Adiós a Jon Stewart: ¿Y ahora quién podrá defendernos?

28/04/2015 - 12:00 am

El comediante deja The Daily Show el próximo 6 de agosto. Foto: Facebook

Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- “No me voy a censurar para satisfacer tu ignorancia”: una de las máximas del comediante estadounidense Jon Stewart, quien a los 52 años de vida y 16 al frente del  The Daily Show, donde ha aprendido a cultivar una voz crítica y sarcástica para analizar la realidad de su país y los hechos más relevantes del mundo, pronto dejará la pantalla y su show para dedicarse de lleno a la dirección de cine, otra de sus grandes pasiones.

Suele decir este judío neoyorquino de sonrisa encantadora y una capacidad impresionante para reaccionar con velocidad en diálogos con celebridades, políticos, dirigentes de ongs que han disfrutado como un gran privilegio pasar por su programa, que conducir el The Daily Show supone tener el trabajo perfecto.

No obstante, la vida pasa y nos vamos poniendo aburridos y eso parece ser el motor que impulsó su autodespido, un hecho que lamentan los millones de espectadores, sobre todo jóvenes, que gracias a su destreza para bordar el sarcasmo más fino, enarcar las cejas y mirar con voluntad cómplice a la cámara para desconfiar de toda ortodoxia conformista, lograron interesarse por la política nacional y desconfiar del discurso del stablishment cuando de entender algunos hechos internacionales se trata.

Cita la CNN que en una encuesta de 2012, el Centro de Investigación Pew para el Pueblo y la Prensa encontró que el 39% de los televidentes regulares de The Daily Show tenía entre 18 y 29 años, lo que comprueba su alto grado de influencia en la población más joven de los Estados Unidos.

“No es que me pareció que el show no funcionaba más o que yo no sabía cómo hacerlo. Era más como sentir que sí está funcionando, pero ahora no recibo la misma satisfacción”, le dijo Stewart, nacido como Jonathan Stuart Leibowitz el 28 de noviembre de 1962 en Nueva York, a la periodista de The Guardian Hadley Freeman, en una larga entrevista publicada el 18 de abril pasado.

“Estas cosas son cíclicas. A menudo tienes momentos de insatisfacción y sales de ellos con facilidad, pero cuando los ciclos comienzan a ser más largos y arraigados, te das cuenta de que ya no estás al frente como antes”, agregó este hombre producto del nuevo lenguaje televisivo, verdadero hijo de la MTV, el boom de los ’90, desde donde llegó en 1999 al The Daily Show, para reemplazar a Craig Kilborn y de paso hacerse un lugar de gran notoriedad como la voz aguda y de sentido común en la pantalla chica estadounidense.

Fue actor de películas románticas antes de comediante y presentador de noticias. Ahora es director de cine y como tal ha logrado llevar a cabo una ópera prima, Rosewater, más que interesante, donde nuestro Gael García Bernal encarna al periodista londinense Maziar Bahari, quien en 2009 fue detenido y torturado en Irán durante más de 100 días, por haber enviado imágenes de disturbios callejeros durante las elecciones iraníes a la BBC.

El tema de su primera película indica por dónde “irán los tiros” de su cine, donde al parecer piensa explorar Stewart el interés que le despierta el nuevo mapa del mundo, donde su país Estados Unidos ya no es la potencia irrefutable del pasado y donde Rusia, China, India, el propio Irán y hasta Latinoamérica, funcionan como un contrapeso destinado a transformar definitivamente el tablero de ajedrez internacional.

Hombre que ha construido un discurso periodístico sólido en un contexto impropio como la pantalla chica y masiva, Jon es también un hombre interesado en la evolución de un oficio que ha encontrado en las redes sociales y en los “informadores espontáneos”, un nuevo cauce y profundos desafíos.

“Los periodistas profesionales pasan un momento difícil, porque aumentan los periodistas ciudadanos y los reemplazan. La información es cada vez más democrática. Lo que la película muestra es la importancia del periodismo ciudadano en todo el mundo”, dijo en la conferencia de prensa donde dio a conocer Rosewater.

“Una de mis fotos favoritas es la grabación de la destrucción de las antenas parabólicas; ese gobierno piensa que pueden crear todos estos obstáculos y barreras en el camino del periodismo profesional y luego un periodista ciudadano lo filma y lo pone en YouTube o Facebook o Twitter y todo el mundo se entera”, agregó.

LA VOZ CRÍTICA, LIBERAL Y SARCÁSTICA

¿Qué extrañaremos de Jon Stewart al frente de The Daily Show? Sin duda su monólogo inicial, donde el sentido común, el humor y la osadía lo convirtieron en un gran adalid del liberalismo estadounidense, algo así como un izquierdismo soft que resulta revolucionario y profundamente provocador en el tan arraigado conservadurismo que pretendió esconderse durante muchos años –y lo logró- tras los vestidos de un patriotismo mal entendido en el gran país del norte.

Sus cejas enarcadas, el rostro cómplice frente a la cámara. Te extrañaremos, Jon Stewart. Foto: Facebook

A Jon lo adoran los demócratas, los que creen en un mundo más justo y los librepensadores buenos de corazón que no consideran que para que una persona viva bien necesariamente otras 100 tengan que ser miserables.

Lo odian los republicanos y sin duda jamás será invitado a tomar el té por algún miembro del Tea Party. Y desde Rosewater lo odian los islamistas fanáticos que lo ven como un intelectual a sueldo del sionismo y la CIA.

Lo extrañaremos también por sus entrevistas, donde hizo gala de una inteligencia deslumbrante y, sobre todo, un humanismo que suele estar ausente en muchos de sus colegas, empeñados más en mostrarse brillantes y acusadores que en sacar verdades en medio de risas y gestos incluso de ternura frente al entrevistado.

Es un hombre solidario que ha hecho una gran tarea ayudando a sus compatriotas luego de los atentados del 11 S y es un periodista perspicaz que no dudó en poner el dedo en la llaga cuando en plena crisis económica mundial el ex presidente George Bush nacionalizó la banca, al mejor estilo de los postulados de izquierda que siempre combatió.

Su labor al frente de The Daily Show le ha valido 18 Grammy, un premio que solía recibir sino con cansancio al menos con cierto desdén propio de quien no trabaja para los reconocimientos.

Prefiere pasar momentos con su familia –integrada por su esposa de toda la vida, Tracey Stewart y los pequeños hijos de la pareja, Nathan (10 años) y Maggie (9)- antes que asistir a las galas de Hollywood y cubrir las elecciones de su país antes que perder tiempo en los rimbombantes actos de la farándula nacional.

Precisamente, son las elecciones de 2016 en los Estados Unidos lo que han exhortado a Stewart a  dejar su programa el próximo 6 de agosto, una última función cuyas entradas de público al plató serán subastadas para recaudar dinero que irá a  la organización Night of Too Many Stars, que trabaja a favor de los niños con autismo.

Lo reemplazará el comediante sudafricano Trevor Noah. Foto: Facebook
Lo reemplazará el comediante sudafricano Trevor Noah. Foto: Facebook

“He cubierto las elecciones cuatro veces y no creo que haya nada distinto en esta.También sentí que, para el show, no quieres dejar las cosas a medias. Por eso creo el mejor punto de partida es tener algo que te dé combustible como una campaña presidencial. Pero en verdad, el valor del show es más profundo que mi contribución”, dijo Jon, quien al frente de The Daily Show será reemplazado por el comediante sudafricano Trevor Noah.

Para el recuerdo quedan su emoción sincera cuando la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai contó sus vivencias cuando trataron de asesinarla en un autobús escolar los fanáticos que no quieren que las mujeres estudien, la entrevista al Presidente Barack Obama –donde admitió que tal vez el lema de su campaña electoral tendría que haber sido “Sí se puede, pero…- y las parodias como la dedicada a Star Wars junto a su colega Stephen Colbert, entre muchísimos momentos gloriosos de The Daily Show.

De todos modos, donde quiera que esté después de agosto Jon Stewart, siempre será ocasión de disfrutar de una inteligencia luminosa y de una bonhomía que bien hace en estos tiempos de tanta amarga decadencia.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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