Justicia selectiva o la varita mágica de Chong
En un video difundido en redes sociales y medios de comunicación el martes, se observa a la madre de Nayelli acercándose a Miguel Ángel Osorio Chong, después de un evento en Hidalgo. Se escuchan los gritos de súplica de la mujer, entre desesperación y sollozos. No pasó un día y se informó que la joven fue localizada en un domicilio del municipio de Ecatepec, Estado de México. El periodista Carlos Puig, escribe en Milenio que, en primera instancia, es bueno que la mujer esté libre. Sin embargo, dice dice vivir en un país “mágico” pues “menos de 24 horas más tarde (del incidente mediático), esta nota en los portales: ‘Esta mañana elementos de la Agencia de Investigación Criminal catearon un domicilio ubicado en la colonia El Salado, en el municipio de Ecatepec, Estado de México, donde se rescató a Nayelli […]. Salvador Cano Muñozcano, comisario de la Policía Federal Ministerial, informó que esta organización criminal era investigada por la Procuraduría General de la República (PGR) desde abril […]’. Todo (menos el rescate), mal. En un país lleno de muertos, desaparecidos, secuestrados, extorsionados, el mensaje es que cuando el Señor Secretario quiere, las cosas pasan. ¿Entonces? ¿Con el resto no quiere? ¿por qué no pasan? Uno se imagina ayer alguna oficina: ‘¡Carajo! Qué no vieron el oso que pasó el señor Secretario. Arreglen eso’. Y se arregló. Hace unos días Osorio Chong dijo que no había varita mágica para arreglar el asunto de la inseguridad. Perdón, Secretario, evidentemente usted la tiene. Lo que no sabíamos era cuál era la palabra mágica, el conjuro. Vivo en un país muy raro. Donde la seguridad depende de hacer pasar un mal momento a un aspirante a la Presidencia”.

Al respecto, la columna de trascendidos de el Excélsior, Frentes Políticos, menciona también una posible justicia selectiva: “Fuerzas federales, en coordinación con autoridades del Estado de México y de Hidalgo, rescataron en Ecatepec a una profesora secuestrada en Hidalgo […]. Aunque Salvador Cano explicó que el secuestro se dio el 23 de julio pasado y la detención tiene origen ‘en una minuciosa investigación como consecuencia de plagios cometidos en meses pasados’, resalta que horas antes la madre de la docente suplicó, de rodillas, al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que atendiera su caso. ¡Bien!, pero así no se procura justicia”.

Enfrentar a Trump desde México
La relación entre México y Estados Unidos (EU) es tan cercana que las votaciones en el país vecino ocupan, cada vez más, la agenda de los diarios nacionales. Más aún con las declaraciones de Donald Trump que, a pesar de las burlas, logró posicionarse como candidato republicano. Ricardo Raphael, el periodista del El Universal, compara la situación del país en el tema con la Batalla San Jacinto: “en San Jacinto, Texas, hay un obelisco de 172 metros de altura que mira al mar con el propósito de recordar el día en que Sam Houston humilló a Antonio López de Santa Anna […]. En solo 18 minutos perdieron la vida 630 mexicanos y más de 700 fueron apresados. Nuestro Presidente se contaba entre ellos. La leyenda texana dice que únicamente nueve hombres de Houston perecieron durante el asalto. Aunque sólo sea como metáfora, este episodio sirve para revisar nuestro presente. Primero, México fue derrotado durante la batalla de San Jacinto porque nadie, excepto Santa Anna, creyó que fuera posible perder Texas […]. Segundo, la mezcla de xenofobia y prepotencia que caracterizaron a Sam Houston son una mala combinación que, como órbita planetaria, regresa de tiempo en tiempo para afectar nuestro destino. Tercero, el pensamiento mágico de Antonio López de Santa Anna lo hizo confiarse en San Jacinto […]. Cuarto, con el paso del tiempo México y Estados Unidos encontraron otras formas más productivas para resolver las diferencias […]. Se ha querido comparar a Donald Trump con otros personajes del pasado pero ninguno se le parece más que Sam Houston: un demagogo que también estaba obsesionado con construir un gran imperio […]. Leo con atención la propuesta que hace en estas páginas mi amigo Gabriel Guerra de no intervenir en el proceso electoral del país vecino y aunque reconozco que él sabe más de esto que yo, San Jacinto no me deja conciliar el sueño […]. Nos evitaremos un futuro indeseable si la fórmula Hillary Clinton-Tim Kaine gana en las urnas el próximo mes de noviembre”.

Por su parte, en el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, alerta sobre el riesgo de la política trasnacional del combate a la corrupción: “más allá de que gane una mujer o un demente, el interés (para nosotros) radica en las implicaciones que los resultados en su elección tendrán en nuestro país […]. No sólo es el alto riesgo de que aquellas amenazas dichas como propuestas del republicano se conviertan eventualmente en una realidad. Sino lo que una Presidencia de EU encabezada por Trump estaría significando para las altas esferas del poder mexicano […]. Una victoria de Trump fracturaría algo más allá de la relación diplomática, haría añicos la posibilidad de que nuestro vecino del norte presione y exija cuentas a las autoridades mexicanas […].  Sería mucho peor si no tuviéramos los ojos de EU (y de tantas organizaciones en el mundo) conteniendo a quienes operan en ‘lo oscurito’ […]. No digo que sea gracias a EU que esto no suceda, pero pasa con mayor dificultad cuando EU nos vigila. ¿Se imagina usted cuál sería la respuesta de nuestra clase política ante el primer reclamo o señalamiento de un Gobierno encabezado por Trump? Que ni se le ocurra meterse, que para eso construyó su muro, dirán […]. Y con esa, la coartada perfecta, de este lado del muro, todos seguirán robando, violentando derechos humanos, violando garantías, manoseando el Estado de derecho y mancillando a las instituciones”.

Ochoa Reza, “moviendo” al PRI
Existen grandes expectativas ante la llegada de Enrique Ochoa Reza al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Una de ellas consiste en el castigo a la corrupción, independiente del partido. Así, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “con el plan de lavarse la cara, los priístas activaron las denuncias ante los órganos internos del partido. La Comisión Nacional de Justicia Partidaria dio entrada la semana pasada a una solicitud para expulsar a tres gobernadores, señalados por supuestos actos de corrupción y de actitudes contrarias a los documentos básicos del PRI. El expediente de los mandatarios de Veracruz, Javier Duarte; de Chihuahua, César Duarte, y de Quintana Roo, Roberto Borge, siguen su camino al interior del priísmo. Y nos comentan que se añade uno más para solicitar la salida del ex Gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina. El Presidente del tricolor, Enrique Ochoa Reza, ha dicho que todo el proceso y el estudio de los casos serán transparentes. ¿Se aplicarán al pie de la letra las reglas? ¿Habrá purga de los Duarte, Borge y Medina?”.

Por otro lado, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “la bancada del PRI en el Senado interrumpió sus vacaciones para participar anoche en una reunión de trabajo con el nuevo Presidente priista, Enrique Ochoa, convocada por el coordinador, Emilio Gamboa, quien se ha convertido en uno de los principales operadores del líder con la militancia. Entre los más de 50 senadores tricolores hubo quienes tuvieron que regresar del extranjero para la reunión en que Ochoa les expuso cómo funcionarios y representantes deben rendir cuentas al partido que los llevó hasta sus respectivos puestos”.

Las mentiras son lo de menos
En el diario Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, desarrolla las percepciones de las mentiras y la confiabilidad en los votantes en EU: “Donald Trump ha hecho de la mentira su principal arma electoral. No inventó este recurso político, pero ha recurrido a él de manera más abierta que los demás y, sobre todo, sin compungirse cuando sus afirmaciones son exhibidas como falsas. Según Politifact.com […] el 71 por ciento de las declaraciones públicas de Trump son mentiras en un grado u otro […]. Buena parte de la fama original de Trump provino del libro The Art of the Deal, publicado en 1987, que el candidato ha presentado como prueba de que sabe hacer tratos de negocios y que por lo tanto sería un buen Presidente. Sin embargo, en un artículo publicado en el semanario The New Yorker Tony Schwartz, a quien se presenta como coautor pero que realmente escribió el libro, ha señalado lo poco que Trump aportó al contenido y las faltas de carácter que exhibió en el proceso de preparación del volumen […]. La última encuesta de CNN/ORC, divulgada el pasado 25 de julio, le da a Trump 44 por ciento de la intención de voto contra 39 por ciento de Hillary […]. Que Trump esté ya adelante en la contienda sorprende, pero lo que realmente rompe con los precedentes es la percepción que de él y de su rival tiene la gente […]. Trump es visto como ‘honesto’ y ‘fiable’ por 43 por ciento de los estadounidenses […]. Hillary, en contraste, no es considerada ni honesta ni fiable por el 68 por ciento de los encuestados. Es verdad que la candidata demócrata también miente […]. Hillary miente el 29 por ciento del tiempo, mucho menos que Trump, lo cual no ha evitado que el hombre del gran copete esté ganando la batalla de la percepción por honestidad y fiabilidad. Estoy convencido que la gente sabe que los políticos le mienten, pero no pide que le hablen con la verdad, sino que le mientan con vehemencia y convicción”.

La campaña continua de Margarita-Calderón
No es novedad las aspiraciones de Margarita Zavala a la Presidencia de la República. El periodista Carlos Loret de Mola, escribe en El Universal, sobre contexto en que se encuentra: “Calderón está en campaña desde hace meses […]. La vida de Felipe Calderón en 2015 y 2016 ha sido dramáticamente distinta a su inmediata salida del poder: en diciembre de 2012 tuvo que salir a prisa del país y refugiarse en la Universidad de Harvard. En México se le reclamaba su ineficacia para gobernar y su incapacidad para controlar la violencia. Las decenas de miles de muertos que se registraron durante su administración lo mantenían en la mira de las organizaciones internacionales de derechos humanos y hasta en Harvard un grupo de estudiantes se manifestó contra su contratación […]. La cosa se puso peor cuando […] Enrique Peña Nieto sorprendió con la sagacidad política que le permitió sentarse a la mesa con su oposición y aprobar una docena de reformas […]. Y no sólo eso, al arranque de 2014, el Gobierno federal capturó a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera […]. Calderón Hinojosa estaba vapuleado. Por su historia y por la comparación. La realidad le dejó de ser amarga demasiado pronto. La tragedia de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el escándalo de la casa del Presidente Peña Nieto no sólo rompieron la racha de la actual administración, sino que la estancaron en un bache del que aún no sale y pusieron el tema de la corrupción como el más importante para la ciudadanía. La imagen que Calderón y su esposa Margarita Zavala han proyectado es la de una familia de nivel socioeconómico medio alto que pasó por el Gobierno sin enriquecerse y salió de Los Pinos para vivir en su casa de siempre […]. Si contabilizamos lo transcurrido en este sexenio, durante dos años la desgracia de Calderón permitió el éxito de Peña y durante dos años ha sido al revés. Hoy, en la cresta de la ola, Calderón acuerpa la aspiración presidencial de su esposa, que aparece competitiva”.

Manual para evitar daños morales
Ante las demandas a comunicadores críticos de grupos de poder, que han sido señaladas como intentos de censura, en Reforma, el historiador y catedrático Lorenzo Meyer, escribe que: “primero la cólera por provocar ‘daño moral’ cayó sobre Sergio Aguayo […]. Poco después el peso de ese tipo de indignación ‘moral’ descendió sobre Carmen Aristegui y, de refilón, sobre la editorial que publicó La Casa Blanca de Peña Nieto (2015). El Presidente de MVS demandó a la conductora de noticias por el prólogo que escribió para esa obra y exigió que en cualquier nueva edición se suprima esa introducción que explica el sentido de la obra […]. Si para evitar una demanda legal cada opinión o juicio crítico emitido por un comentarista tuviera que estar sustentado con el tipo de pruebas propias de un proceso legal, entonces la crítica al poder o a los poderosos sería casi imposible, pues conseguir tales pruebas requeriría tener acceso a documentos confidenciales e invertir meses o años de un trabajo de investigación, justo al estilo del que dio por resultado el reportaje de ‘la Casa Blanca’. Tener pruebas documentales precisas sobre cómo se adquirieron y manejaron los dineros de Coahuila entre 2005 y 2011 o de qué manera ‘Los Pinos’ trataron con MVS el tema de Aristegui, requiere tener acceso a los archivos vivos de la Secretaría de Hacienda, de la Contraloría, del Cisen, grabaciones o entrevistas con los ‘operadores políticos’. Es imposible […]. ¿Cómo podría ser una escritura blindada contra la acusación de ‘daño moral’?, ¿así?: ‘A inicios del siglo XXI, en un país X, el gobernador E de un estado importante, y donde un mismo partido había gobernado ininterrumpidamente desde 1929, tuvo un contratista favorito […]. Para cuando E asumió la Presidencia y dio nuevas encomiendas a las empresas de su contratista favorito, éste había construido una lujosa residencia en la capital que vendió en condiciones muy favorables a la consorte de E…'”.

Coahuila legisla en microondas
En el mismo diario, la columna de trascendidos Templo Mayor, detalla precisamente la situación Coahuila y su gobernante Rubén Moreira, hermano quien lanzó la demanda contra Sergio Aguayo: “los diputados de Coahuila están legislando no al vapor, ¡sino en microondas! Dejaron pasar tooodo el tiempo legal para adecuar las leyes electorales del estado, y ahora tienen que sacar la reforma en sólo 3 días. Obviamente en esto no es ajeno el Gobernador Rubén Moreira, quien es en realidad el jefe del priísmo local que tuvo guardada en el cajón la reforma hasta ahora. Un tema al que no se le debe quitar la lupa es el de las candidaturas independientes que por primera vez se regularán en Coahuila. Dados los lineamientos que han fijado distintas instancias judiciales, lo lógico sería que la nueva ley fuera de avanzada. Sin embargo, todo indica que, en realidad, será una nueva colección de obstáculos para los independientes que quieran competir por una alcaldía, una diputación o, claro, la gubernatura”.

Obispos violadores 
“La paradoja —propia del poder y la política— es que el Gobierno teme a la Iglesia católica”, escribe en Milenio, el periodista Ricardo Alemán. Al respecto, sostiene que “desde hace meses, la jerarquía católica inició una lucha frontal —una guerra— contra el Estado mexicano y sus instituciones; disputa que coloca a los obispos católicos en calidad de vulgares violadores de la Constitución. Y no es novedad que la jerarquía católica —en general— y obispos —en particular— hayan iniciado un soterrado combate contra la reforma educativa. Y tampoco es nuevo que la extrema derecha católica y la izquierda extremista asuman posturas idénticas contra la educación pública y contra sus mejoras. Lo nuevo es que nadie —ni partidos ni el Gobierno ni los garantes del Estado laico— cuestione ese grosero matrimonio contra natura. Y es que, en efecto, la Iglesia católica, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y la Morena de AMLO parecen haber acordado un grotesco maridaje para llevar a la miseria educativa a millones de mexicanos […]. La postura de la jerarquía de la Iglesia católica y de sus obispos es no solo una grosera provocación política sino, en el fondo, una abierta violación constitucional que poco han querido ver y contra la cual ninguna autoridad ha intentado sancionar. ¿Dónde están los partidos de la izquierda mexicana para sancionar la intromisión de la Iglesia católica en las tareas del Estado, como la educación? Dónde los defensores del Estado laico? […]. Basta una lectura elemental al artículo 130 constitucional para entender el tamaño de la violación cometida por los obispos […]. Los obispos también son violadores de la Constitución. ¿Y quién los sanciona? ¿Miedo? ¿Por qué?”.

Redacción/SinEmbargo

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