El CO2 y la acidificación de los océanos o cómo la vida marina repercute en el calentamiento global

27/08/2013 - 12:00 am
Foto: Wikimedia Commons
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Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).- El cambio climático está integrado por diversos factores como mayor variabilidad del clima, como la alteración de ecosistemas terrestres y el aumento global de la temperatura, el cual es de sus características más identificables. Sin embargo, la acidificación del mar se suma ahora como uno de los problemas que la integran. No obstante, de acuerdo con un estudio las consecuencias del descenso del pH en las aguas de los océanos, además de alterar la vida submarina, también induce un aumento de las temperaturas en el planeta.

Ds esta manera, dos investigaciones hechas por científicos alemanes han abordado el mismo tema y se encargan de ilustran dos caras del problema que representan la acidificación de los mares, y la manera en la que repercuten en el cambio climático, publicó Nature Climate Change.

Por una parte, investigadores del Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina, en Alemania, analizaron el impacto de las emisiones de dióxido de Carbono (CO2) en el océano y la manera en la que esto está alterando las condiciones en las que viven cinco grandes grupos de organismos emparentados (corales, crustáceos, moluscos, vertebrados y equinodermos).

“Nuestro estudio muestra que todos los grupos de animales estudiados se están viendo afectados negativamente por las mayores concentraciones de dióxido de carbono”, dijo Astrid Wittman, coautora del trabajo.

Cuando se disuelve en el agua, gran parte del CO2 se convierte en ácido carbónico y hace descender la concentración de los iones de hidrógeno (pH). Sin embargo, estos se han reducido hasta niveles con los que las distintas especies no saben como lidiar.

Los mares del planeta, por su parte, además de ser claves en la regulación climática, absorben más del 25% del dióxido de carbono liberado en la atmósfera, salvando al planeta de un mayor calentamiento.

No obstante, el aumento de las aportaciones de CO2 provocadas por el hombre ha traído como consecuencia que las capacidades de este almacén natural se vean superadas, volviéndose más acido, repercutiendo en la vida marina y, además, reduciendo su capacidad para regular el clima.

Foto: Wikimedia Commons
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En este aspecto, otros investigadores alemanes, del Instituto Max Planck para la Meteorología, dieron a conocer la manera en la que la acidificación del mar está teniendo un efecto secundario que acelera el calentamiento global.

Si bien es cierto que el aumento de los niveles de dióxido de carbono en el agua reduce el pH y altera los distintos ecosistemas marinos, hay uno en particular que, hasta ahora, los científicos no se habían detenido para valorar su impacto global en los cambios climáticos de la Tierra.

El dimetil sulfuros es un gas generado en grandes cantidades por el ciclo vital del fitoplancton y su papel en el clima es clave. Una vez en el aire, los compuestos de azufre se oxidan formando aerosoles de sulfato, los cuales cumplen la función de reflejar la luz del Sol hacia el exterior y además de funcionar como núcleos de condensación de nubes.

Sin embargo, los investigadores comprobaron que el descenso del pH del agua está reduciendo de forma paralela la creación de dimetil sulfuro por el fitoplancton y su expulsión a la atmósfera. Encontrándose así que que hay una relación directa entre la acidificación y la liberación de dimetil sulfuro oceánico.

Lo anterior reduciría la capacidad reflectora de radiación en las aguas, así como la creación de nubes, disminuyendo aún más el porcentaje de radiación que refleja respecto a la radiación que incide sobre su superficie o efecto albedo.

De esta manera, se tiene que la reducción del pH de las aguas está afectando negativamente a la vida marina; pero, además, está reduciendo la presencia de dimetil sulfuro, un gas que es subproducto de aquélla y además es uno de los espejos naturales que reflejan la radiación solar.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, el valor medio del pH del agua marina se ha reducido en 0.1 puntos. Pero, de acuerdo con las proyecciones climáticas que han hecho, para 2100, podría bajar más de 0.5 puntos. Un descenso de esta magnitud descenso iría acompañado por una disminución de hasta un 18% de las emisiones de dimetil sulfuro. lo que elevaría casi medio grado más el promedio de la temperatura global.

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