Lima, 26 nov (EFE).- El Ministerio de Cultura de Perú destacó hoy la importancia social y jurídica de la primera sentencia por racismo en el país, dictada el pasado 13 de noviembre por un tribunal de la ciudad centro andina de Junín.
El despacho convocó hoy a una rueda de prensa para ofrecer los pormenores de la decisión del Segundo Juzgado Penal Liquidador de la Corte Superior de Justicia de Junín por el delito de discriminación racial en agravio de Azucena Asunción Algendones.
“En marzo de 2013 recibimos la denuncia de Azucena a través de la plataforma Alerta contra el Racismo, que a la fecha ha recogido 151 reportes por discriminación étnico racial”, explicó la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena.
La viceministra agregó que el ministerio ha emitido “informes legales” y hace seguimientos “de casos como los de Azucena, que sienta jurisprudencia por tratarse de la primera sentencia con sanción penal por el delito de discriminación racial”.
El Ministerio de Cultura precisó en un comunicado que “hasta ahora las únicas sentencias penales por discriminación habían sido por casos de discapacidad.
“Esta sentencia constituye un precedente fundamental para la lucha contra el racismo y a favor del ejercicio pleno del derecho a la igualdad y no discriminación por motivo de origen, raza, lengua o costumbres”, indicó.
Consideró que, además, “es relevante resaltar que esta sentencia significa un acto de reivindicación para la población afroperuana, la cual ha sido discriminada de manera histórica” en el país.
El 13 de noviembre, el Segundo Juzgado Penal de la Corte Superior de Justicia de Junín ordenó, en primera instancia, tres años de prisión preventiva y el pago de 5.000 soles (unos 1.560 dólares) a dos funcionarios de la Empresa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (Sedam) de Huancayo, la capital de Junín.
La sentencia se dio por el delito de discriminación racial en agravio de Algendones, quien fue agredida el 20 de marzo de 2012 por una compañera de trabajo con “palabras hirientes y gestos despectivos en relación a su color de piel”.
Algendones “inició un procedimiento” interno en las oficinas de Sedam Huancayo, pero la empresa “optó por no sancionar a la persona denunciada” a pesar “de la existencia de informes y documentos que corroboraban el acto de discriminación”, detalló el ministerio.
Por este motivo, la mujer presentó una denuncia penal por la comisión del delito contra la humanidad, en la modalidad de discriminación, en contra del gerente general y del jefe de Recursos Humanos y Relaciones Industriales de Sedam Huancayo.
Algendones afirmó hoy que “fue reconfortante recibir esta sentencia” y relató que al principio nadie quiso tocar su caso y pensó en no continuar con su demanda.
“Pero tuve la fortaleza y el apoyo de mi familia e instituciones como el Ministerio de Cultura, la Defensoría del Pueblo y los medios de comunicación, las cuales me acompañaron en este largo camino por hacer respetar mis derechos”, afirmó la mujer en la rueda de prensa.
“Nadie nace racista. Somos nosotros quienes formamos el racismo. Creemos que las expresiones racistas son normales y no nos damos cuenta que hay personas que como yo, sufren con cada ataque. Somos seres humanos pero todavía no hemos aprendido a respetarnos”, concluyó.