Un año sin José María Pérez Gay, hombre entregado a las letras, intelectual excéntrico de pasión erudita

29/05/2014 - 12:00 am
"Pepe", el hermano de "Rafa", gran intelectual mexicano fallecido en 2013. Foto: CONACULTA
“Pepe”, el hermano de “Rafa”, gran intelectual mexicano fallecido en 2013. Foto: CONACULTA

Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo).- José María Pérez Gay murió en una madrugada. Su fallecimiento, aunque previsible debido al deterioro de su estado de salud, causó una honda tristeza entre quienes habían tenido la fortuna de conocerlo y disfrutar de su inteligencia iluminadora.

Entre 1944 y 2013 transcurrió la vida de este traductor y diplomático, un hombre erudito cuya labor intelectual se desarrolló en Alemania donde vivió durante 15 años, a partir de 1964, cuando apenas era un muchacho.

Narrador y ensayista, se doctoró en filosofía y germanística en Berlín. A su regreso a México, asumió como director del Canal 22 y ocupó varios puestos en la diplomacia de su país.

Fue traductor de Thomas Mann, Franz Kafka, Robert Musil, Herman Broch, Joseph Roth, Jürgen Habermas, Karl Kraus y Elias Canetti.

Escribió El imperio perdido o las claves del siglo; Hermann Broch, una pasión desdichada; El Príncipe y sus guerrilleros: La destrucción de Camboya; La supremacía de los abismos; La difícil costumbre de estar lejos y Tu nombre en el silencio.

En la última etapa de su vida, antes de que a los 66 años se le diagnosticara esclerosis múltiple, participó activamente en política, apoyando en forma decidida y tenaz al candidato de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, quien finalmente fue derrotado por el PRI y su candidato, Enrique Peña Nieto.

UN AÑO SIN PEPE

José María Pérez Gay era “Chema” para sus amigos y conocidos. Para sus familiares, como el también famoso escritor Rafael Pérez Gay, su hermano menor, era “Pepe”.

“Mi hermano enfermó de gravedad a los 66 y murió a los 70 pero parecía de 90, como si nuestro padre hubiera salido de uno de esos sueños que describe Pontalis para decirle a su hijo mayor que el tiempo se había apagado”, escribe Rafael Pérez Gay, el hermano menor de José María, en El cerebro de mi hermano.

Se trata del segundo libro de memorias del escritor nacido en 1957 en ciudad de México, luego de que en 2009 diera a conocer Nos acompañan los muertos, donde describe el deterioro físico y posterior desaparición de sus progenitores.

El impacto fue grande. El cerebro de mi hermano es un testimonio conmovedor y muestra a la vez de una literatura prodigiosa, tal como lo vio el jurado encargado de otorgar el Premio Mazatlán 2014, que recayó en manos de “Rafa”, quien construye un perfil lleno de matices sobre el pariente amado.

“No es que hable estrictamente mal de mi hermano, sino del hermano que vi, que conocí, un hombre de carne y hueso y no un ser idealizado que no existe. Creo, además, que cuando uno escribe debe marcar esas sombras. De esas sombras finalmente estamos hechos todos los seres humanos”, dijo el también director de la editorial Cal y Arena en una entrevista pasada.

Para Rafael, José María Pérez Gay “fue un intelectual para el que siempre el imperativo kantiano de la razón estaba por encima de todo. La razón es aquello que nos hace adultos, lo que nos hace independientes. Estaba formado, además, como pocos intelectuales mexicanos”.

Dejó una novela inconclusa y un hondo vacío en las letras mexicanas. Foto: Archivo
Dejó una novela inconclusa y un hondo vacío en las letras mexicanas. Foto: Archivo

“Fue un filósofo muy completo, un germanista serio, buen narrador, buen ensayista y hombre muy culto. Un verdadero erudito. Tal como cuento en el libro tuve la suerte de mantener con él una suerte de taller permanente. Él traía a la conversación a sus autores alemanes, yo a mis franceses y nos leíamos mutuamente los textos de cada uno”, agregó.

“Una novela de José Bianco inicia con la siguiente frase: “Hay hombres favorecidos por los sueños”. Él fue, efectivamente, así. Viajó mucho, tuvo mucho éxito, tuvo muchas pasiones amorosas y literarias y un día se apagó la luz salvaje y brutalmente y lo perdió todo”, describió el autor de Paraísos duros de roer y El corazón es un gitano.

Ese intelectual “de fuste y fusta” fue evocado este lunes al cumplirse un año exacto de su muerte en Ciudad de México, mediante un comunicado de CONACULTA donde entre los testimonios de amigos y familiares volvió a destacar el de su hermano Rafael, quien dijo que “nunca dejó de escribir porque eso es lo que era esencialmente, un hombre entregado a las letras”.

UN INTELECTUAL EXCÉNTRICO

Para el escritor y analista político José Woldenberg, José María Pérez Gay “fue un intelectual excéntrico, pero en el sentido literal de la palabra, porque estaba fuera del centro, fuera de la corriente y sus temas, autores y tratamientos, fueron singulares, alejados de las tendencias predominantes”.

Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate, describió al autor de El imperio perdido como un hombre visionario que supo traducir el mundo y su entrega a las causas sociales fueron un ejemplo para todos. Conocía la realidad de su país a fondo”.

Rafael y José María Pérez Gay. Foto: Revista Nexos
Rafael y José María Pérez Gay. Foto: Revista Nexos

Su entrega a las letras le valió ser reconocido con la Cruz al Mérito del gobierno de Alemania en 1992 y la Medalla Goethe en 1995, la Cruz de Honor para Ciencias y Artes Primera Clase 1996 del gobierno de Austria, el título de Caballero de las Artes y las Letras del gobierno francés en 1997 y un año antes, el Premio Nacional de Periodismo en México en Divulgación Cultural.

Dejó inconclusa una novela sobre el sociólogo Max Weber y el psicoanálisis y la persistente sensación de que intelectuales de su linaje ya no nacen en nuestros suelos ni se avistan en nuestros cielos.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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