Qué onda con la participación ciudadana y por qué es clave para los animales

28/01/2018 - 12:02 am

“Participar no es únicamente presionar a los políticos. También se trata de saber qué hacen las corporaciones privadas y pedirles que cambien”, escribe Blanka Alfaro, vicepresidenta de Mercy For Animals.

Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).– Cuántas veces hemos escuchado que “los mexicanos somos apáticos”, que sólo los partidos de la Selección nos convocan y que “por eso es que estamos como estamos”. Y cuántas veces hemos estado de acuerdo con estas afirmaciones. La verdad es que esto de la participación ciudadana es un asunto más bien reciente en nuestro país. Fue apenas en los años 90 cuando algunos estados empezaron a crear instrumentos para acercar a los ciudadanos al proceso de toma de decisiones que afectan sus comunidades. Hoy contamos con más herramientas de participación, tanto formales como informales, y tenemos que aprovecharlas para que nuestros intereses y preocupaciones sean tenidos en cuenta por aquellos que nos representan.

Para las personas que trabajamos defendiendo a los animales, participar en las decisiones políticas no es una opción. Debemos hacerlo si queremos que haya cambios sustanciales en la forma como las gallinas, las vacas, los cerdos y otros animales explotados como alimento son tratados en las granjas industriales y los mataderos. Y también debemos hacerlo si no queremos que se aprueben leyes que podrían lastimarlos aún más. Esto último fue justamente lo que sucedió en Nuevo León en mayo de 2016 cuando, gracias a la presión ciudadana, el gobernador vetó una ley que habría ido en detrimento de los animales.

Debemos participar en las decisiones políticas si queremos que cambie la forma como las gallinas, las vacas, los cerdos son tratados. Foto: Mercy For Animals

En unas semanas tendremos la oportunidad de alzar nuevamente nuestra voz a favor de quienes no pueden defenderse por sí mismos. La #LeyRastrosSinCrueldad, aprobada por la Cámara en octubre del año pasado, será discutida en el Senado y es imprescindible que les hagamos saber a nuestros representantes no sólo que los animales nos importan, sino que es su deber escuchar el clamor de los ciudadanos. Para estar al tanto del proceso y actuar con nosotros a favor de los animales, suscríbete al boletín informativo de Mercy For Animals o síguenos en Facebook y Twitter.

Participar no es únicamente presionar a los políticos. También se trata de saber qué hacen las corporaciones privadas y pedirles que cambien su modo de operar si quieren continuar teniendo nuestro apoyo como consumidores. Por ejemplo, podemos pedirles a los grandes supermercados que se aseguren de que sus proveedores de huevos no enjaulen a las gallinas, obligándolas a padecer un infierno. Así mismo, podemos contactar a quienes administran nuestros restaurantes favoritos para pedirles que consideren el bienestar animal a la hora de decidir con quién hacen negocios.

Es claro que para participar es necesario estar informado. Por desgracia, años de estar expuestos a la publicidad engañosa nos han hecho pensar que la carne, la leche y los huevos provienen de lugares donde los animales viven felices. Nada está más alejado de la realidad. Las gallinas, los cerdos, las vacas y otros animales confinados por la industria alimenticia sufren abusos indescriptibles.

Cuando nos hacemos conscientes de la crueldad infinita que hay detrás de algunos de los alimentos que ponemos en nuestra mesa, no podemos pretender que nada sucede. Sí, vivir sumidos en la ignorancia podría parecer más cómodo. El problema es que, sin querer, nuestro silencio se convierte en un arma para aquellos a quienes no les importa que los animales sean torturados hasta la muerte. Una manera que todos tenemos a la mano para pronunciarnos en contra de la crueldad animal es dejar de consumir los productos que se derivan de ésta. Por fortuna, no hace falta comer animales para llevar una vida saludable. Por el contrario, nuestra salud se beneficia al dejar a los animales fuera del plato.

Entonces, sea cual sea el tema que nos preocupe como ciudadanos, no debemos quedarnos callados. Es nuestro derecho, pero también nuestra responsabilidad, estar informados de lo que sucede en todos ámbitos que nos afectan, desde el vecindario hasta el país, y expresar nuestra opinión. Usando los mecanismos formales e informales a nuestro alcance podemos combatir todo aquello que está mal. La aprobación de la #LeyRastrosSinCrueldad en la Cámara es una muestra de que la participación ciudadana sí funciona. Y está en nuestras manos asegurar que su paso por el Senado en unas semanas también se convierta en un éxito para los animales. Sé su voz, únete a nosotros y participa. Los animales nos necesitan.

Blanka Alfaro
Especialista en diseño y mercadeo. Cuenta con una amplia trayectoria en el trabajo con organizaciones nacionales e internacionales de protección a los animales. Ha gestionado el rescate y el traslado de grandes felinos a santuarios en los Estados Unidos. Se desempeñó como Vicepresidenta en México y Vicepresidenta Senior del área Internacional en Mercy For Animals. Desde el año 2010 ha concentrado su trabajando en la creación y la gestión política de propuestas legislativas para mejorar la protección de todos los animales en México. Co-fundadora del primer santuario para animales de granja en México “Santuario Libres al Fin!”, Co-fundadora y Directora Ejecutiva de Liberum.
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