Nueva York, 27 dic (dpa) – Miles de personas acudieron hoy al funeral del policía Rafael Ramos, uno de los dos agentes asesinados hace una semana en Nueva York.
Unos 25.000 oficiales en uniformes azules procedentes de todo el país hicieron fila en las calles de Glendale, distrito de Queens, cerca de la iglesia Christ Tabernacle para despedirse de Ramos.
Unos 400 policías en motocicletas encabezaron luego el cortejo desde la iglesia hasta el cementerio.
El alcalde Bill de Blasio, el gobernador Andrew Cuomo y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, estuvieron entre los asistentes a la ceremonia.
“Toda la ciudad llora por diferentes motivos, pero el más personal es que hemos perdido a un hombre tan bueno y la familia sufre tanto dolor”, dijo a los asistentes el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.
El policía de origen latino, de 40 años y padre de dos hijos, murió el 20 de diciembre al recibir disparos en la cabeza cuando estaba dentro del coche patrulla con su compañero, Wenjian Liu, de 32 años.
El atacante, Ismaaiyl Brinsley, un joven negro de 28 años, se suicidó después en una estación de metro.
Previamente había dejado amenazas contra la policía en las redes sociales y se había manifestado indignado con la muerte de dos negros durante actuaciones policiales: Michael Brown en Missouri y Eric Garner en Nueva York.
El otro policía muerto será enterrado en cuando pueda llegar de China su familia.
El vicepresidente del país, Joe Biden, señaló: “Cuando una bala asesina alcanzó a dos oficiales, alcanzó a esta ciudad y tocó el alma de toda la nación”.
En referencia a la recuperación de la ciudad tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, se mostró optimista sobre las perspectivas de resolver el conflicto.
“Esta ciudad tiene valor y carácter y ha superado los mayores desafíos. Estoy absolutamente seguro de que ese espíritu sigue presente”, manifestó.
Y añadió: “Pienso que la policía de esta ciudad con tanta gente increíblemente distinta puede mostrar al país cómo se supera cualquier abismo”.
La muerte de los dos policías se produjo después de semanas tensas que incluyeron protestas en las calles de Nueva York y en otras ciudades por parte de grupos que querían llamar la atención sobre la dureza de las prácticas policiales.
Los altercados que se produjeron entre la policía y los manifestantes en algunas de las protestas en Nueva York ampliaron la brecha entre el departamento de policía y el alcalde.
El día posterior a la muerte de Ramos y Liu, Pat Lynch, jefe del sindicato policial, atacó verbalmente al alcalde, acusándolo de haber mostrado insuficiente apoyo a la policía. Lynch señaló hoy que el debate continuará. “Hay que entender que se sienten traicionados”, explicó a la cadena CNN.
Muchos de los policías de Nueva York criticaron con dureza a De Blasio por su apoyo a las protestas contra la violencia policial. Después del doble asesinato de los agentes el alcalde llamó sin embargo a parar las manifestaciones.
Durante el funeral numerosos policías protestaron contra De Blasio. Algunos levantaron carteles, otros le dieron la espalda a la pantalla en la que se proyectaba el discurso del político.
Cuomo, en tanto, dijo que la policía de Nueva York actuó con el mayor profesionalismo incluso cuando los manifestantes le lanzaban objetos. Protegieron el derecho de los manifestantes a la libre expresión incluso cuando estaban siendo insultados, subrayó.
