“Va a caer, va a caer, Kiko Vega va a caer”, corean cientos de jornaleros; marchan por Tijuana

29/03/2015 - 3:09 pm
Jornaleros de San Quintín marchan hacia garita de San Ysidro. Fotos: Jorge Dueñes
Jornaleros de San Quintín marchan hacia garita de San Ysidro. Fotos: Jorge Dueñes

Ciudad de México, 29 de marzo (SinEmbargo/Zeta).- Nueve camiones con cientos de jornaleros procedentes del Valle de San Quintín llegaron esta mañana a Tijuana, como parte de una caravana que recorrerá Baja California.

Aproximadamente a las 11:30 de la mañana, arribaron a las instalaciones del Centro Cultural Tijuana (CECUT), donde organizaciones locales les tenían listo un desayuno.

De ahí se inició una marcha hacia la garita de San Ysidro, la cual, explican los líderes jornaleros, tiene el objetivo de que el reclamo de mejores condiciones laborales tenga un impacto internacional. Insisten en que el gobierno del Estado de Baja California, les ignora y no muestra disposición a dialogar, a lo que ellos sí están dispuestos.

“Va a caer, va a caer, Kiko Vega va a caer”, corearon los manifestantes.

A diferencia de lo que el gobernador afirmó en su campaña cuando pregonaba que en su gobierno la gente manda, dice Fidel Sánchez uno de los líderes, el mandatario se ha empeñado en favorecer a las grandes empresas, aunque éstas pisoteen los derechos del pueblo.

“No ha respondido como debe responder. Somos el pueblo de Baja California. Nosotros mandamos, pero nos ignoró y obedeció más al rancho “Los Pinos”. Los que mandan son las grandes empresas transnacionales”, añadió.

La exigencia para los gobiernos federal y estatal, es una jornada laboral pagada en 300 pesos, beneficios y prestaciones, un trato digno y el cese al acoso sexual y laboral contra sus mujeres.

Los jornaleros tendrán después un encuentro en la delegación Playas de Tijuana con campesinos del Estado de California, de ahí viajarán a Tecate y después a la capital Mexicali.

Ayer concluyeron temporalmente las mesas de diálogo entre patrones, autoridades y trabajadores en San Quintin, la mayoría de los jornaleros regresaron a los campos.

El paro se levantó pero los trabajadores advirtieron que estarán bajo protesta, aclaró Fermín Salazar, uno de los líderes de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal para la Justicia Social.

Los empresarios agrícolas sólo accedieron a un aumento salarial del 15 por ciento, entre 115 y 130 pesos, cuando los jornaleros cedieron en su exigencia a un sueldo de 200 pesos diarios o 20 pesos por caja de fresa.

Por ello, ayer mismo un contingente de jornaleros partió de San Quintín para encabezar una manifestación hacia la capital del estado, Mexicali, pasando por los municipios de Ensenada, Rosarito y Tijuana, para demandar la presencia de un representante de la Secretaría de Gobernación como mediador en las negociaciones que persistirán.

Los jornaleros “no están conformes, pero está la necesidad de trabajar porque no tenemos recursos para movernos a Mexicali. Miles regresaron a trabajar pero están a la expectativa para lo que pueda pasar”, precisó Salazar.

Se mantendrán los plantones en algunos puntos, pero con menos personas, y de forma rotativa, pues muchos trabajadores se sumarán durante al final de la jornada laboral.

Los líderes manifiestan que han fijado como base la cantidad de 200 pesos como salario diario, así como el destajo a 20 pesos la caja de fresa, porque así lo ha venido haciendo “Carlos”, el propietario Rancho “El Molino”, en la delegación Lázaro Cárdenas, quien a pesar de ser un agricultor pequeño ha mantenido ese pago desde que se estableció hace cinco años, y ahora se pretende que el resto de las empresas homologuen el pago.

“El dueño de ese rancho habló claro y concreto frente a los funcionarios de gobierno y los representantes de las empresas agrícolas quienes escucharon de viva voz que sí es posible sostener ese pago e incluso un poco más”, dijo el líder agrícola. “Toda esa riqueza generada por nuestra mano de obra se tiene que compartir con los jornaleros”, agregó.

PÉRDIDAS MILLONARIOS EN LOS CAMPOS

Luego de once días de paro laboral en los campos agrícolas de San Quintín, las pérdidas son millonarias e incalculables; el saldo colapsa no solamente a los empresarios y trabajadores agrícolas, sino a todos los sectores y estructura económica de la zona, con alcances aún imprevisibles.

Tierras destinadas solo para cultivo de la fresa, son un total de 2 mil 500 hectáreas (6 mil 177 acres), de acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Cada acre produce mil 200 cajas del fruto, 7 millones 413 mil cajas aproximadamente. Cada caja de fresa tiene un costo de producción de 7.50 dólares.

El ciclo de la siembra y cosecha de la fresa es muy breve, si no se pisca de inmediato, se pudre. Al momento se estima que el 50 por ciento de la producción se ha perdido, confió Marco Antonio Estudillo, vocero del Consejo Agrícola de San Quintín. En dinero, esto equivale a 55 millones 597 mil 500 dólares en pérdidas.

Además está la frambuesa, el arándano y la zarzamora, cultivables en 800 hectáreas (mil 977 acres). El acre produce 2 mil cajas de estos frutos, 3 millones 954 mil cajas. Igual se ha perdido la mitad, 31 millones 600 mil de dólares, atendiendo a cifras conservadoras. Pero la perspectiva es que se pierda la totalidad del cultivo.

Estos cálculos fueron hechos en base a datos cruzados obtenidos en exclusiva por Zeta, que no suelen difundirse oficialmente. Mientras el gobernador del Estado habla de pérdidas por 40 millones de pesos en total, que al día siguiente aclara son por cada día, sin precisar en qué rubros y evidentemente alejados de la realidad.

Tomate, pepino y cebolla también se cultivan en grandes cantidades, apenas están en proceso de crecimiento, no peligran por lo pronto. De lo contrario, las empresas agrícolas estarían lamentando millones de dólares que se les fueron de las manos.

Son alrededor de 25 firmas agrícolas que operan en la región –cuatro de ellas muy fuertes-, mismas que representan la columna vertebral de la cadena económica en la comunidad, por lo que el consumo en general se ha estrechado, aunado al temor de muchos comerciantes que tras los saqueos que se suscitaron los primeros días de la revuelta, abren parcialmente sus negocios, o de plano los han mantenido cerrados desde el 17 de marzo, como es el caso de las cuatro tiendas de conveniencia Oxxo repartidas en la demarcación.

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