Caracas, 28 Mar (Notimex).- El dirigente agropecuario venezolano, Ramiro Manuit, dijo que nadie puede poner en duda que el país vive una crisis que se refleja en una drástica caída de la producción nacional y una inflación de 102 por ciento en el sector alimentos.
“Esta situación exige una rectificación en la política económica con carácter de urgencia”, precisó Manuit, secretario general de la Asociación de Productores Agropecuarios del Estado Zulia y exdirectivo del extinto Instituto Agrario Nacional (IAN).
Manuit señaló a Notimex que a los productores les preocupa la alta inflación que sufre la población, la escasez de productos de primera necesidad y la situación cambiaria que limita la adquisición de materia prima para producir bienes de todo tipo.
Agregó que 2014 fue un año de resultados poco alentadores para el sector agrícola nacional, pues de los 12 principales rubros que representan 80 por ciento del valor de la producción agrícola total, en ocho de ellos cayó la producción.
Explicó que aparte de los efectos climáticos, lo que terminó de menguar la producción fue la restricción de divisas para la importación de bienes y materia prima necesarios para obtener un mayor rendimiento de las cosechas.
Asimismo resaltó que los atrasos en el abastecimiento de semillas, agroquímicos, fertilizantes, maquinarias y repuestos han representado nudos críticos de profundo desestímulo para la producción.
Sentenció que estos atrasos afectaron con mucha fuerza la producción de maíz, tomate, sorgo, pimentón, caña de azúcar, café, girasol, papa, arroz y otros.
Por otra parte, la Confederación Venezolana de Industriales (CONINDUSTRIA) presentó una propuesta al Ejecutivo Nacional, basada en varios temas claves que a su juicio permitirán enfrentar la escasez y propiciar una economía más sólida.
Entre esos temas destacan la necesidad de ajustes oportunos en los precios, libre flujo de bienes y servicios, acceso a las materias primas y autorización y entrega de las divisas para la importación.
Los directivos zulianos sostuvieron que el gobierno debe propiciar un sistema cambiario libre y único que elimine las distorsiones causadas por los diferentes tipos de cambio, lo que generaría desconfianza en los inversionistas.
“Es importante además que cesen los ataques contra la empresa privada y que se fortalezca la seguridad jurídica”, solicitaron finalmente los directivos del organismo empresarial.
