La OMS insta a ratificar el protocolo contra el comercio ilícito de tabaco

28/05/2015 - 8:15 am

Madrid, 28 may (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) pide a los Estados miembros que ratifiquen el protocolo para acabar con el comercio ilícito de productos de tabaco, una medida que permitiría a los gobiernos recaudar anualmente unos 3.000 millones en concepto de impuestos.

La medida, además, permitiría a los países mejorar la salud pública, contribuir a reducir la delincuencia y eliminar una fuente de ingresos importante para la industria tabacalera, según la OMS, que mañana presentará en Madrid esta iniciativa y entregará al gobierno español el Premio del Día Mundial sin Tabaco.

Esta petición la dirige la OMS tres días antes de que se celebre el Día Mundial sin Tabaco y lo hace porque hasta la fecha sólo ocho países ratificaron el protocolo, una cifra por debajo de los cuarenta necesarios para que se convierta en un instrumento jurídico internacional.

Cuando así sea entrarán en vigor las disposiciones del protocolo relacionadas con la seguridad de la cadena de suministro, el fomento de la cooperación internacional y otras medidas de protección.

En ello ha incidido la directora general de la OMS, Margaret Chan, porque el protocolo “ofrece al mundo un instrumento jurídico único para combatir y, a la larga, acabar con una compleja actividad delictiva”.

Y de aplicarse plenamente, según Chan, permitirá “llenar las arcas públicas y aumentar el gasto sanitario”.

El protocolo es un tratado internacional en sí mismo, negociado por las partes en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), que fue ratificado por 180 Estados.

En virtud de lo que establece su artículo 15, los países se comprometen a eliminar todas las formas de comercio ilícito de productos de tabaco.

Este tratado exige que se adopten numerosas medidas relacionadas con la cadena de suministro de tabaco, como la concesión de licencias a importadores, exportadores y fabricantes de productos de tabaco; el establecimiento de sistemas de seguimiento y localización, y la imposición de imponer sanciones penales a los responsables del comercio ilícito.

También criminalizaría la producción ilícita y el contrabando transfronterizo.

La doctora Vera da Costa e Silva, jefa de la Secretaría del CMCT de la OMS, mantiene que el protocolo se enfrenta “a la resistencia abierta y encubierta de la industria tabacalera”, que sabe que, una vez se haya aplicado, “será mucho más difícil que los jóvenes y los pobres caigan en la adicción al tabaco”.

El precio más barato del tabaco, según recalca la OMS, incita al consumo a los más jóvenes, reduce los ingresos públicos y los recursos destinados al desarrollo socioeconómico, sobre todo en los países de ingresos bajos que dependen en gran medida de los impuestos sobre el consumo.

La industria tabacalera ha apoyado públicamente las intervenciones contra el comercio ilícito de productos de tabaco, pero según la OMS “su comportamiento fuera de la esfera pública ha sido muy distinto”.

“Varios documentos internos de esta industria que han salido a la luz a raíz de causas judiciales demuestran que dicha industria ha promovido activamente el comercio ilícito a nivel mundial”, asegura.

Además, según el organismo internacional, la industria “también está tratando de impedir la aplicación de medidas para el control del tabaco, como el aumento de los impuestos o las advertencias sanitarias gráficas, alegando que estas fomentarán el comercio ilícito”.

Por ello, según el doctor Douglas Bettcher, director del departamento de la OMS sobre Prevención de las Enfermedades No Transmisibles, “la salud pública libra una dura batalla contra una despiadada industria”.

“En este Día Mundial Sin Tabaco -dice Bettcher-, la OMS y sus asociados muestran los fines que persigue la industria tabacalera en su afán de lucro, incluso en el mercado negro, y captando a nuevas presas, incluidos niños, para expandir este comercio letal”.

Hay cifras que no se deben olvidar: cada seis segundos muere una persona a causa de una enfermedad relacionada con el tabaco, lo que representa casi 6 millones de personas al año, y se estima que en 2030 la cifra llegará a más de 8 millones. EFE

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