Las marchas por “El Chapo” exhiben el vacío del Estado en México y la erosión de la miseria: analistas y políticos

28/02/2014 - 12:05 am

Por Shaila Rosagel, Linaloe Flores, Xanath Lastiri, David Martínez y Marco Antonio Martínez

Marcha exhibe vacío del Estado y falta de credibilidad en instituciones. Foto: Cuartoscuro
Marcha exhibe vacío del Estado y falta de credibilidad en instituciones. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 28 de febrero (SinEmbargo).– Las manifestaciones y marchas en los municipios de Culiacán, Mocorito y Salvador Alvarado, en Sinaloa, en las que se pidió la liberación de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, reunieron símbolos en los que el gobierno federal debe poner un foco inmediato porque demuestran un vacío del Estado al brindar las necesidades básicas de los habitantes, coincidieron especialistas y políticos.

Abel Meza Sandoval, defensor de los Derechos Humanos y experto en el fenómeno del narcotráfico en la región norte del estado, afirmó que  la crisis de valores y ausencia de credibilidad en las instituciones son los principales reflejos de esa manifestación de miles de sinaloenses.

Otros analistas en la materia refieren que ante la desigualdad social que existe entre los habitantes, es fácil ver a un hombre que les ha ayudado a crear carreteras y proporciona servicios –función principal del Estado– como un benefactor e incluso como un héroe.

El miércoles pasado, decenas de personas marcharon en distintos lugares de Sinaloa para exigir la liberación del que fuera “el hombre más buscado del mundo”. “‘El Chapo’ defensor y protector del pueblo, exigimos su liberación”, “ONU que el Gobierno Mexicano respete los derechos humanos”, “Arriba ‘El Chapo’”, “Te quiero Chapo”, “Liberen al Chapo”, eran algunos de los mensajes que los manifestantes gritaron y promovieron en mantas y cartulinas.

El Investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez, dijo que “es difícil saber quiénes de los que iban a manifestación lo hacían por temor a perder beneficios o ayuda, y quiénes puedan ser orgánicamente del narco, ya sean sicarios o halcones. Es difícil saber quiénes corresponden a una situación y quiénes a otra”.

“Pero para mí es una manifestación de ausencia del Estado, que en muchos lugares no tiene presencia porque prefieren que crezca el narco, porque hay corrupción, porque muchas veces el dinero destinado a obra pública termina en corrupción y enriquecimiento de políticos, en el aprovechamiento de cacicazgos locales de familias que se han enriquecido con dinero público”, agregó el experto.

Sin embargo, afirmaron políticos, el gobierno debe poner énfasis en lo ocurrido y considerarlo como un foco rojo.

“En un Estado de Derecho, en un México que busca imponer el orden sobre la delincuencia, de ninguna manera son saludables este tipo de manifestaciones, que estoy seguro tienen atrás un interés específico que riñe con la legalidad”, expresó Manlio Fabio Beltrones, coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados.

HÉROE Y BENEFACTOR

Para muchos habitantes es héroe y benefactor. Foto: Cuartoscuro
Para muchos habitantes es héroe y benefactor, afirman especialistas. Foto: Cuartoscuro

Para el psicólogo y especialista en neurociencias de la conducta, Óscar Galicia Castillo, este tipo de movimientos sólo son posibles en un ambiente de injusticia social, que incluso fomenta la delincuencia como una forma de vida por encima de la vía legal.

“No parece que sea una marcha espontánea, y espontánea o no, nos habla de un fenómeno social muy importante… esto es que “El Chapo” se convirtió en una opción laboral, de beneficio social que no se obtiene por las vías legales”, agregó el doctor en Investigación Biomédica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“El que opten por el crimen organizado inclusive por encima de saber que es una opción inmoral, es muy sintomático de una situación de desesperanza, de pobreza y de falta de  oportunidades en ese estado”, dijo el también académico en la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe.

El especialista explicó que  hay situaciones socioeconómicas que no han sido atendidas, como las económicas, las educativas o  de salud, y que “se vuelven un caldo de cultivo para organizaciones [las del crimen organizado] que ofrecen lo que el Estado no ha podido dar, un estado de oportunidades de desarrollo”.

El investigador del IMDHD, Edgar Cortez, explicó que la corrupción tiene un alto costo porque hace que el dinero púbico no cumpla el propósito de generar programas de beneficio social.

Fue presentado recientemente –dijo– un informe del Banco Mundial que dice que en México y Centroamérica siguen creciendo la pobreza y la riqueza concentrada. Ver realidades como esa, cómo se conectan para que aparezcan personajes como estos del narcotráfico que a nivel local son vistos como benefactores.

En esto ahonda René Jiménez Ornelas, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),  quien explicó que “El Chapo” Guzmán y el Cártel de Sinaloa emplean a la población en general (jóvenes, adultos, mujeres) para producir y transformar la droga, pero también “ayudan a la gente cuando tienen algún problema económico, cuando enfrentan alguna enfermedad; es decir,  las mismas personas sabían que contaban con estos personajes”.

Además dijo que los narcotraficantes están creando empleo y satisfactores que ayudan a la población  como a “abrir caminos y pagarles las fiestas” y recordó cómo en épocas como la Navidad, estos personajes hasta les llevan regalos, lo que provoca el reconocimiento de los narcotraficantes como una figura de poder. El especialista planteó que, incluso, encuestas han revelado que los niños quieren ser capos cuando sean grandes: “Cuando se les pregunta qué quieren ser cuando sean grandes, ellos contestan: ‘yo quiero ser narco'”.

Por su parte, Julio Hernández Barros, académico del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana (UIA) y especialista en víctimas, consideró que la marcha de civiles a favor de “El Chapo” tiene dos lecturas y ambas están relacionadas con la marginación.

“Puede ser que hayan marchado porque los grandes capitales del narcotráfico llevaron desarrollo a donde el Estado se ha olvidado o también pueden ser huestes pagadas por el narcotráfico. La marginación del país hace que sean víctimas para ambos escenarios y habría que voltear más hacia las víctimas, hacia la gente”, dijo.

Hernández Barros indicó que “los huecos se llenan” en donde el Estado falla y es probable que la población de Sinaloa se vio beneficiada por “programas de desarrollo social del narco”.

“Los huecos se llenan y si el Estado ha dejado de hacer algo, eso genera una percepción en la población de que el crimen sí paga. Otra que sea gente a sueldo, no encuentro una razón clara del porqué la gente está marchado por ‘El Chapo’, pero buena parte de la sociedad vive en condiciones de poca dignidad por la marginación”, dijo.

El experto en víctimas indicó que cualquiera de las dos hipótesis debe alertar al gobierno y desarrollar programas de desarrollo social para esas comunidades.

“Lo que refleja es que el gobierno abandonó en buena medida… todos los gobiernos abandonaron en buena medida su responsabilidad de atender las demandas sociales. El Estado abandonó la función de atender la problemática social y fundamentalmente la capacidad de impartir justicia y atender la problemática de toda índole, entre ella, por supuesto, el tema del desarrollo”, expresó el coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en San Lázaro.

HARTAZGO POR LA GUERRA

Durante la marcha del miércoles pasado hubo también otro símbolo del conflicto social y la seguridad. Uno de ellos, incluso, fue escrito en las cartulinas que portaban los manifestantes: “El hartazgo de una guerra que a muchos ya les resulta absurda. La institución gubernamental mantiene al Ejército en Sinaloa, pero eso no le brinda seguridad a las personas; sino la creencia fija que la violencia continuará. ‘El Chapo’, como símbolo, era una coraza”.

El luchador social Abel Meza explicó que “mientras exista abismo entre la opulencia y la miseria, estas manifestaciones van a ocurrir. Y a estas alturas de la crisis de violencia, ya no podemos negar la realidad. El narcotráfico se ha vuelto un camino y está presente en todos los niveles sociales”.

Asimismo reconoció que desde 1977, cuando el gobierno federal impulsó la Operación Cóndor en la Sierra Madre Occidental, el sinaloense no se ha recuperado de un trajín incesante de violencia: “La batalla no fue para erradicar el supuesto narco de la época; sino para perseguir campesinos cuya única opción era la tierra”.

Horas después de la detención del capo, una mujer que vive en Badiraguato, el mismo municipio donde nació “El Chapo”, reflejó el escenario. “¡No lo vamos a volver a ver!”, exclamó con las palabras cortadas y ahogadas, Marta Sánchez, y dijo que le panorama inmediato era de zozobra y miedo.

Sostuvo sin reparos que “El Chapo” Guzmán representó para los de esa tierra la protección más certera dada  la expansión de los cárteles formados en Michoacán y Tamaulipas, como Los Zetas. La más certera y la única. Marta admitió que aunque Badiraguato es el municipio al que se le adjudica haber dado al mundo “capos” poderosos del narcotráfico, no cuenta con seguridad por parte de ninguna autoridad, ni federal ni estatal.

“Nos sentimos tristes… Ya ve lo que está pasando en Tamaulipas y Michoacán. Y eso, aquí no lo tenemos. Y haga de cuenta que nosotros nos sentíamos protegidos por él (por “El Chapo”). Es un personaje muy mencionado a nivel nacional, a nivel internacional. Si usted quiere, claro, en el mundo de las drogas. Pero también tenía algo bueno: aquí no entraban criminales. Criminales como Los Zetas que eran terribles. Aquí no se paga derecho de piso. Aquí todos trabajamos a las posibilidades de uno, pero sin pendientes de secuestros. Sin nada de eso, porque teníamos el respaldo de que en estas regiones, él tiene a su familia, y aquí lo protegen a uno…”, dijo sin tapujos.

LA CONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES

En diciembre pasado, 68 por ciento de los mexicanos de 18 años y más consideró que, en términos de delincuencia, su ciudad era insegura. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)  informó que uno de los factores se debe al mal desempeño de la policía.

Sobre la percepción sobre el desempeño de las policías estatales y municipales para prevenir y combatir la delincuencia, el Inegi dio a conocer que 69.6 por ciento de los entrevistados consideró este desempeño como poco efectivo o nada efectivo en sus labores relativas a la prevención y combate a la delincuencia.

Las instituciones hace mucho perdieron la confianza de la ciudadanía, la mayoría de las encuestas que hablan de confianza en las instituciones van a la baja, mencionó Edgar Cortez.

“La gente no confía en instituciones policíacas, de seguridad, menos en los gobiernos porque ve que no hay respuesta o resultados. Hoy tenemos una clara debilidad y descrédito en la mayoría de las instituciones y eso favorece ese tipo de realidades. Esto debiera llamar la atención de la clase política porque lo que están recogiendo es fruto de su mal trabajo, de su corrupción, ineficiencia e incapacidad y de que han visto a la política como una vía de provecho propio y no de servicio a la sociedad”, comentó.

Del mismo modo opinó Abel Meza, quien dijo: “La autoridad competente debe admitir que los programas preventivos y sociales han fallado estrepitosamente. Como también han fallado las instituciones a cargo”.

LA MARCHA DE LA DIGNIDAD

Ciudadanos responden y convocan a otra marcha por la dignidad de Sinaloa. Foto: Noroeste
Ciudadanos responden y convocan a otra marcha por la dignidad de Sinaloa. Foto: Noroeste

En cuanto a la nueva marcha que se realizará por la dignificación de Sinaloa y que está programada para el próximo sábado, Óscar Galicia, experto en psicología, alertó que se debe encontrar el origen de ambas marchas para descartar que tengan intereses políticos.

“Habría que ver si esta otra marcha no está politizada y sea movida por un grupo político que intente lavarse las manos de estos problemas, y que en vez de atacar el problema trate de manipular a la opinión pública. Hay que estar muy atentos para ver si esa marcha en verdad es una forma de dignificación de la gente de Sinaloa comprometida con la legalidad, pero no podemos adelantar juicios”.

Aunque los movimientos aseguraran ser totalmente ciudadanos, existe un fantasma de confrontación en caso de que ambos grupos antagónicos choquen, abundó Galicia Castillo. “Hay que tener mucho cuidado con las manifestaciones, quién las organiza y si existen fines de manipulación de las mismas”, destacó .

Tras la manifestación en favor del líder del Cártel de Sinaloa, ciudadanos realizaron otra convocatoria a través de redes sociales para que el próximo sábado salgan a la calle a marchar por la dignificación de la entidad.

La movilización está convocada para el 1 de marzo y se realizará a partir de las 12:00 horas.

“Ya no basta con quejarse en las redes sociales, hay que salir a la calle!”, reza la invitación.

“PORQUE EN SINALOA SOMOS MÁS LA GENTE BUENA. Hagamos nuestra marcha por la paz y justicia social, por los reclamos reales del pueblo y en contra de la cultura buchona. !A levantar la cara y sacudirnos la vergüenza! Este Sábado a las 12 del día saliendo de La Lomita, lleva a tu familia, mascota, paraguas, agua para beber, bloqueador solar, no habrá gollete ni acarreados. !ASISTE!”.

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