprovecharon el desconcierto generalizado para atacarse los unos a los otros. El resultado ha sido una guerra donde ya no está claro quién combate a quién, pero eso sí: la Sociedad quedó atrapada en el fuego cruzado. La crueldad y el terror son los nuevos elementos que han adoptado los grupos criminales. Desde la Revolución de 1910-1920, en México no conocíamos las ejecuciones masivas, los cadáveres colgados o desmembrados, las extorsiones abiertas a empresarios y ciudadanos, los “levantones” y desapariciones de gentes inocentes, los carros-bomba y los granadazos… Eso lo oíamos en las noticias —al menos los de mi generación y las previas—, y sucedía en Beirut, en Colombia, en Vietnam, en Camboya, en España —con ETA—, en Irlanda —con el ERI— o en cualquier parte de la remota África o el lejanísimo Medio Oriente. El terrorismo se ha asentado definitivamente en nuestro país. Ni siquiera la ciudad más desarrollada del país se ha librado, y le toca llorar a sus decenas de muertos inocentes. 53 o más personas, la mayoría señoras de edad, candorosamente aficionadas a apostar en juegos y maquinitas tragamonedas, han sido sacrificadas en el altar de los demonios de la mafia. Tal vez el dueño o dueños del casino se negaron a pagar la extorsión de algún cártel mafioso; tal vez no cubrieron la comisión correspondiente por lavarles el dinero; tal vez esto, tal vez aquello. Difícilmente los ciudadanos comunes sabremos la verdad que yace detrás de este ataque tan artero, desproporcionado e injusto. Docenas de familias de Monterrey están de luto, con furia reprimida contra los criminales, pero también contra el Estado, que se ha evidenciado torpe, rebasado e incapaz. Más muertos que se suman a la adición macabra del sexenio, que se acerca ya a la cifra de soldados que perdieron los Estados Unidos en la cruenta guerra de Vietnam. Y todavía nuestros gobernantes dicen que no estamos en guerra…

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  • Paulina Chávez Alonzo. Conduce el espacio noticioso del Canal del Congreso de la Unión “Noticias del Congreso” y colaboradora de Hoy x Hoy domingo en W Radio
  • Twitter: @pauchavez

Esta vez fue un miércoles en Monterrey. Lo que debió ser un día como cualquiera se convirtió en uno de los capítulos más brutales de la historia reciente de nuestro país. La muerte de más de 50 personas, en su mayoría amas de casa y de la tercera edad, no sólo demuestra que a los ciudadanos se nos ha arrebatado algo tan fundamental como el derecho de vivir libremente, sino que despierta un sentimiento, de miedo, de que en México estamos lejos de tocar fondo. Hoy se habla de terror, de ataques contra civiles inocentes que nada tienen que ver con las disputas entre miembros del crimen organizado; hace unos días la nota era Torreón, meses atrás San Fernando y Villas de Salvarcar. Las bandas criminales están avanzando sin límites ni escrúpulos; los partidos políticos en franca disputa por el poder y las autoridades, atoradas en su permanente discurso de la enérgica condena, exhiben una terrible miopía al enfocarse en la irregularidad del establecimiento sin reparar en que esto también es producto de su inacción, del rechazo a pagar costos políticos por la aprobación de reformas urgentes y necesarias, y de la cerrazón que les impide explorar alternativas con las que quizá no comulguen. La lucha está lejos de terminar, el rumbo está perdido y la población, completamente sola. El país se nos deshizo entre las manos.

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  • Omar Gutiérrez Bayardi. Director de Dinamia
  • Twitter: @omarbayardi

Es terrible lo ocurrido en Monterrey el día de ayer. No podemos sino condenar estas acciones y cuestionar a fondo hasta dónde ha llegado la descomposición social de este país para que este acto atroz y vil se haya presentado. A plena luz del día, sicarios atacaron y prendieron fuego al Casino Royale, y con él, a todos los que estaban ahí. Este acto tiene ya matices terroristas, pero sobre todo, de una maldad y envilecimiento increíble. Hay mucho que analizar al respecto, culpas que deslindar y responsabilidades por fincar. De nuevo, como en la tragedia de la Guardería ABC, nos encontramos con irregularidades en los permisos, con nombres de políticos relacionados con la propiedad del inmueble, con salidas de emergencia bloqueadas. Esto compete, en distintos grados, a los tres niveles de gobierno y habrá que profundizar exhaustivamente en las responsabilidades de cada uno. ¡Pero no nos equivoquemos! ¡No desviemos la mirada de lo más notorio e importante! Lo que debe centrar nuestra atención es la violencia generalizada y el clima de inseguridad que vivimos, una situación de completa impunidad donde los criminales tienen la certeza de atacar de este modo un lugar público y saber que podrán salir ilesos, caminando, y que nada pasará. Es claro que los gobiernos estatales y municipales no han hecho su parte de la chamba en el combate al crimen organizado, apostando de la forma más vil y soez a que la opinión pública recargue la crítica y la desaprobación en el Gobierno Federal y en el Presidente Calderón. La “guerra” contra el crimen organizado es una lucha que, aunque incompleta, absolutamente necesaria, y lo de ayer es un ejemplo claro de que no se puede abandonar a la gente en manos de los criminales. Es imperativo que las autoridades de los tres niveles se coordinen y trabajen en conjunto para lograr resultados. De nada sirve que el ejército ande en las calles si las patrullas policiacas protegen a los criminales. Todos estamos hartos y cansados de la violencia, pero todos tenemos que poner de nuestra parte para solucionarla. Rescato de la terrible tragedia de ayer un hashtag que circuló en Twitter: #medeclarocorresponsable. Yo también soy responsable de lo que ocurrió ayer porque soy parte de esta sociedad enferma, corrupta, casi putrefacta, que necesita, que le urge cambiar. Porque todos somos parte del problema, todos debemos ser parte de la solución.

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  • Yadhira Tamayo. Abogada michoacana. Diputada Federal panista en la LVIII y LX Legislatura. Maestrías en Administración Pública, Derecho e Imagen Pública
  • Twitter: @yadhiratamayo

No puede ser en vano. Crisis es también símbolo de oportunidad en el lenguaje chino. ¿Qué visos de oportunidad podrían emerger de las llamas, el terror, los gritos, la muerte que en un instante hicieron suyo el Casino Royale ayer en Monterrey? Más de cincuenta personas se fueron, ya no están más. Las que se quedan, tienen miedo. ¿Oportunidad en el miedo paralizante? No sólo es posible, sino ineludible. Casino Royal es oportunidad de reconocer la vulnerabilidad y hacer un comprometido frente común. Dejar de hacer grilla, para que la conciencia humana y social emerja. Semejante pérdida no puede ser en vano.

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  • Alberto Escorcia. Director del portal PateandoPiedras.com
  • Twitter: @PateandoPiedras.

#SiNoPuedenRenuncien: horror, solidaridad e indignación. Twitter como fiel reflejo del pulso social ha mostrado en la que ha sido la peor tarde de México el horror, la solidaridad y la indignación de la sociedad. Cerca de las 16:00 hrs en las redes de ayuda bajo el tag #mtyfollow se daba a conocer un acontecimiento horripilante, un incendio en un casino, no quedaba claro que ocurría. Conforme se iban conociendo los detalles los hashtags iban tomando forma y poco a poco se convertían en los Trendings Topics (temas más comentados) de México, la palabara “terrorismo” describía la escena increíble. Basto para que cerca de las 19:hrs tras las declaraciones de las autoridades estatales en Monterrey y la del Vocero de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré los mensajes en Twitter se llenaran de indignación y empezaran a exigir la renuncia de las autoridades. Un hecho inédito, colectivo, espontáneo. En pocos minutos #SinopuedenRenuncien se ha convertido en una de las frases más mencionadas en Twitter en México, circulan propuestas que van desde no asisitir a las plazas públicas este 15 de septiembre, hasta de quienes plantean salir a protestar a las calles. Es un momento de reflexión y de acción. La indignación está surgiendo y se demuestra que la sociedad no es indiferente.

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  • María Elena Morera. Activista ciudadana en seguridad y justicia, promotora de la acción ciudadana en el mejoramiento de las políticas públicas y participación democrática. Presidenta de Causa en Común, A.C.
  • Twitter: @MaElenaMorera

Todos los mexicanos somos víctimas de este terrible atentado, nos solidarizamos con los regios en su dolor. El terror no puede ser parte de nuestro país.

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  • Alejandro Páez Varela. Periodista y escritor
  • Twitter: @paezvarela

¿Cómo llegamos a esto? O, mejor dicho, ¿hacia dónde va México? Este viernes, un día después de la tragedia de Monterrey, me he sorprendido al escuchar a Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la asociación “Alto al Secuestro”. Pide considerar el toque de queda. “Hay que buscar un estado de excepción en los estados más violentos para poder tener control. Creo que es lo más honesto y efectivo”, dijo. Y antes, por la mañana, vi a un Presidente envalentonado y manoteando, hablando de más armas; más de la misma estrategia que ya puso 40 mil muertos en las calles. El país ha transitado dolorosamente hacia una mediana normalidad democrática. Y ahora, frente a la tragedia, sobran los que piden un manotazo, un golpe en la mesa. Que demos un paso atrás. No huele bien la cosa. Lo único que veo es un endurecimiento de una posición que durante cinco años estuvo en el error. Cuidado. No a la violencia criminal es también y no a la violencia del Estado. Una estrategia que plantea la búsqueda de la paz a través de la eliminación del otro no puede ser buena. No es buena. Yo no soy optimista, perdonen. Estoy, más bien, alarmado.

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