Greenpeace reconoce esfuerzo por proteger a vaquita marina; insta a hacer acuerdo trilateral

28/10/2015 - 12:00 am

La organización advierte que la demanda, pesca y tráfico ilegal de la totoaba (pez endémico de México y en extinción) es aún una amenaza para la vaquita. Urge a crear acuerdo trilateral con Estados Unidos y China para evitarla.

Foto: Flickr, Semarnat / Pusser
La vaquita marina es una marsopa endémica de México en peligro crítico de extinción. / Equipo de científicos estudia la densidad actual de su población Foto: Flickr, Semarnat / Pusser

Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– Esta semana la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que en los primeros 20 días de la llamada Expedición Vaquita 2015, a bordo del buque Ocean Starr, científicos avistaron a 25 ejemplares de esta especie en el Alto Golfo de California, lo que supone una situación de esperanza tanto para los científicos como para las autoridades.

Ante el hecho, Miguel Soto, vocero de la campaña para la conservación de la vaquita marina, de Greenpeace, señala que esta aportación científica es súmamente importante y  reconoce además los esfuerzos emprendidos por el Gobierno Federal para evitar la extinción de esta especie endémica de México:

“Ciertamente vemos que los esfuerzos realizados por las autoridades, en coordinación con los pescadores del Alto Golfo, demuestran voluntad y compromiso para evitar la extinción de la especie. Y esta reciente aportación científica es muy positiva, a pesar de la complejidad de la situación”, apunta.

La Expedición Vaquita 2015 es una de las acciones emprendidas por el Gobierno Federal en su intento por proteger a este mamífero marino de desaparecer, y está conformada por un equipo de 13 investigadores mexicanos, estadounidenses, británicos y alemanes que se valen de tecnología de punta para hacer el cálculo de la densidad de su población en su área de distribución.

Pero éste no es el único esfuerzo plausible, indica Miguel Soto, y entre los más destacados señala además la decisión de las autoridades de coordinarse con pescadores locales, a inicios de este año, para la prohibición de pesca con redes de enmalle en todo el Golfo a lo largo de dos años y, además, la ampliación del refugio de la vaquita marina.

No obstante estos esfuerzos, el activista de Greenpeace advierte que aún falta cubrir una necesidad: evitar la demanda, pesca y tráfico ilegal de totoba; un pez también endémico de México y en Peligro Crítico de extinción que ha sido sobreexplotado por la demanda de su vejiga en China y cuya pesca causa la muerte incidental de la vaquita marina.

“Nosotros le decimos al Gobierno que la tarea que hacen aquí va por buen camino, pero si la demanda de la totoaba sigue ocurriendo en China, y si este pez aún se trafica a través de Estados Unidos y se manda a Hong Kong, seguimos teniendo un problema grande.

Éste es un asunto trilateral, en el que los tres países deben ponerse de acuerdo para frenar el tráfico, detener la demanda y detener la pesca ilegal de totoaba que continúa en el Alto Golfo, y esto aún no ha ocurrido”, advierte.

Las redes utilizadas para pescar la totoaba son causantes de la muerte de las marsopas. Estas no pueden volver a la superficie para respirar y mueren de asfixia. Foto: Greenpeace
Las redes utilizadas para pescar la totoaba son causantes de la muerte de las marsopas. Estas no pueden volver a la superficie para respirar y mueren de asfixia. Foto: Greenpeace

Por otro lado, el activista señala que otro “paso natural” en los esfuerzos de conservación de la marsopa mexicana es el desarrollo de artes de pesca sustentables; pues una vez que se reactive la pesca en el Golfo esta actividad debe ser amigable con la especie:

“Algo que la comunidad científica y el Gobierno deben saber es que la comunidad pesquera necesita desarrollar otro tipo de artes de pesca que no pongan en peligro la vida de la vaquita, que trabajar en nuevas técnicas de pesca es importante, pues es algo que podría garantizar, más allá de lo que se está haciendo en este momento, que la vaquita pueda prevalecer”.

“Tenemos que comenzar a pensar cómo le vamos a hacer para que después de estos dos años de veto la pesca se reactive como sustentable y la vaquita pueda recuperarse, porque evidentemente dos años no serán suficientes, se necesitan entre 20 y 30 para su recuperación”, advierte.

Finalmente, resalta que organizaciones como Greenpeace y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) ya están trabajando en el desarrollo de técnicas de pesca alternativas que hagan de la práctica una actividad sustentable y amigable con la conservación de la vaquita marina.

“Debemos proteger a la vaquita marina, eso es algo que le atañe a México, Estados Unidos y China y, si lo queremos llevar un poco más allá: a la humanidad, pues es una especie que no queremos perder”, concluye.

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