Ciudad de México, 27 diciembre (SinEmbargo).- Desde hace décadas, los seres humanos incorporamos aparatos electrónicos de todo tipo en nuestras vidas con la idea de que van a hacerla más fácil. Esto, lejos de ser un sueño guajiro ha cumplido bastante bien las expectativas, al menos en las actividades cotidianas.
El asunto es que la innovación tecnológica no depende de sí misma, y para que está pueda redondear sus funciones necesita, forzosamente, de la interacción. Es en este punto en donde las cosas ya no fluyen también. ¿La razón? No siempre nos tratamos bien a los gadgets.
Es así que la última tendencia en la tecnología hace especial énfasis en la creación de dispositivos que, además de llevar consigo el software y las aplicaciones más recientes, también puedan protegerse a sí mismos de su más grande enemigo: el ser humano.
Hace unos días, Apple llamó la atención en este aspecto, luego de que recibiera la aprobación para una patente diseñada para proteger los dispositivos electrónicos, como el iPhone, durante una caída. Así, una de las características de la tecnología patentada que más se comentó a raíz de esta noticia es la capacidad para girar el teléfono cuando esté cae, publicó el sitio Popular Science.
La innovación de Apple previene, de esta manera, que la pantalla del popular smartphone se rompa, al forzar que el iPhone caiga al suelo con la touchscreen hacia arriba. Sin embargo la compañía enclavada en Cupertino, California no es la única que ha decidido poner manos a la obra sobre los peligros ocasionados por los descuidos humanos.
Uno de los elementos extra a los que más recurren los usuarios para proteger sus teléfonos son las fundas. Estas protegen a sus smartphones contra golpes leves. Lo cierto es que a veces una funda simplemente no es suficiente. El año pasado, Honda dio a conocer un video en el que muestra una funda para teléfono celular con bolsas de aire integradas, llamada Case N. El diseño de Honda resultó ser sólo una broma, pero otros, incluyendo Samsung y Jeff Bezos de Amazon han explorado la idea también, patentando diseños que podrían terminar de una vez por todas con la desastrosa caída de un teléfono por medio de estas bolsas o con chorros de aire.
Mientras que a diario las caídas se cobran el buen funcionamiento de infinidad de aparatos electrónicos, el agua no podría ser menos perjudicial. En el caso de la lectura, aunque dejar caer un libro en el baño o conseguir un poco de espuma del mar durante la lectura playa no es precisamente el fin del mundo, la humedad y los lectores electrónicos no se mezclan. Para impedir tragedias de este tipo, Kobo lanzó este año un e-reader a prueba de agua que permitirá a los amantes de la literatura leer sus libros electrónicos en todas partes sin importar la torpeza del usuario.
Las computadoras portátiles tampoco se salvan. Estos aparatos fueron de las primeras tecnologías que agregaron protección contra accidentes humanos, perfeccionándose al grado en que ahora muchas laptops vienen con protección activa disco duro (conocida también como protección de caída libre) que evita que se dañe el disco duro tan pronto como sensores integrados detectan una caída del aparato. Puede que no sea de mucha utilidad si la computadora portátil cae desde lo alto de un edificio, pero al menos proporciona un poco de tranquilidad para accidentes a menor altura.
Los lentes de cámara están lejos de ser baratos, y el polvo, tallones y manchas pueden dañar esta inversión valiosa. Para protegerlos, los fotógrafos pueden ahora comprar filtros especialmente diseñados para evitar daños. Este año, Kenko Tokina lanzó una nueva línea de sus filtros Hoya Evo con un recubrimiento antiestático diseñado para mantener inmaculadas las lentes de cámara sin importar el nivel de abuso al que se sometan.
Por supuesto, al final la mejor recomendación para asegurar una larga vida de los aparatos electrónicos siempre será el manejo cuidadoso y la precaución. No obstante, estás innovaciones hacen que los usuarios se sientan más seguros ante la aparición siempre repentina de los accidentes.
