Sólo la mitad de los jóvenes completó el bachillerato en 2012, alerta el INEE

28/01/2015 - 9:58 pm

México, 28 Ene (Notimex).- Sólo la mitad de la población de 20 a 24 años completó la educación media superior en 2012, con una ligera ventaja de 51.7 por ciento de las mujeres sobre los varones con 48 por ciento, detalló Teresa Bracho González, consejera del INEE.

Entrevistada en el marco de la presentación del libro “Caminos desiguales. Trayectorias educativas y laborales de los jóvenes en la ciudad de México”, la experta destacó que la desigualdad se amplía entre distintas subpoblaciones de jóvenes de este grupo de edad.

Por ejemplo, completan este nivel educativo apenas un tercio de los que residen en áreas rurales en contraste con 57 por ciento de los que residen en zonas urbanas.

Otro dato es que de cada 100 que viven en condiciones de pobreza alimentaria, sólo 23 personas terminan esos estudios, a diferencia de 62 por ciento de quienes residen en hogares no pobres, detalló la consejera del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Durante la presentación en el Colegio de México de esta obra, coordinada por Emilio Blanco, Patricio Solís y Héctor Robles, se destacó que es un análisis de los resultados de la Encuesta sobre las Trayectorias Educativas y Laborales de los Jóvenes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 2010 (ETEL).

Este trabajo es producto de la colaboración del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, la cual plantea promover el desarrollo de una agenda de investigación.

De esta forma se pretende aportar más elementos para evaluar al Sistema Educativo Nacional, que tiene la obligación de dotar de una educación de calidad a todos nuestros niños y jóvenes.

Por un lado, las estadísticas educativas de inicio y fin de ciclo escolar posibilitan el cálculo de indicadores relativos al tránsito de los alumnos entre grados y niveles educativos.

Tales datos son una aproximación a las mediciones del flujo escolar real que conllevan sesgos de consideración, especialmente cuando altos porcentajes de niños o jóvenes de otras generaciones escolares regresan a sus estudios.

Por otro lado, las encuestas de hogares y los censos de población proveen estadísticas sobre la asistencia a la escuela y la escolaridad, que permiten conocer cuántos niños y jóvenes no asisten a la escuela, quiénes son y dónde se encuentran.

No obstante, de ambos tipos de información no puede inferirse la dinámica escolar que seguirán, por ejemplo, quiénes de aquellos que interrumpieron sus estudios mayormente se reintegrarán a ellos, cuántos lo hacen, en qué momento y cuál es la probabilidad que tendrán de concluir los niveles educativos obligatorios.

Responder a estas cuestiones, subrayó Bracho González, es fundamental para orientar el diseño de políticas públicas que garanticen el derecho a la educación obligatoria de todos los niños y jóvenes.

Destacan dos hallazgos del estudio que no es posible derivar de la información disponible: casi una quinta parte de aquellos que interrumpen sus estudios antes de los 18 años retornan a la escuela en un periodo de hasta un lustro, luego de su salida.

Entre los jóvenes de 20 a 29 años, en tanto, casi 45 por ciento de los trayectos escolares y laborales siguen una secuencia donde ocurre primeramente la suspensión de los estudios y, posteriormente, el primer ingreso al trabajo.

Sin embargo, la frecuencia de los trayectos donde primero se trabaja y después se interrumpen los estudios es también relativamente alta, con un promedio de aproximadamente 38 por ciento, destacó la consejera del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

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