Peña Nieto quiere toma de posesión por todo lo alto; el PRI negocia fuerte para que sea en San Lázaro

27/10/2012 - 9:00 am

Ciudad de México, 27 de oct (sinembargo.mx) –  El equipo de transición del presidente electo, Enrique Peña Nieto,  está negociando que la toma de protesta para asumir la presidencia de México se realice en el salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro sin interrupciones ni altercados como ocurrió en la protesta de Felipe Calderón Hinojosa, seis años atrás.

Los diputados de la actual legislatura que encabeza Manlio Fabio Beltrones realizan  trabajos, a cinco meses del cambio de poder, con los legisladores opositores y simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador para que el evento transcurra con calma y tranquilidad, incluso se ha solicitado a los organismos internos de la Cámara de Diputados que  busquen las formas para el ingreso y salida del ex gobernador del Estado de México y evitar cualquier tipo de manifestación que se pudiera registrar el 1 de diciembre.

El pasado miércoles, los gobernadores en funciones y electos de izquierda acordaron asistir a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente constitucional de México.

Sin embargo, la senadora perredista Dolores Padierna aseguró que el hecho de que los gobernadores de su partido hayan confirmado su asistencia a la toma de posesión de Peña Nieto, no quiere decir que el PRD vaya a hacer  lo mismo.

Padierna aseguró que   la decisión sobre la actitud que asumirán aún no está tomada, ya que no han discutido la estrategia que aplicarán el próximo 1 de diciembre.

“Es una legitimidad, un reconocimiento que se le da, muy al margen de la línea política que adopte el partido, que aún no sabemos cuál va a ser, no la hemos discutido y la vamos a discutir en su debido tiempo y el día primero de diciembre la aplicaremos”, señaló.

Los mandatarios de izquierda también anunciaron que colaborarán para una reforma fiscal y hacendaria, señaló Notimex.

En el encuentro de más de tres horas en un hotel en Santa Fe, los gobernadores de Guerrero, Ángel Aguirre; Morelos, Graco Ramírez; Oaxaca, Gabino Cué; y los electos del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y de Tabasco, Arturo Núñez, advirtieron que  trabajarán por un nuevo régimen político, pues se requiere para fortalecer el Estado mexicano y de derecho.

Durante la reunión también acordaron “trabajar por una reforma fiscal haciendo de Pemex una empresa estatal fuerte, competitiva, que siga siendo de los mexicanos”, de acuerdo con Graco Ramírez.

Asimismo reconoció que se estableció una diálogo con el presidente electo que es fundamental para construir acuerdos en este país.

El 1 de diciembre del 2006, la tribuna del Congreso de la Unión amaneció tomada por diputados opositores y por  quienes apoyaban la toma de protesta de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, debido a este altercado cambiaron las leyes y  con la reforma al artículo 87 constitucional, el presidente electo puede rendir protesta ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en caso de que no existan condiciones en el Congreso, o bien, en cualquier lugar pero ante la presencia de la Mesa Directiva que en esta ocasión está presidida por el priista Jesús Murillo Karam.

Sin embargo, el equipo de Peña Nieto está planeando lo necesario para que ocurra en el Congreso como es tradición. En esta ocasión, señala Omar Aguilar de MVS Noticias, está confirmada la asistencia de los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, a nombre de los reyes de España.

Aquella mañana del 2006, cuando Calderón Hinojosa tomó posesión,  policías federales y de la Ciudad de México habían colocado barricadas en los alrededores del Palacio Legislativo de San Lázaro para evitar disturbios y manifestaciones. Mientras en el interior, perredistas y panistas seguían con sus barricadas humanas, repartiéndose la máxima tribuna de la nación.

En medio del estrado tomado, ante las cámaras de televisión transmitiendo en cadena nacional, en medio de un griterío ensordecedor, de los actores y del público, apareció finalmente Felipe Calderón, quien había entrado por una puerta trasera del Congreso junto al  Presidente saliente , Vicente Fox.

Auxiliados y protegidos por diputados del PAN, ayudantes y Estado Mayor subieron al estrado, llegaron hasta la tribuna y ahí se plantaron, mientras los opositores seguían ocupando al menos la mitad del estrado.

Vicente Fox debía colocar la banda presidencial a su sucesor, pero éste no esperó, sino que se la arrebató de las manos y se la puso él mismo en el pecho. En seguida, ante el micrófono y a pesar de gritos y silbidos ensordecedores, juró ante el mismísimo Congreso de la Unión, como la Constitución manda.

Después del juramento, sonó una grabación a todo volumen del Himno nacional, tras el cual,  el nuevo Presidente y su comitiva abandonaron el Congreso, apenas cinco minutos después de haber ingresado.

en Sinembargo al Aire

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