Ciudad de México, 27 de junio (SinEmbargo).– En los últimos cinco años el gobierno de Zacatecas, que encabeza el priista Miguel Alonso Reyes, ha realizado obras de intervención en monumentos históricos, así como diversas calles y plazas de la entidad que han afectado las construcciones declaradas por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Así lo han denunciado distintos activistas involucrados con la vida de la ciudad y organizaciones como ProAlameda A.C.
“En 2012 el Gobierno del estado a través de la entonces Secretaría de Obras Públicas realizó una intervención en el Jardín Juárez de la ciudad de Guadalupe, municipio colindante con la ciudad de Zacatecas. Dicho jardín se encuentra incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin aviso, por la noche entraron máquinas y derribaron árboles, balaustradas y el kiosko central.
“En aquel momento, la junta de protección y conservación de monumentos intentó suspender la obra. Sin embargo, el gobierno del estado lo impidió ya que había un proceso electoral en curso. Al quite salió el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), suspendió la obra que carecía de permisos. Pero terminó por autorizar la obra, el Jardín ya estaba destruido. A este asunto se le llamo “guadalupazo”, dijo Carlos López de Lara, vocero de la organización a SinEmbargo.
La agrupación civil señaló que ese mismo año, la Secretaría de Obras Públicas anunció la existencia de un proyecto para “regenerar” la Alameda Trinidad García de la Cadena en el centro histórico de la ciudad de Zacatecas. En esa ocasión la sociedad civil se organizó y realizaron acciones de protesta, logrando que el gobierno aplazara el inicio de la obra.
Diversas organizaciones sociales como ProAlameda y APAZAC presionaron para que el gobierno involucrara a la ciudadanía en el desarrollo del proyecto y solicitara autorizaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la junta de monumentos antes de iniciar la obra.
“Dos años de estira y afloja, pero finalmente se logró que el gobierno desistiera de ideas como la de convertir el kiosko del siglo XIX en una jaula para pájaros, destrozar cientos de árboles, quitar balaustradas y ornamentos o la de instalar una escultura monumental de acero, misma que amenazaba con romper con el paisaje”, detalló Beatriz Montecinos que es la presidenta de Pro Alameda A.C.
Finalmente, añade la organización, en octubre de 2014 se inició la obra con el aval de todos. Parecía que se había encontrado una forma de trabajo en la que la ciudadanía participaría en la construcción de los proyectos y, sobre todo, una forma en la que el patrimonio edificado está por encima de gustos y caprichos.
Los integrantes de la agrupación civil recuerdan que entre 2012 y 2014 la joya del barroco mexicano que es la Catedral Basílica fue también víctima de la intervención del gobierno. En un supuesto intento de restauración terminaron por probar algunos daños en la estructura y obligando a una intervención mayor.
Además, indicaron que hace un mes el gobierno de Zacatecas, sin consulta previa, sin permisos y sin socializar el proyecto demolió la Plaza de Armas. “Una semana tardó el INAH en suspender los trabajos que se realizaban, pero al final se hicieron observaciones al proyecto y terminó por autorizarlo”.
“El gobierno cree que porque esos tres sitios ya habían sido intervenidos en los años 60’s y 70’s puede hacerlo ahora. Y es que no consideran algo que es de la mayor relevancia, aquellas intervenciones fueron esfuerzos por recuperar y restaurar aquellos lugares que después de la revolución habían sido demolidos. Los esfuerzos de Don Federico Sescosse y muchos otros pretendieron evitar que los gobiernos cayera en la tentación de modernizar la ciudad”, explicó López de Lara.
Las organizaciones zacatecanas reclamaron al gobierno estatal de iniciar obras en monumentos históricos sin tener autorizaciones de instancias como el INAH.
“¡Piden perdón en vez de pedir permiso para realizar sus proyectos! ¿Por qué el gobierno se empeña en proyectos que implican movimientos de grandes cantidades de tierra? ¿Será porque es más fácil desviar recursos al decir que movieron mil toneladas de tierra que construir cosas que sí se pueden verificar?”, cuestionó Beatriz Montecinos.
En su lucha por defender el patrimonio cultural de la entidad, la organización ProAlameda A.C., subió una petición en Change.org, en la que solicita al Presidente Enrique Peña Nieto emitir una Declaratoria de Zona de Monumentos para el centro histórico de la ciudad de Zacatecas.
“En tiempos recientes la ciudad histórica de Zacatecas se ha visto sometida a presiones modernizadoras por parte de sus alcaldes y sus gobernadores. La tentación de intervenir el Centro Histórico, de cambiar su trazado urbano, de alterar la magnificencia de sus monumentos está siempre presente en quienes han dirigido los destinos de esta ciudad”, dice la petición.
Esta no es la primera vez que al Gobernador de Zacatecas se le atribuyen remodelaciones costosas en sitios históricos de la entidad. En septiembre del 2012, fue acusado de construir una lujosa habitación dentro de la Casa de Gobierno que emulaba al famoso Hotel Bellagio de Las Vegas. El costo de la inversión fue de casi 20 millones de pesos, de acuerdo con reportes de prensa local.
La inversión que hizo Miguel Alonso Reyes representó casi la mitad del presupuesto aprobado en 2011 para otorgar vivienda a personas de escasos recursos en el estado de Zacatecas, la cual fue de 49 millones 52 mil 583 pesos.
La Plaza de Armas de Zacatecas está delimitada por la Catedral y el Palacio de Gobierno de Zacatecas. Es una de las más importantes y amplias explanadas de la ciudad, cuya relevancia la exhibe como principal foro de los más importantes festivales y celebraciones que se llevan a cabo.
El Palacio de Gobierno está alojado dentro de un edificio del Siglo XVII. Antigua casa de dos distinguidos miembros de la realeza virreinal zacatecana: el Mariscal de Campo Don Vicente Zaldívar y Mendoza, y posteriormente de los Condes de Santiago de la Laguna, es uno de los pocos ejemplos de la arquitectura civil barroca del periodo colonial.
El interior alberga un patio central rodeado de salones, de los cuales destaca el salón principal llamado Salón de Recepciones. En su escalera principal, se puede apreciar un mural-relieve del artista Antonio Pintor Rodríguez.
