Los ricos quieren ser más comunes y cargan en la cartera 1,304 pesos diarios: estudio

26/10/2014 - 12:01 am
Las grandes marcas siguen siendo uno de los placeres culposos de los ricos en México. Foto: Wikimedia Commons
Las grandes marcas siguen siendo uno de los placeres culposos de los ricos en México. Foto: Wikimedia Commons

Ciudad de México, 26 de octubre (SinEmbargo).- Todos tienen un smartphone, salen de vacaciones siete veces al año, utilizan al menos cinco servicios bancarios, realizan actos de beneficencia, estudiaron en el extranjero, le temen a pasar desapercibidos o que los imiten y en un día común tienen mil 304 pesos en su cartera; estas son algunas de las características de los actuales ricos en México, según reveló un nuevo estudio sobre la llamada “gente de dinero”.

Según el estudio realizado por la empresa de investigación de mercados, De la Riva Group (DLR) sobre los Niveles Socioeconómicos Altos en México, 6.8 por ciento de la población en el país forma parte de los segmentos económicos llamados A y B [que agrupan a la gente con mayor riqueza] por percibir un ingreso de 98 mil 500 pesos al mes.

Entre los ricos, el concepto de “realeza” comenzó a desintegrarse y ahora, este segmento de la sociedad está conformado por tres perfiles diferentes: los que llegaron por golpe de suerte y son nuevos dentro del grupo; los que fueron perseverantes durante años, y los que deben su riqueza a alguna herencia, éstos últimos representan la menor cantidad.

El 9 por ciento de las personas que se encuentran en este segmento trabajan en el gobierno, es decir, son burócratas.

“Tres de cada 10 de las personas de nivel socioeconómico alto son empleados del sector privado en una empresa no familiar, la mayoría tiene un rango de edad de entre 35 y 44 años, mientras que el 9% son empleados en el sector público, donde gran parte tiene entre 18 y 34 años”, menciona la investigación.

Este 6.8 por ciento de la población en México cuenta con al menos cinco servicios bancarios, televisión de paga y acceso a Internet. El 60 por ciento realizó estudios en el extranjero, desde preparatoria, doctorado, licenciaturas y maestrías, además viaja siete veces al año, tres al extranjero y cuatro dentro del país. Algunos de esos viajes son exclusivamente para realizar compras.

La metodología del estudio constó de entrevistas online y casa por casa con hombres y mujeres del Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, además de una estrategia en la que analistas se mezclaron con el objeto de estudio. También se realizaron cuestionarios a expertos en viajes, marcas de lujo, vida social, finanzas, restaurantes, alimentos, etcétera.

EL NUEVO SIGNIFICADO DE “LUJO”

Los ricos ahora buscan ser más comunes y menos ostentosos fuera de su círculo. Foto: Cuartoscuro
Los ricos ahora buscan ser más comunes y menos ostentosos fuera de su círculo. Foto: Cuartoscuro

La “clase alta” ha optado por abandonar el estereotipo de ser “presumido”, ya que ahora se mezcla, interactúa y acorta brechas con individuos de la clase media o baja. Entre sus nuevas actividades contemplan ir al tianguis, usar autos sencillos, asistir a eventos de lucha libre, comer orgánico y vestir “fachoso”.

Ana Paola Bravo, Directora de Estudios Sindicativos de DLR, afirmó que ellos, al igual que todos los mexicanos, son muy colectivos. “Los niveles altos se apoyan entre ellos para mantenerse en esa posición y tener acceso a ciertas esferas, nichos o negocios y ahora, según los resultados del estudio, se saltaron a la clase media y realizan alianzas con el nivel socioeconómico bajo”, indicó.

Un ejemplo de la nueva tendencia de horizontalidad entre clases, es la figura de los empleados del hogar; el personal de servicio doméstico juega distintos roles dentro de la familia para la que trabajan: son niñeras, pasan por terapeutas o consejeras y hasta son “chaperonas”. El 94 por ciento de los niveles altos, tienen una empleada doméstica y en promedio cuentan con tres personas que laboran en el hogar.

Se han convertido en sus “aliados”, les ofrecen apoyo económico, regalos, trabajo cómodo y seguro, a cambio de horas extras y apoyo emocional.

Sin embargo, las actividades características de este segmento no quedan en el olvido, la vida social mantiene la cohesión al grupo y se convierte en una tarea y una obligación. Al 50 por ciento le gusta que sus amigos noten su presencia en un evento social y en el último año, siete de cada diez realizaron un acto de beneficencia.

Ahora buscan modular la aplicación del poder y la demostración de su riqueza; en una cita incluida en el informe se puede leer: “Les encanta ir y jugar a ser personas normales, que nadie sepa quiénes son”. Pero, según las conclusiones del estudio, el nivel A/B ha desarrollado un temor a la clase media, al percatarse de que su posición puede ser alcanzada por ésta, por lo que decide buscar nuevos significados para vivir y redefinir el lujo y así recuperar su rol de superioridad.

Según Bravo, otra cuestión que no se ha modificado son sus hábitos de consumo, “son discretos fuera de su círculo para no ser víctimas de asaltos, pero dentro de él se tienen que hacer notar; esto con el mayor número de códigos y elementos para que sea evidente el poder adquisitivo que tienen y la riqueza con la que viven, pero esto no lo notarán todos, sólo los conocedores”.

MÉXICO, PAÍS DE LUJOS

En México, los seis principales productos que la gente de clase alta consume son automóviles, joyería, relojes, vinos, champaña y ropa de diseñador. El mercado de lujo tiene como consumidores al 5 por ciento de la población, es decir a 6 millones de personas, así lo indicó Abraham Vergara, académico de la Universidad Iberoamericana.

Por esta razón, cada vez más marcas consideradas de lujo buscan posicionarse en el país. “Somos el segundo país en Latinoamérica, después de Brasil, en consumir este tipo de marcas y a nivel mundial ocupamos el nivel número cuatro; Se estima que en 2014 el mercado de lujo crezca 5.2 por ciento y en los siguientes dos años, se espera que sea de 15 por ciento”, explicó Vergara, también especialista en estudios empresariales.

Otra de las razones por la cual el mercado de lujo tiene éxito en México es gracias a la clase media, “algunas personas con ciertas necesidades de estatus, se endrogan; tienen una tarjeta de crédito de banco y una de tienda departamental y con eso compran. La diferencia es que a la clase alta le da igual el precio, ya que están más preocupados por la moda y la innovación en artículos y marcas. Los de clase media sí se preocupan por el costo y tienen las tarjetas llenas de deudas por estar pagando a meses con y sin intereses este tipo de productos”, mencionó el académico.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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