El pasado 19 de junio, el candidato priista a la gubernatura de Baja California, Fernando Castro Trenti, declaró su rechazo a la comunidad gay de la entidad y a las concesiones que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) le ha dado en la Ciudad de México, y con ello terminó con la indecisión de miles de ciudadanas y ciudadanos que aún no decidían por quién votar.

Castro Trenti, quien representa a la alianza “Compromiso Por Baja California” –integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES)–, logró despertar esta semana una cruzada por el Voto Rosa.

De acuerdo con datos de organizaciones civiles se calcula que entre las personas con facultad de votar, las que están “fuera del clóset”, como dicen los activistas, suman hasta 400 mil; es decir, casi 16% del padrón electoral que, según el Instituto Federal Electoral (IFE) en BC es de 2 millones 574 mil 863 ciudadanos.

La cifra no es pequeña y menos en una contienda que las encuestas sitúan como muy pareja y a la que le quedan –a partir de hoy– apenas tres días para hacer campañas, antes de que los bajacalifornianos acudan a las urnas el próximo domingo 7 de julio.

Por eso es que las expresiones de “El Diablo”, amigo cercano del coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones Rivera, no sólo indignaron a la comunidad gay y a los ciudadanos defensores de derechos humanos en general, sino también molestaron al equipo que lo apoya y que ve este despertar del Voto Rosa como una amenaza.

En el debate del miércoles 19 de junio, el cuarto de cinco pactado entre los candidatos a Gobernador, Castro Trenti dijo:

“Lo que no quiero para mis hijos, no quiero para los tuyo, por eso no quise que mi partido se aliara (…) con el partido que es el que permite las bodas entre personas del mismo sexo, adopciones entre personas del mismo sexo con niños que van a tomar esa escuela”.

El 21 de junio, el candidato del PRI ofreció sus disculpas a éstos y a sus familias, por si pudo “haberlos ofendido”. Aclaró que su intención, al hablar sobre el tema y señalar que “no quiero para mis hijos lo que no quiero para los tuyos” y que en el Distrito Federal se hace “todo lo que aquí no queremos”, fue dejar clara la incongruencia del candidato de la otra alianza (Francisco “Kiko” Vega) y no lastimarlos ni ofenderlos.

Sin embargo, las ocho organizaciones de la comunidad Lésbico Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTI) en la entidad rechazaron las disculpas del priista.

Lorenzo Herrera María, director de la asociación civil Fondo de Asistencia para el SIDA, expuso que en Baja California, aún cuando sólo la mitad de la comunidad LGBTTI votara, unos 200 mil votantes, el Voto Rosa no se sumará a un candidato que realiza expresiones de ese tipo.

“Yo no aceptaría ninguna disculpa porque no es en contra de mi organización, es en contra del estado, de la población, de todos los homosexuales del estado, ¿quién les va a dar disculpa? Yo no puedo recibirla, lo que quiero es que se tome en cuenta a la comunidad homosexual”, declaró.

Así que el daño hecho está. Desde las redes sociales, por las calles de las principales ciudades de BC y hasta en cartulinas que se muestran en establecimientos, la comunidad LGBTI ha desplegado su propia campaña en contra del priista:

“¡No a l@s candidat@s HOMOFOBICOS!

“Actúa, Exprésate, Reflexiona tu Voto, Participa”.

Y pronto se verá qué tanta mella hace esto en las aspiraciones de “El Diablo”, el candidato al que no le gustan las parejas del mismo sexo.

Redacción/SinEmbargo

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