Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo).– La Reforma en Telecomunicaciones fue publicada el 11 de junio de 2013 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), tras un proceso de aprobación que llevó a la gente a las calles a manifestarse en contra. La guerra del mercado de agentes monopólicos comenzaba formalmente: los movimientos en los servicios de telefonía son los más recurrentes, ya que dentro de la reforma se contempla que deben eliminarse las figuras preponderantes del sector para abrir el camino a la competencia.
A 19 meses de su entrada en vigor, analistas consultados por SinEmbargo coinciden en que los consumidores serán los más beneficiados por la cantidad de ofertas de los servidores, pero al imperio de la telefonía, América Móvil, propiedad de Carlos Slim Helú, aún no se ve afectado, no le hacen “ni cosquillas” y así seguirá en el corto, mediano y largo plazos.
América Móvil tiene cobertura en 18 países, 270 millones de clientes de telefonía celular, 18 millones 900 mil accesos de banda ancha y otros 18 millones 900 mil suscriptores de televisión de paga.
Hasta antes de la aprobación de la reforma, las telefónicas tenían que pagar a Telcel, que tiene el 70 por ciento de los suscriptores, un monto extra por la tarifa de interconexión (cobro que se realizaba cuando un operador se cuelga en la red de otro para completar un servicio), que imposibilitaba a las empresas de ofrecer paquetes más competitivos.
Gonzálo Rojón, analista de The Competitive Intelligence Unit (CIU), dijo a SinEmbargo que tras la eliminación de este cobro, comenzaron a llegar a México nuevos servidores, sobre todo los operadores móviles virtuales como Virgin Mobile y Tuenti, que actúan con la infraestructura de los que ya están en el mercado; al mismo tiempo, los fijos comenzaron a ofrecer planes más agresivos.
“Cada que salga un nuevo plan habrá otro mejor o que lo iguale. Igual, en el momento en que la calidad no nos parezca buena, se podrá elegir entre otro, ya se compartirá la infraestructura, por lo que la cobertura de todos los servidores será la misma. Deberá haber mejoras en la calidad y sobre todo en los precios”, añadió.
Actualmente, las empresas de Slim tienen el 80 por ciento de los ingresos en fijo, en móvil el 70 por ciento, en banda ancha alrededor del 60 por ciento. En la opinión de Rojón, todo el proceso es de resultados a mediano y largo plazo, “los cambios se verán trimestre tras trimestre y se verá cómo Telcel comenzará a perder puntos de participación de mercado, hasta que se equilibre con los demás y podrá llegar ese día en el que poco a poco quede hasta 50 por ciento y por lo tanto pierda la preponderancia”.
En el mismo tono, el doctor Edgar López Caudana del Tecnológico de Monterrey, dijo que “el poderío de Slim está mucho más lejos de lo que nosotros pensamos. Creo que ciertos movimientos son posibles porque Slim está de acuerdo, quiere compartir rebanadas del pastel, pero las leyes en el país no están todavía para poner una competencia clara”.
LOS RESULTADOS DE LA REFORMA
La reforma estableció el fin de las figuras preponderantes por sector en México. Los analistas opinaron que aunque se han visto buenos resultados en cuanto a la competencia, los verdaderos logros podrían tardar hasta tres años en ser visibles.
En México, hasta ayer, los competidores eran Telcel (de América Móvil), Telfónica Movistar, Iusacell-Unefón y Nextel. A partir del lunes, la empresa estadunidense AT&T anunció la compra de la firma de telefonía móvil Nextel México, subsidiaria de NII Holdings, por mil 875 millones de dólares; hace unos meses, Iusacell-Unefón también fue adquirida por esa firma.
“Sí hay signos de más competencia, las empresas voltean y ofrecen mejores paquetes, de más minutos para internacionales, para celular. Telmex en 2015 tuvo que mejorar su oferta para no perder ante izzi, de Televisa. El hecho de que AT&T aparezca en escena nos habla de un competidor con historia y que puede poner en orden los intereses de los actuales monopolios. Maneja un mercado estadounidense y México tiene mucho intercambio de comunicación con ese país. Busca ser competidor serio, de renombre y podrá asentar nuevas reglas de juego.
“Televisa y Telmex ponen reglas y ven que no se estorben, se acaba la competencia.
AT&T podrá poner nuevas reglas y nuevos servicios con los que la gente los buscará y cambiaría el panorama”, expuso López Caudana.
Además, expuso que uno de los logros más publicitados por el Gobierno, la eliminación del cobro de la larga distancia, fue resultado sólo de un movimiento natural, ya que México era de los únicos países que cobraba por ese tipo de llamadas.
De acuerdo con Víctor Hugo Ortega, académico del Tecnológico de Monterrey y especialista en telecomunicaciones, esta compra marcará pauta en el mercado, ya que la competencia queda entre tres servidores.
“No se sabe si AT&T mantenga las marcas, forme alguna nueva o se quede como AT&T. Dependiendo la inversión que realice, obligará a las otras a mejorar los servicios e invertir más, ya que estará llegando a 11 o 12 millones de suscriptores, alrededor del 10 por ciento del total de los que hay en el país; el resto están repartidos entre Telcel y Movistar. Pero AT&T, como es minoritario, será beneficiado por la reforma y podrá crecer para competir”, afirmó Ortega.
