El resultadismo no puede ganarle a la belleza, no puede conjurar la magia. Lio, no te vayas, es el clamor del mundo al jugador argentino que acaba de renunciar al seleccionado de su país, luego de perder la cuarta final en competencias internacionales
Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).- Un cuento escuchado en la radio: Lionel Messi negocia con las autoridades inglesas la devolución de las Islas Malvinas. Hasta la mismísima reina Isabel es parte de las tratativas. A cambio, durante dos años vestirá la camiseta británica y así se resolverá la cuestión limítrofe que enfrenta a ambas naciones desde hace 183 años.
Ah, pero no hizo nada con la selección, dice un futbolero argentino como colofón del cuento.
A ver: Lionel Messi, el mejor jugador del mundo nacido en Rosario, Santa Fe, Argentina, en 1987, podría haber revivido a Jon Snow, frenar la contaminación ambiental, pagar la deuda externa de su país de origen, pero no ha levantado alguna copa con la albiceleste y eso, al parecer, no tiene perdón de Dios.
“Hay que cuidar a Messi”, había dicho el entrenador Carlos Bilardo (Campeón Mundial en México’86). “Se va a cansar. Cuidado con los que lo critican, un día se va a enojar y va a decir me voy. Con Diego Maradona pasaba lo mismo y yo de bronca lo puse de capitán en la selección. No hay diferencia entre Diego y Lionel, son épocas distintas, nada más”, dijo el técnico.
Y Lio se cansó. Y se fue. Primero derramó “lágrimas de oro” en Nueva Jersey, al fallar un penal que volvió a mandar a la escuadra argentina al segundo lugar en competencias internacionales, un puesto impensado para la que es considerada una selección imbatible, integrada por famosos y talentoso jugadores, incluido el fenómeno del Barça, Lionel Messi.
Luego, el capitán del seleccionado que dirige Gerardo “Tata” Martino, renunció: “Para mí se terminó la selección. Ya lo intenté mucho, me duele ser no campeón con la Argentina y me voy sin poder conseguirlo. Es lo que siento ahora, es una tristeza grande que me vuelva a pasar, me toca errar un penal a mí, era importantísimo. Es difícil, el momento es duro para cualquier análisis. En el vestuario pensé que se terminó la selección para mí”, dijo. Y el mundo estalló.
TÚ NO TIENES LA CULPA DE QUE EL MUNDO SEA TAN FEO
De un tiempo a esta parte, la selección argentina de futbol (campeona mundial en 1978 y 1986), se ha especializado en arribar a las finales, para quedar siempre en el segundo puesto, un hecho que gran parte de los aficionados al balompié en la tierra de Maradona, achaca al “pecho frío” de Lionel Messi, como si el deporte no fuera de once contra once, un juego de equipo en el que ponen todos su parte para ganar o perder.
Como contrapartida, los que lo defienden a rajatabla –la otra mitad del país- llaman “muertos” e inútiles a los compañeros de Lio en la selección y piden la cabeza de casi todo el equipo, desde los jugadores hasta el entrenador Martino y si es necesario el utilero y también el que les da el agua en la cancha a los futbolistas.
En ese territorio donde la sangre ha llegado al río, imposible no pensar en aquella hermosa canción de Manu Chao que dice eso tan hondo de “tú no tienes la culpa, mi amor, que el mundo sea tan feo”, porque sólo un mundo feo puede rechazar la belleza y cuestionar la magia en pos de un resultado y a favor de la competencia feroz donde se confunden justos y pecadores con singular alegría.
En la página oficial del cantautor francés no faltan de paso los que le piden casi a gritos que haga una canción para Messi, luego de la famosa que le dedicara a Maradona.
“Nos estamos comiendo a Messi. En esta cultura del resultado, en la Argentina hace tiempo que hemos perdido la consistencia de poder ser serios para analizar lo que pasa y Messi pateó el penal sin ser Messi, pensando en que estaba sometido a la crueldad del más ignorante que lo critica”, dijo Norberto “El Ruso” Verea, un conocido periodista de radio y ex futbolista.
“Era un nene de 11 años que se comportaba como un hombre. Soportaba las inyecciones que él mismo se daba en las piernas como parte de ese tratamiento con hormonas de crecimiento. Aguantaba las lágrimas sin decirles una palabra a sus padres. Se rebeló así ante la adversidad y esa postura ante los obstáculos de su existencia forjó su personalidad”, dice el periodista Juan Pablo Varsky.
“Su decisión de retirarse del seleccionado ante su cuarta final perdida, va en contra de esa actitud valiente. Se desplomó ante sus compañeros que intentaban reanimarlo. Se quedó solo en el banco, como hace dos años en la final contra Alemania. Renunciar por perder su cuarta final es convalidar ese mensaje nefasto de ‘ganen o no vuelvan’ (dicho por Diego Maradona antes del enfrentamiento con Chile en la Copa Centenario). Así le da la razón a la intensa minoría que lo critica por pecho frío y cagón”, agrega el profesional.
MIENTRAS ALGUNOS PIDEN SANGRE, OTROS LLORAN CON LIO
Lo cierto es que son mientras esa “intensa minoría” critica lo que denominan falta de hambre para ganar con la camiseta de su selección, hay casi todo un mundo contagiado por el llanto de Messi y que ha logrado que la inmensa hazaña lograda por la escuadra chilena –convertirse en bicampeona de América por primera vez en su historia- pasara a segundo plano.
Memes, videos, discursos, posteos en Facebook, encendidos tuits, le piden al astro del futbol que no se vaya de la selección de su país.
“Hola, Messi. Soy Piero. Te quiero decir que, aunque vos erres el penal, igual sos el mejor del mundo. Vos erras el penal y un chileno que lo metió… ¡Qué importa! Algunas veces se gana y algunas veces se pierde. Lo que importa es divertirse. Así que, Messi, no te vayas a tu a casa. Por eso te estoy mandando esto, para que vuelvas a la selección y no te quedes en tu casa. Tenés que venir. Mirá, si enfrentamos a otra selección y no te tenemos a vos, ¿qué hacemos? Chao”,”, dice un niño en un video de YouTube que se ha hecho viral.
“A mi parecer y por lo que lo conozco, él es el mejor jugador del mundo, de la historia, que lo disfruten, que lo valoren, que lo entiendan, porque este es un juego de equipo y cuando ganan, ganan todos, cuando pierden, pierden todos”, advirtió el excelente arquero de la selección chilena, Claudio Bravo.
“No te vayas, Lio”, claman las redes sociales. Con los hashtags #NotevayasLio y #MiMensajeparaMessi, cientos de miles de usuarios compartieron sus palabras de ánimo para el jugador del Barcelona. Ambas etiquetas se volvieron tendencia mundial horas después del anuncio y #NotevayasLio aún permanece como trending topic mundial este martes.
No falta el humor, por supuesto, como el del internauta que tuiteó que prefería que lo dejara la novia a que Lio dejara la selección.
Una maestra de escuela primaria de Buenos Aires, le escribe una extensa carta al astro en la que entre otras cosas le dice: “Podría escribirte sobre la maravilla de tus talentos para el deporte más amado de nuestro país, sobre el placer que me moviliza ser una de las generaciones que pueden verte desplegar la magia en tus botines, sobre la admiración que despertás en cada uno de los gurises del mundo entero. Pero todo eso sería repetir frases hechas. Por eso voy a escribirte para que me ayudes en un reto mucho más complejo de los que hasta ahora enfrentaste, quiero que me ayudes en la difícil misión de formar las conductas de esos chicos que te ven como un héroe futbolero y como un ejemplo a seguir”.
“Por más amor y dedicación que ponga en mi trabajo, jamás tendré de mis alumnos esa maravillosa fascinación que sienten por alguien como vos. Y hoy verán a su más grande ídolo rendirse. Te ruego que no les des el gusto a los mediocres, a esos que frustrados por sus miles de metas no alcanzadas vuelcan sus rencores en un jugador de fútbol, a esos que opinan de todos los demás porque hacerlo es fácil y gratuito. Y te lo dice una maestra que con el abismal espacio que nos separa, lidia con esa liviana costumbre argentina de creer que el trabajo de otro es sencillo, que meter goles en un arco es tan simple como construir una casa o formar el futuro de una persona. Esa enferma necesidad de tocar siempre de oído, de ponernos en jueces insensatos que sentencian con desprecio y arrogancia el desempeño del otro, poniendo con valor solo las victorias y desmereciendo los errores como fracasos, esos mismos errores que nos hacen humanos en continuo aprendizaje”, agrega.
“Por favor no renuncies, no les hagas creer que en este país solo importa ganar y ser primero. No les muestres que por más éxitos que uno coseche en la vida, nunca terminará de conformar a los demás y peor aún, no les hagas sentir que deben vivir para conformar a los otros. No les brindes ese mensaje errado de que a pesar de tantas adversidades superadas, a pesar de pelearla desde muy pibe para llegar a ser el hombre triunfador de hoy, a pesar de asumir responsabilidades desde muy temprana edad y haber luchado hasta con impedimentos físicos para lograr tus sueños, todo eso se opaca ante las críticas de los envidiosos que en el fondo solo desean ser como vos”, expresa.
El último post de Lionel Messi en su página oficial de Facebook fue uno para agradecer las felicitaciones por su cumpleaños 29, el pasado 25 de junio: “¡Muchas gracias a todos por los mensajes de felicitación! Un abrazo”, escrito en español y en inglés.
Mientras son muchos que piensan que la renuncia al seleccionado ha sido fruto de un estado de ánimo exacerbado por la tristeza y la frustración, Diego Armando Maradona, que fuera su entrenador en el Mundial de Sudáfrica 2010, ha hablado para pedirle a la ‘Pulga’ que siga en la selección argentina porque “tiene cuerda para rato”.
“Va llegar a Rusia en condiciones de ser campeón del mundo”, dijo Diego. Que así sea.
