La red que por 30 años sostuvo al cura Córdova Bautista se cae: El Vaticano lo expulsa y la CEAV pide ir a fondo

28/05/2014 - 12:04 am
El padre Córdova en una fofo de hace tres décadas, cuando habrían iniciado los abusos. Foto anexada a expediente
El padre Córdova en una foto de hace tres décadas, cuando habrían iniciado los abusos. Foto anexada a expediente

Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).– Hasta hace un mes, el ex padre Eduardo Córdova Bautista, acusado de al menos 100 casos de pederastia, gozaba de total impunidad por parte del gobierno de San Luis Potosí, del Arzobispado de la entidad y de la misma Santa Sede.

Este martes, las influencias del cura con el poder comenzó a desmoronarse: El Vaticano anunció su expulsión y su caso llegó hasta la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que ofreció asesoría legal y jurídica a las presuntas víctimas, y se pronunció porque se ejerza una investigación a fondo no sólo al sacerdote sino a las instituciones religiosas y civiles que, pese a las denuncias en su contra, permanecieron mudas durante tres décadas.

Las denuncias que tienen al cura más cerca de ser presentado ante la ley se hicieron más álgidas al conformarse un expediente enviado por los padres de un menor del que el cura abusó sexualmente en 2012. “Se hicieron las entrevistas a los testigos, se integró toda la investigación y se envió a Roma para que allí evaluaran [el caso]”, dijo Armando Martínez Gómez, presidente del Colegio de Abogados Católicos de México.

En abril pasado, el Arzobispo de San Luis Potosí, Carlos Cabrero Romero,  había denunciado en entrevista que sí hubo un proceso en El Vaticano por pederastia en contra del ex sacerdote, pero que la institución religiosa no instruyó removerlo.

Por otra parte, la CEAV exigió una investigación puntal por las recientes denuncias de abuso sexual y advirtió que el encubrimiento es un delito. Lo último referente al Arzobispado, que durante más de tres décadas supo de las agresiones que Córdova Bautista cometía contra los menores y no hizo nada.

Tampoco el gobierno encabezado por el priista Fernando Toranzo Fernández ni el anterior hicieron nada para someter al presunto pederasta a investigación.

Incluso, el hasta ayer sacerdote, llegó a ocupar cargos de alto de rango en la administración clerical y tuvo funciones ciudadanas en el gobierno estatal, donde actualmente es Consejero Ciudadano de Transparencia y Vigilancia para las Adquisiciones y Contratación de Obra Pública.

El caso de Córdova Bautista saltó al escrutinio público cuando el ex párroco Alberto Athié Gallo reveló que cientos de familias habían acudido a él para pedirle ayuda, ante la inoperancia y protección por parte de los arzobispos de San Luis y de autoridades estatales.

“Lo protegieron dándole cargos. Primero, como apoderado de la Diócesis y, después, como representante de las relaciones Iglesia-Estado en la Arquidiócesis de San Luis Potosí. Lo protegió este Obispo y también el Arzobispo Luis Morales”, dijo.

En un hecho inédito, un equipo de 15 abogados recaba testimonios de las víctimas para la integración de la denuncia penal ante la Procuraduría de Justicia de San Luis Potosí (PGJE) para sentar en el banquillo a todos los involucrados: el autor de los crímenes sexuales y quienes le permitieron continuar con su investidura sacerdotal.

RED DE ENCUBRIMIENTOS

El sacerdote católico, en dos imágenes proporcionadas por los denunciantes. Archivo SinEmbargo
El sacerdote católico Eduardo Córdova Bautista en dos imágenes proporcionadas por los denunciantes. Archivo SinEmbargo

La falta de actuación de la Arquidiócesis de San Luis Potosí generó que el número de víctimas se fuera incrementando.

De acuerdo con varios testimonios, en innumerables ocasiones se le pidió al Arzobispado actuar en el caso. Ninguna petición tuvo un verdadero proceso. Según un testimonio obtenido por SinEmbargo, en una ocasión Morales Reyes definió los abusos cometidos por el sacerdote como “delitos contra las buenas costumbres” y sólo dispuso que los atendiera un psiquiatra.

Entre los documentos que recolectan los abogados se encuentran cartas de familiares de las víctimas que exigieron apoyo. Destaca la enviada por una mujer que trabajó a las órdenes de Córdova Bautista de julio de 1999 al 16 de diciembre de 2003. La mujer relata que cuando se dio cuenta que el ex cura abusó de su hermano de 16 años, renunció.

Después escribió una carta al Arzobispado, pero no fue escuchada. Debido a esto, Córdova Bautista siguió cometiendo delitos y violó a un joven de 15 años, el 17 de agosto de 2011. Los hechos constan en el documento emitido por la propia Arquidiócesis y firmado por el Vicario Episcopal Para la Vida Consagrada, Gilberto Amaya Martínez, con fecha del 7 de junio de 2012 bajo el número 26/12.

El arzobispado recibió varias denuncias más de menores violados, como el de una madre de un chico que fungía como sacristán: “El padre Córdova abusó de mi hijo físicamente, moralmente y espiritualmente al grado que cayó en una depresión tan grande que dejó la escuela y su autoestima estaba aniquilada, su personalidad se quebrantó y su fe desapareció”, expuso.

El documento está firmado de recibido por Antonio Torres Herrera, Vicario General de la Arquidiócesis con fecha del 19 de agosto de 2004, quien fue nombrado por el arzobispo Morales Reyes el encargo del caso. Es el mismo sacerdote, que ahora siendo encargado de la catedral de San Luis Potosí ha dicho que desconocía las denuncias contra Córdova Bautista. El pasado 23 de mayo dijo: “para acusar hay que probar”.

Como apoderado legal de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, el ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista, ha concentrado poder político con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y una ascendente influencia eclesiástica en los altos círculos sociales.

El pasado 19 de mayo, el ex sacerdote Alberto Athié Gallo denunció que Eduardo Córdoba era protegido por la diócesis de San Luis Potosí, así como por el y su esposa Maria Luisa Ramos Segura

“Es un caso gravísimo de más de 30 años de abusos (se calculan por lo menos 100 víctimas) y que ha sido protegido sistemáticamente por los arzobispos de la diócesis con cargos y nombramientos importantes y también por las autoridades civiles, incluyendo a este Gobernador [Fernando Toranzo Fernández] y a su esposa”, escribió Athié Gallo en su perfil de Facebook.

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TESTIMONIOS

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HISTORIA DE PODER Y ABUSOS

La historia de Córdova Bautista está centrada en la ambición de poder. Proviene de una familia de abolengo y su apellido tiene un peso especifico en la sociedad potosina. Estudió en el Colegio Motolinía de la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo y la secundaria y preparatoria en el Instituto Potosino Marista, donde después cometería parte de los abusos sexuales contra estudiantes.

Luego de que sus padres se divorciaron, Córdova Bautista decidió vivir al lado de su madre, en un ambiente familiar marcado por hechos traumáticos, como el segundo matrimonio de su mamá, cuyo esposo se involucró con la hermana de Córdova Bautista y con quien procreó una hija, una niña que fue encargada por el propio sacerdote al cuidado de un orfanatorio de una congregación religiosa, luego de que su hermana se suicidara.

Después de terminar la preparatoria en el colegio de los Hermanos Maristas donde logró ser encargado de la biblioteca. En ese momento, surgieron las primeras denuncias de abusos sexuales por parte de alumnos.

Al terminar sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (1980-1984), los maristas le ofrecieron una plaza como maestro y tutor de diversos grupos de secundaria. El capellán del Instituto Potosino, Juan Manuel Mancilla, actual Obispo de Texcoco, junto a un grupo de maristas fundaron el movimiento Acción Social del Instituto Potosino (ASIP), cuya actividad se centraba en organizar retiros espirituales, colectas escolares y acciones de apostolado como catecismo y visitas a asilos y hospitales.

Pero en 1983 llegaron las primeras denuncias de manera contundente. El hermano marista Marco Antonio Flores Meyer, lo despidió inmediatamente después de recibir los testimonios de los padres de las víctimas, quienes advirtieron que no tolerarían ni un día más verlo en su puesto. El sacerdote José Luis Dibildox, entonces al frente de la Parroquia de Tequisquiapan, a la que pertenecía el plantel educativo y el domicilio del sacerdote, apoyó a los denunciantes.

El problema en ese momento fue que los padres de familia no acudieron ante las autoridades policiacas, todo quedó en el ámbito eclesiástico. Al año siguiente, a pesar de las denuncias de abuso sexual, Córdova Bautista, ingresó al Seminario Mayor de la Diócesis de San Luis Potosí, donde gracias a sus recomendaciones ni siquiera le exigieron realizar el curso introductorio solicitado a todos los aspirantes; tampoco fue necesario que cumpliera con el requisito de los estudios en Filosofía, previos a los de Teología.

Fue ordenado sacerdote en 1988 por el Obispo Arturo Antonio Szymanski Ramírez, quien llegó a la Arquidiócesis de San Luis Potosí en enero del año anterior. Dos años después, lo envió a Roma a estudiar Derecho Canónico (1990-1992) para luego nombrarlo apoderado legal, puesto que le permitió concentrar poder político, social y religioso.

Uno de sus compañeros recordó ese momento: “La llegada de Szymanski Ramírez y el posterior ascenso a la Arquidiócesis significó un desplazamiento de los cuadros administrativos, sacerdotales y pastorales del anterior Obispo, lo cual resultó en beneficio de Córdova Bautista que se vería muy favorecido por tal coyuntura. En el ámbito local, era sabida la cercanía e influencia que el entonces Arzobispo tenía con las autoridades civiles tanto locales como federales, de tal forma que era comúnmente conocido en el ámbito político potosino con el sobrenombre de: “PRI-manski”.

Fue así, como el sacerdote Córdova Bautista se fue ejerciendo poder e influencia dentro de la Iglesia de San Luis Potosí como su representante legal y en la vida política dominada por el PRI.

El peso político y eclesiástico de Córdova Bautista era tanto que fue desmantelando el trabajo pastoral de algunos buenos sacerdotes. Por sus manos pasaban los nombramientos de sacerdotes y persiguió de manera implacable aquellos que decidieron dejar la sotana y luego se incorporaban a dar clases a los distintos colegios privados católicos.

A pesar de su pasado de agresor sexual, siguió participando en los movimientos juveniles al interior del colegio el ASIP, Renovación Marista (REMAR), Ciudad Nueva Marista, Encuentros Juveniles de Espiritualidad (EJES), y Familia Educadora en la Fe (FEF).

En su ascenso eclesiástico fue nombrado en 1993 párroco en el municipio de Mexquitic de Carmona, donde sólo duró unos meses porque, según él, tenía que atender su función legal en la Arquidiócesis.

Luego fue asignado a la parroquia de la colonia El Paseo, de donde fue removido, debido nuevamente a las denuncias de padres de familia por abusos sexuales. Algunos testimonios hablan de que salió porque lo quisieron envenenar y otros de que recibió tremenda golpiza de algunos feligreses, que casi lo dejan muerto.

En ese entonces, los testimonios sobre los abusos sexuales cometidos por el padre Córdova Bautista eran del dominio público pero, aun así, el gobierno lo invitó a formar parte de Consejos Ciudanos, Juntas de Gobierno y organismos públicos autónomos.

Fue Consejero de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (1999-2001). Y a pesar de lo publicado sobre sus delitos sexuales contra menores, es el actual Consejero Ciudadano de Transparencia y Vigilancia para las Adquisiciones y Contratación de Obra Pública del Gobernador priista Fernando Toranzo Fernández y el Monitor Ciudadano del Ayuntamiento de San Luis Potosí.

“Seguramente lo protegen porque le sabe muchas cosas a los políticos. Les puede pisar la colita, o simplemente es muy hábil para que los demás le crean. ¿Cómo compruebas lo que nos hizo? Es su palabra contra la nuestra. No hay evidencia. Pero cuando ya no es un caso, sino más de 100 casos… en realidad ha de haber más. Solo en el grupo nuestro éramos diez y de esos, abusó de siete”, denunció Rubén, una de las víctimas.

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