Gaza, 28 Dic (Notimex).- Las fuerzas de seguridad del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que controla la Franja de Gaza, impidió hoy que un grupo de 37 niños palestinos huérfanos entraran a Israel para realizar una visita coordinada por promotores israelíes de la paz.
Los menores involucrados en la visita, que duraría una semana, son hijos de palestinos muertos en la última ofensiva armada de Israel en la Franja de Gaza, que tuvo lugar el verano pasado y que se saldó con casi dos mil 200 muertos.

El autobús que trasladaba a los niños, quienes iban acompañados por cinco adultos, llegó la mañana de este domingo al cruce de Erez, por donde entrarían a Israel, pero las fuerzas de seguridad de Hamás ordenaron que volvieran a casa.

El viaje fue organizado por los líderes del Movimiento Kibbutz, el grupo de caridad Vela para la Paz y funcionarios árabe-israelíes, para llevar a los niños a ciudades árabes en Israel y a las localidades del sur que han sido blanco de cohetes de los militantes palestinos.

El recorrido incluía también visitas a una escuela de raza mixta, a la playa de Tel Aviv, así como a la ciudad de Ramalá, en Cisjordania, donde se reunirían con el presidente palestino Mahmoud Abbas, de acuerdo con despachos de la agencia local de noticias Maan.

Al confirmar que se impidió el paso del autobús, el portavoz de Hamás, Iyad al-Buzm, afirmó que se detuvo un intento de “normalizar las relaciones con Israel”, ya que el grupo islámico considera que el Estado hebreo es una potencia colonial ocupante y es un deber resistir.

El vocero afirmó que la decisión de impedir la entrada de los menores se tomó “para proteger la cultura de nuestros hijos y de nuestro pueblo” y sostuvo que Hamás se aseguraría de que un viaje como ese “nunca sucederá”.

Los niños, algunos de los cuales son hijos de fallecidos miembros de Hamás, contaban con permiso de las autoridades israelíes para salir del enclave palestino, pero se les impidió que abandonaran el territorio, informó Yoel Marshak, del Movimiento Kibbutz.

Explicó que se trataba de un viaje conciliatorio para fomentar la paz entre israelíes y palestinos, mostrando a los niños un lado positivo del Estado hebreo.

“Estos niños serán un día los líderes de Gaza y habrían recordado este viaje con el conocimiento de que podamos vivir en paz, uno al lado del otro”, dijo Marshak y añadió “este viaje estaba destinado a ser una gran abrazo para ellos”.

Redacción/SinEmbargo

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