Ciudad de México, 28 ene (SinEmbargo).- Son buenos tiempos para la rubia Scarlett Johansson. No sólo es candidata al Oscar (aunque “de chiripa”, como solemos decir) en el rubro Mejor Canción por su interpretación de “Before my time”, el tema que ilustra el paisaje del documental Chasing Ice y que la actriz entona junto al violinista Joshua Bell, sino que también ha tenido la fortuna de encarnar en la pantalla grande a Janet Leigh.
La musa de Woody Allen, de 28 años, encarna en Hitchcock, del debutante Sacha Gervasi (Londres, 1966), a la famosa estrella de los ’60 que protagonizara la clásica Psicosis, una obra maestra del director británico que pasará a la historia como uno de los mejores del séptimo arte de todos los tiempos.
Janet Leigh era en la década de los ’50 una de las sirenas predilectas de Hollywood y acababa de trabajar con otro director experto y autoritario, Orson Welles, en Touch on evil, pero interpretar a Marion Crane en el emblemático filme del británico se convertiría en su papel insignia, que la llevó a obtener una postulación al Oscar y a labrar un lugar permanente en la cultura popular.
Mucho se ha dicho de las supuestas “Rubias de Hitchcock”: la alineación del director de actrices protagónicas blancas, desde Ingrid Bergman y Grace Kelly a Tippi Hedren y Kim Novak, que demostraron, cada una de ellas, un aire sofisticado e inteligente, de múltiples facetas.
Como bien dicen las notas de prensa del filme que llega a México este 1 de febrero, fueron mujeres férreas, sexualmente atractivas, pero indescriptiblemente remotas, habitantes de lugares en riesgo, las que poblaron el paisaje fílmico de Alfred Hitchcock.
“Lo que lo intriga es la paradoja entre el fuego interno y la superficie fría”, dijo el francés Francois Truffaut cuando le tocó entrevistar al creador de La ventana indiscreta y Extraños en un tren, entre otras.
Para interpretar a Leigh, Gervasi fue tras una actriz con una excepcional habilidad para moverse de lo moderno a lo clásico.
“Nunca he conocido a una mujer de su edad que sea tan segura de sí misma, articulada, inteligente y que entienda su propia personalidad”, dice el joven director acerca de su estrella Scarlett Johansson.
“Janet Leigh estaba casada con Tony Curtis y tenía dos hijos, así que no encajaba en esa categoría de la rubia imposible de conseguir. En realidad no estaba disponible porque era esposa y madre y también era una mujer divertida, sexy y guía, que fue capaz de tener algo más parecido a una amistad con Hitchcock”, dice Scarlett acerca de su personaje.
“En la película, su relación profesional es una oportunidad para ver el lado más juguetón de Hitchcock, ese lado travieso y pueril”, agrega la joven estrella, quien para darle sustancia a su papel pasó mucho tiempo con la hija de Janet Leigh, Jamie Lee Curtis, quien le aportó un entendimiento más profundo.
“Jamie fue encantadora y su apoyo fue invaluable, podías ver a una hija muy orgullosa. Me envió unas bellas fotografías familiares y hablaba muy bien de su madre, como todos en la industria. De todo lo que he escuchado y leído de ella, saqué la conclusión de que era una mujer muy centrada y humilde, y antes que nada, una mamá maravillosa, que creo que me sirvió mucho de referencia”, afirma Johannson.
Para la rubia ex esposa de Ryan Reynolds, no obstante, lo mejor fue trabajar con Anthony Hopkins, el gran protagonista del filme de Gervasi.
“Tiene una presencia extraordinariamente notable —casi como un león al acecho que encuentra justo el momento adecuado para atacar. Es increíble sentir ese tipo de energía viniendo hacia ti. Hitch no hubiera podido ser interpretado por un actor de menor talla”, comenta.
“Creo que Anthony tiene toda la dulzura, tristeza e inteligencia que se requerían. Todo estaba ahí en el escrito, pero experimentar de verdad a Tony como Hitch fue una de esas cosas que sólo se da una vez en la vida”.
