Los juristas, comandados por la jueza Claudia Escobar Mejía, solicitaron en rueda de prensa la salida del Supremo de Stalling Dávila, quien obtuvo ayer una licencia para ausentarse de su cargo por un mes tras solicitar un permiso argumentando que tenía asuntos personales que atender.

El hijo de Stalling Dávila, Otto Fernando Molina Stalling, fue detenido el 20 de mayo pasado junto a otras 16 personas por un millonario caso de corrupción dentro del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), para el cual ejerció como asesor.

El caso involucra a Juan de Dios Rodríguez, gerente del IGSS y ex secretario privado del presidente de la nación, Otto Pérez Molina, y que ahora mismo se encuentra en prisión preventiva.

“Esto es la consecuencia de la injerencia de otros poderes en la elección de las cortes. Esto es muy preocupante y no basta con la renuncia de un vicepresidente o un presidente”, aseguró este miércoles la jueza Escobar Mejía.

Escobar Mejía fue reelegida en octubre pasado como magistrada de una sala de Apelaciones, en una elección donde el Parlamento guatemalteco designó a 223 jueces, incluidos los 13 de la CSJ.

No obstante, la abogada renunció al cargo al denunciar en aquel momento “graves vicios en los sufragios”.

Su dimisión llegó en una rueda de prensa días después del proceso de elección, al argumentar que el 75 por ciento de los jueces electos en noviembre respondían a intereses del Gobierno y del Parlamento.

Tras oficializar su renuncia a la Corte de Apelaciones, la jurista volvió a una judicatura de primera instancia.

Escobar Mejía estuvo acompañada este miércoles por sus colegas Patricia Gámez, María Eugenia Villaseñor, Mirna Lorenzana y Ana Vilma Díaz, entre otros.

Gámez subrayó que la labor de Stalling, quien preside la Cámara Penal del Organismo Judicial, podría “generar dudas” en el procedimiento judicial del caso del Seguro Social y que su dimisión garantizaría que “no habrá injerencia” en la acusación contra su hijo.

El nombre de la magistrada de la CSJ también salió a luz, aunque no directamente, en otro escándalo de corrupción en las aduanas del país, destapado el 16 de abril pasado, y por el cual están detenidas 27 personas y dimitió la vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, el 8 de mayo último.

Unas escuchas telefónicas determinaron que uno de los detenidos por el contrabando aduanero el 16 de abril, Francisco Javier Ortiz, supuestamente evitó la prisión gracias a un soborno a la jueza a cargo del caso, Marta Sierra de Stalling, cuñada de Stalling Dávila.

La estructura de defraudación aduanera ingresó al menos 500 contenedores al país centroamericano, presuntamente liderado por Juan Carlos Monzón Rojas, ex secretario privado de la ahora exvicepresidenta Baldetti. EFE