México

El asesinato de sacerdote en Michoacán genera muchas preguntas… pero no hay respuestas claras

28/09/2016 - 12:02 am

La noche del sábado 24 de septiembre fue encontrado el cuerpo del párroco José Alfredo López Guillén en Michoacán. El cura habría muerto de por lo menos cuatro disparos en el estómago. El homicidio prendió las alarmas en la Iglesia católica, que unos días antes había tenido que sepultar a dos sacerdotes asesinados en Veracruz. Las autoridades siguen el rastro a tres personas que podrían ser las últimas que vieron al párroco con vida y que ayudarían a desenmarañar un caso lleno de preguntas aún sin respuesta…

Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– El padre José Alfredo López Guillén desapareció de la parroquia de Janamuato, Michoacán, el lunes 19 de septiembre. Casi de inmediato, la jerarquía católica michoacana habló de secuestro y de robo y pidió a la autoridad que se apresurara a esclarecer el caso.

El Gobernador Silvano Aureoles habló también de secuestro, pero agregó que el cura se encontraba con un menor al momento de su desaparición.

Unos días más tarde la agencia de noticias Quadratín publicó un video que mostraba a un hombre adulto acompañado de un menor caminando por el pasillo de un hotel de Puruándiro, a siete kilómetros de Janamuato.

La agencia aseguró que se trataba de López Guillén. La información sugería que el clérigo podría estar involucrado en actos de pederastia y que ello explicaría su desaparición. La Iglesia se apresuró a condenar la difusión de las imágenes, que habrían sido desmentidas más tarde por una mujer que se presentó como la madre del menor y la esposa del hombre que aparecían en el video.

Finalmente el cuerpo de López Guillén fue encontrado en avanzado estado de descomposición la noche del sábado 24 de septiembre, a un costado de la carretera Puruándiro-Zináparo.

Hoy, la autoridad estaría en busca de tres personas que habrían estado con López Guillén la noche en que desapareció y que seguramente arrojarían luz sobre un caso que sugiere muchas preguntas. Aquí algunas:

El Cardenal Alberto Suárez Inda aseguró en un video publicado en Youtube el jueves 22 de septiembre que el párroco de Janamuato había desparecido y se refirió al hecho como un “secuestro”.

“El lunes (19 de septiembre) fue sacado de la casa parroquial… Pedimos a Dios que respeten su integridad, que respeten su vida, que pueda volver pronto al ejercicio de su ministerio”, dijo Suárez Inda.

El asunto es que las autoridades nunca tuvieron registro de ninguna llamada para exigir el pago de un rescate a cambio de la liberación del párroco.

Suárez Inda, también Arzobispo de Morelia, agregó que varios objetos de la casa parroquial de la que fue sustraído López Guillén habían desaparecido. Incluso, para reforzar la tesis del robo agregó que el vehículo particular del religioso y una camioneta Chevrolet tampoco estaban en la cochera de la casa parroquial.

Sin embargo, desde dos días antes, es decir, desde el martes 20, el jetta blanco que manejaba el presbítero había sido encontrado accidentado y abandonado en un tramo de la carretera Zacapu-Quiroga, a la altura de Santa Fe de la Laguna, cerca de Pátzcuaro, a unos 100 kilómetros de distancia de Janamuato.

Finalmente el cuerpo del cura fue encontrado la noche del sábado/madrugada del domingo en un predio conocido como Las Guayabas, en una porción de la carretera Puruándiro-Zinàparo y con varios balazos en el estómago. Por el estado del cuerpo la autoridad aseguró que el cura habría sido asesinado entre tres y cinco días antes del hallazgo de su cuerpo.

La noche de este lunes, ocho días de la desaparición, el otro vehículo, la Chevrolet Tornado, fue hallada cerca del municipio de Villa Jiménez, a unos 40 kilómetros de Janamuato.

Que los dos vehículos hallan sido recuperados, con todo y que uno de ellos estuviera dañado, y que, como informó la autoridad, no se haya pedido rescate por el religioso, son dos hechos que refutarían las hipótesis del robo y del secuestro planteadas por el jefe de la iglesia católica local.

¿HOMICIDIO CON SAÑA?

Uno de los datos más inquietantes sobre el homicidio de López Guillén es la manera en la que murió.

De acuerdo con información que medios locales atribuyeron a la Procuraduría de Justicia del Estado, el párroco murió de por lo menos cuatro disparos de arma de fuego, aunque fuentes extraoficiales aseguran que los tiros que le quitaron la vida podrían haber sido más.

Asumiendo que la versión oficial es la correcta, cuatro disparos de cualquier forma son muchos, especialmente si, como fue el caso, las balas habrían hecho blanco, todas, en el estómago del cura.

Las características del asesinato de López Guillén redujeron las posibilidades de que detrás de su muerte se encontraran integrantes del crimen organizado, activos en el estado sin duda, pero más dados a las ejecuciones que se concretan con tiros de armas de grueso calibre en la cabeza de las víctimas.

En el mismo video difundido el jueves 22, Suárez Inda aseguró, en referencia al sacerdote asesinado, que “se trata de un hombre bueno, dedicado a hacer el bien, un hombre pacífico por lo cual no se justifica de ninguna manera esta barbaridad”. Sorprende la saña con la que murió una personas descrita de esa forma.

¿QUIÉN Y PARA QUÉ SE FILTRÓ UN VIDEO?

sacerdote
Imagen del supuesto sacerdote en un hotel de Puruándiro, tomada de un video que, luego, las autoridades desecharon como prueba del caso. Foto: Especial

La noche del jueves 22 de septiembre, cuatro días después de la desaparición del párroco, la agencia Quadratín publicó un video en el que, de acuerdo con la propia agencia, podía verse al padre López Guillén acompañado de un menor de edad en los pasillos de un hotel de Puruándiro.

La imagen habría sido tomada por el circuito cerrado del hotel a las 12:39 del lunes 19 de septiembre, día en el que el sacerdote fue visto con vida por última vez.

Un día antes de la difusión de las imágenes, el jueves 22, en entrevista con el noticiero de Joaquín López Dóriga, el propio Gobernador del estado Silvano Aureoles dijo que el padre había sido secuestrado el lunes, y agregó un dato importante; el cura no estaba solo.

“Estamos en curso con la investigación y tendremos detalles muy pronto. La referencia es que el lunes (19 de septiembre) el párroco se encontraba con un joven de 16 años; pidió comida, tortas, refrescos y algunas cosas de consumo, y después de ello ya no se supo de ellos. Afortunadamente se llevaron un teléfono y ese es el que nos permite acercarnos a los resultados”, dijo el mandatario estatal.

Lo dicho por Aureoles, evidentemente, dotaba de una relevancia especial a las imágenes del hotel difundidas por Quadratin, sin embargo, después de la revelación de Aureoles las propias autoridades judiciales del estado se empeñaron en reducir la importancia del video en el proceso de investigación.

Incluso, el Procurador del estado Martín Godoy concedió varias entrevistas con medios nacionales en las que aseguró que los peritos de la procuraduría no habían podido comprobar fehacientemente, dada la mala calidad de la imagen, que el adulto que se veía en el video fuera el párroco de Janamuato.

El funcionario también rechazó que la grabación hubiera salido de entre las evidencias que la Procuraduría reunió en sus investigaciones sobre el caso, aunque difícilmente hubiera podido salir de otro lugar.

El Cardenal Suárez Inda de inmediato informó en un comunicado, en clara alusión a lo difundido por el medio local, que “la difusión de algunas noticias e interpretaciones maliciosas” habrían hecho para la Iglesia más dolorosa la situación y agregó que sería “preferible guardar silencio y esperar, ya que la verdad sale a relucir tarde o temprano”.

La propia Iglesia michoacana se encargó más tarde de difundir la versión de una mujer identificada como Liliana Arriaga, quien habría asegurado a un medio en Puruándiro que el hombre que se aprecia en el video no era el sacerdote asesinado sino Salvador Lemus, su esposo, y que el menor en la imagen era su hijo.

Arriaga agregó que estaba separada de su marido, quien por esa razón tenía que rentar una habitación en el hotel de Puruándiro para poder convivir con su hijo cuando lo visitaba.

“Lo que no se me hace justo es que estas personas (Quadratín) se valgan de su amarillismo para estar agarrando rating en sus páginas, yo lo que no quiero es seguir exponiendo a mi hijo, ni al papá de ellos porque no tiene nada que ver en esto”, dijo Arriaga.

Este lunes 26, la Conferencia del Episcopado Mexicano se sumó al llamado a respetar la memoria del López Guillén través de un comunicado. “Exigimos que no se manche el nombre de ningún sacerdote, ni de ninguna persona, sobre todo cuando no se tienen concluidas las investigaciones”.

Por su parte, Francisco García Davish, director de Quadratín, informó que, pese a haber recibido los videos de fuentes de primer nivel que le aseguraron que la identidad del párroco había sido confirmada, decidió retirar de su sitio en internet las imágenes y las notas relacionadas con el video.

Hasta hoy no queda claro si el hombre del video es el párroco. Tampoco si esas imágenes tienen relación con lo que declaró el Gobernador (que el cura estaba acompañado de un adolescente cuando desapareció). Tampoco hace mucho sentido que las autoridades filtraran a la prensa las imágenes que, al parecer tenían ellos, para después descalificarlas.

ACOMPAÑANTES MISTERIOSOS

Hasta ahora, de acuerdo con el Procurador de Michoacán, la investigación está enfocada en identificar y encontrar a tres personas con las que López Guillén habría cenado la noche del 19 de septiembre, antes de su desaparición.

Según el funcionario, la mujer que asistía al párroco confirmó que en la casa del cura encontró cubiertos dispuestos en la mesa para cuatro personas y las sillas fuera de lugar.

Algunas de las pistas más recientes podrían haberlas encontrado en la camioneta Chevrolet Tornado que también desapareció de la casa parroquial y que fue encontrada la noche de este lunes 26, ocho días después de la desaparición del cura, en un garaje particular de la localidad de Villa Jiménez.

El dueño del establecimiento dijo a la policía que, unos días antes, dos jóvenes le habían dejado el vehículo bajo su cuidado con el argumento de que se había averiado y regresarían después por él.

De acuerdo con una nota de Cecilia Sierra, publicada en Quadratín Michoacán, la comunidad donde fue hallada la camioneta colinda con Zacapu, Panindícuaro, región de origen del cura asesinado.

¿Quiénes son los jóvenes que entregaron el vehículo? ¿Estuvieron en la cena con el cura de Janamuato? ¿Cuál fue el verdadero motivo del asesinato del sacerdote? ¿Cuándo dará con los responsables la Procuraduría de Michoacán?

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