“La sugerencia de que estamos tratando de tener influencia sobre el proceso interno de FIFA no es el punto”, señaló Jeff Rathke, portavoz en funciones del Departamento de Estado.

Indicó que la formulación de cargos del Departamento de Justicia la víspera explica alegatos específicos en contra de los acusados y deja “muy en claro” el propósito de su investigación y arresto en contra de 14 personas.

Este miércoles la procuradora general Loretta Lynch subrayó que la formulación de 47 cargos incluidos soborno, lavado de dinero, fraude y chantaje, entre otros, respondió a que los sospechosos planearon beneficiarse a través de maquinaciones que tenían como blanco el creciente mercado del futbol en Estados Unidos e involucró bancos estadunidenses.

Rathke desestimó también el señalamiento del presidente Vladímir Putin acerca de que Estados Unidos extralimita su jurisdicción al acusar en forma penal y arrestar a los funcionarios de la FIFA cuya sede está en Suiza.

“Cuando se trata de corrupción, eso lo saben, nosotros los tomamos ciertamente con mucha seriedad, especialmente cuando esto ha tenido nexos con Estados Unidos”, agregó.

El funcionario remarcó que las acusaciones dejan muy en claro que tienen que ver en “mayor grado” con la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Futbol Asociación (CONCACAF), que tiene sus cuarteles generales en Miami en territorio estadunidense.

“Así que la sugerencia de que de algún modo (.) es inapropiado para las autoridades de Estados Unidos tener un interés en corrupción de ese tipo, es un poco difícil de entender”, enfatizó.

Agregó que Estados Unidos ha querido enviar un mensaje con el encauzamiento y la cooperación en los arrestos que la conducta corrupta es inaceptable”.

Rathke dijo que Estados Unidos no ve el asunto como un motivo para afectar sus relaciones con Rusia.

El funcionario se negó a comentar los cuestionamientos sobre si Rusia debería organizar la Copa Mundial 2018.

Esta semana los senadores John McCain y Robert Menéndez enviaron una carta a los delegados de las casi 200 asociaciones de futbol que tienen a su cargo la elección del dirigente de la FIFA.

En la misiva los legisladores estadunidenses pidieron que el 65 Congreso de la FIFA no elija a Blatter por su apoyo a Rusia para que sea anfitrión de la justa mundial pese a que más de 40 países miembros de la asociación han impuesto sanciones al gobierno ruso por su intervención en Ucrania.

Conminaron al Congreso de la FIFA a elegir un presidente que apoye la unificación mundial a través de sus valores educacionales, y humanitarios como pregona esa organización y niegue al presidente Putin “el privilegio de ser anfitrión de la 2018”.