Nellie Campobello, Amalia Hernández y Miguel Palmeros: nombres para destacar en el Día Internacional de la Danza

29/04/2014 - 12:00 am
Nellie Campobello. Foto: Internet
Nellie Campobello. Foto: Internet

Ciudad de México, 29 de abril (SinEmbargo).– Hoy, que en el mundo se celebra el Día Internacional de la Danza, de acuerdo a lo establecido por el Comité Internacional de la Danza perteneciente al Instituto Internacional de Teatro de la UNESCO, varios nombres del ayer y del hoy confluyen para mirar con esperanzas el futuro de una disciplina de hondo arraigo en nuestro país.

Desde las danzas tribales de nuestros pueblos originarios, esos danzantes que no cejan en su firme voluntad de preservar una tradición milenaria, pasando por el folclore de los pueblos mexicanos, tan diverso y colorido, hasta la danza clásica en su máxima expresión con figuras de dimensión mundial como el joven tapatío Isaac Hernández, figura principal en el Ballet Nacional de Holanda.

Todo para reafirmar una verdad imbatible: México es un pueblo que baila y al bailar refrenda la importancia de figuras fundamentales que dieron sustancia a la historia dancística nacional, dejando una referencia insoslayable hasta nuestros días.

Por caso, la increíble Nellie Campobello, quien además de bailarina y coreógrafa fue una gran escritora y a la que la danza mexicana le debe una firme voluntad popular, basada en la convicción de que lo importante era bailar en las calles, en los parques y no en los teatros de moda.

Había nacido en Valle de  Ocampo, Durango, el 7 de noviembre de 1900. Fue hija de Rafaela Luna y Felipe de Jesús Moya, su verdadero nombre fue Francisca Moya Luna.

Foto: Especial
Foto: Especial

Fue la tercera de seis hijos y su hermana Gloria, con quien realizó una brillante carrera dentro de la danza, nació en 1911 de una relación sentimental que sostuvo su madre Rafaela en Chihuahua con un empresario estadounidense de apellido Campbell.

De ese apellido tomó Nellie su seudónimo.

En 1923, Nellie y Gloria se trasladaron a la Ciudad de México, donde consiguieron acercarse a los más selectos círculos del arte y se inscribieron en las clases de ballet de la profesora estadounidense Lettie Carroll, para emprender el camino definitivo hacia los escenarios.

Si para Gloria el mundo giraba alrededor de la danza, para Nellie sería su complemento; el espíritu que alentaría con ahínco sería la literatura, sin dejar de lado otras vertientes como su labor de escenógrafa, en la que involucró a intelectuales, pintores y músicos de primer orden, como Martín Luis Guzmán (quien fue su pareja), José Clemente Orozco y Carlos Chávez, entre otros.

En 1931, Nellie fundó la primera escuela de danza pública y en 1943  el Ballet de la Ciudad de México. En 1937 se asignó al plantel el nombre oficial de Escuela Nacional de Danza y ella asumió la dirección. Gracias a su trabajo se institucionalizó la danza en México y ese hecho constituye su gran legado para el desarrollo de la danza en nuestro país.

En 1992 se modificó el nombre de la escuela por Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello.

Fueron muchos los aportes de Nellie Campobello al estudio de la danza y bailes tradicionales, entre los que destaca su investigación Ritmos indígenas de México.

En 2013, los historiadores Jesús Vargas y Flor García Rufino publicaron la primera biografía de la narradora y coreógrafa con el titulo Mujer de manos rojas, fruto de una investigación que duró más de dos décadas.

AMALIA HERNÁNDEZ Y EL BALLET FOLCLÓRICO DE MÉXICO

Amalia Hernández no sólo le ha puesto nombre al Ballet Folclórico de México. Más bien, dicho acontecimiento es una consecuencia de una incansable labor de la coreógrafa, productora y bailarina, fallecida el 5 de noviembre del 2000, a los 83 años.

“Amalia Hernández logró marcar una de las tendencias más representativas de la danza mexicana en la segunda mitad del siglo XX. Llegó a convertirse en un símbolo de mexicanidad a través de su obra más importante: el Ballet Folklórico de México, conocido mundialmente y utilizado como imagen del país, dentro y fuera de éste”, dijo el año pasado la investigadora Margarita Tortajada Quiroz, al presentar su ensayo “Amalia Hernández: audacia y fuerza creativa”.

Foto: Internet
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Descubrió su vocación de bailarina cuando apenas tenía ocho años de edad. A edad temprana comenzó a recibir clases particulares de importantes maestros de danza: de Luis Felipe Obregón y Amado López aprendió danza mexicana; danza española con Encarnación López La Argentinita y ballet con la maestra francesa Nelsy Dambre y el ruso Hipólito Zybin.

En 1934, quien llegara a ser una gran figura de la cultura nacional, ingresó a la Escuela Nacional de Danza, dirigida por Nellie Campobello, con quien se enfrentó por tener ambas temperamentos explosivos y sostener diferentes visiones en torno a la danza.

En 1939 fue elegida por Waldeen von Falkenstein para conformar el Ballet de Bellas Artes, pero Amalia Hernández se retiró del grupo por orden de su familia, que la obligó a contraer matrimonio.

En 1947, en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se creó la Academia de la Danza Mexicana (ADM), cuyos lineamientos consideraban que el arte popular era la “fuente viva de conocimiento y de carácter de lo mexicano”. Amalia Hernández se integró en 1948 y colaboró en la fundación del Ballet Nacional de México, dirigido por Guillermina Bravo.

Un par de años después, la creadora de la pieza “Sinfonía india”, basada en la música de Carlos Chávez, fundó el Ballet Moderno de México y el Ballet de México, que son la simiente del Ballet Folclórico de México (BFM), creado oficialmente en 1952 y que es uno de los emblemas del arte dancístico de México.

En los Juegos Panamericanos de Chicago en 1959, donde la revista Life le dedicó una portada, el presidente Adolfo López Mateos ofreció a Amalia Hernández el apoyo necesario para crear uno de los mejores ballets del mundo para México. Desde entonces, el grupo de Amalia Hernández logró ser programado semanalmente para presentar su espectáculo en el Palacio de Bellas Artes, que comenzó a ofrecer las hoy tradicionales funciones dominicales.

En 1961 el BFM obtuvo el primer lugar en el Festival del Teatro de las Naciones, de París, donde compitió contra 36 espectáculos de todo el mundo.

UNA VIDA DEDICADA A LA DANZA CONTEMPORÁNEA

Retratos de locura, la nueva pieza de Miguel Ángel Palmeros. Foto: CONACULTA
Retratos de locura, la nueva pieza de Miguel Ángel Palmeros. Foto: CONACULTA

El Día Internacional de la Danza se festeja hoy precedido de una semana e incluso un mes donde se multiplicaron las actividades en torno a este arte primordial en la historia humana y seguirán en mayo.

Hoy, en el Palacio de Bellas Artes, ofrece una conferencia el bailarín Isaac Hernández para anunciar su gala en México del 9 de agosto y el 4 de mayo se realizará una función de gala en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM, en homenaje al maestro Miguel Ángel Palmeros, quien celebrará así 50 años dedicados a la danza contemporánea.

Palmeros creó la obra Retratos de Locura precisamente para conmemorar sus cinco décadas de trayectoria artística, convencido de que todos los seres humanos tenemos un poco de locura. A veces se ve. Otras, permanece oculta.

Celebra 50 años dedicados a la danza contemporánea. Foto: Conaculta
Celebra 50 años dedicados a la danza contemporánea. Foto: Conaculta

“Es parte de lo que uno observa todos los días cuando vas por la calle  y me vino esa idea. Defino a la locura como el mundo que tiene cada persona, ya sea oculto o visible”, dijo el artista, al anunciar mediante el departamento de prensa de CONACULTA una serie de funciones y actividades que se llevará a cabo a lo largo del 2014 bajo un programa titulado sincuenta con el que su compañía, Momentos Corpóreos,  presentará parte de su producción coreográfica.

En Retratos de Locura, la demencia es plasmada a través de la danza y la música electrónica para exponer la manera en que el hombre se relaciona con los otros a través de su esencia misma, que muchas veces es juzgada como locura.

Miguel Ángel Palmeros, que inició su carrera en 1964 y ha realizado más de 150 coreografías, también destacó que del 18 al 27 de junio la compañía presentará otra de sus obras de reciente producción en el Teatro Benito Juárez. Se trata de En tu piel, que explora la fantasía, la invención, la variación incesante y la visión del cuerpo deseado.

Para continuar con la celebración a una trayectoria de vida hecha danza, se estrenará la pieza Mirada a la repulsión en el Foro del Centro Cultural Los Talleres, en el marco de la temporada Danza x la libre los días 27, 28 y 29 de junio.

Con información de CONACULTA

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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