México

¿Qué está detrás de la elección en Tamaulipas? Seguridad y energía son la manzana de la discordia

29/05/2016 - 12:02 am

Lo que realmente estaría en juego en la próxima elección de Gobernador en Tamaulipas es el tema de la generación de la energía y las nuevas inversiones en el sector de hidrocarburos, en uno de los estados más ricos del país en esta materia, dice la autora de este análisis. Además, agobiados por balaceras constantes, asesinatos y el control de los grupos del crimen organizado, los tamaulipecos muestran, de acuerdo con encuestas, que están dispuestos a pasar el Gobierno a manos del PAN, por primera vez en más de 80 años, a cambio de reforzar la seguridad y dejar de hablar de Zetas, de Golfos, de comandantes y de  jefes de plaza.

Foto: Cuartoscuro
La seguridad es una prioridad para los tamaulipecos y toma una enorme relevancia en una entidad rica en hidrocarburos y que los inversionistas tienen en la mira para aprovechar la Reforma Energética. Foto: Cuartoscuro

Por Guadalupe Correa-Cabrera (*)

Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo).– De los siete candidatos al Gobierno de Tamaulipas, sólo dos tienen posibilidades reales de ganar la elección: Baltazar Hinojosa Ochoa, de la coalición PRI-Verde-Nueva Alianza, y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien representa al Partido Acción Nacional. Ambos personajes son políticos experimentados que tienen trayectorias similares; ambos fueron alcaldes fronterizos en el mismo periodo (2005-2007), han sido miembros del Congreso de la Unión y han participado activamente en distintos ámbitos de la vida política nacional y estatal.

LOS CANDIDATOS

Los dos actuales aspirantes a gobernar Tamaulipas fueron presidentes municipales en tiempos del ex Gobernador Eugenio Hernández Flores (2005-2010) y encabezaron los gobiernos de dos ciudades clave: Matamoros y Reynosa. Ambos municipios compiten por el protagonismo en diversos ámbitos y sus votantes decidirán una buena parte del futuro de este estado fronterizo mexicano. Es importante reconocer que los dos candidatos a Gobernador manifiestan algunas debilidades importantes derivadas de sus relaciones con personajes de dudosa reputación dentro y fuera de Tamaulipas y de supuestos vínculos con la delincuencia organizada, particularmente con el Cártel del Golfo y algunas de sus expresiones.

García Cabeza de Vaca fue Diputado local y Diputado federal, y actualmente es Senador de la República, además se le relaciona con Roberto Gil Zuarth; el panista tamaulipeco es más cercano al calderonismo que al panismo tradicional. También se dice que ha mantenido vínculos con los hermanos Bribiesca Sahagún. En su administración como Alcalde realizó obras importantes en Reynosa [ejemplo: la continuación del Puente Broncos], pero recibió fuertes críticas relacionadas con la administración de los recursos para su construcción y la calidad de algunas de ellas.

Por su parte, al candidato priista Baltazar Hinojosa se le vincula con el Grupo Coahuila encabezado por Rogelio Montemayor. Es también cercano a Luis Videgaray Caso, y a los ex gobernadores Tomás Yarrington Ruvalcaba, de Tamaulipas, y Enrique Martínez y Martínez, de Coahuila. Además, algunos lo relacionan con Carlos Salinas de Gortari –recordando su paso por la Secretaría de Programación y Presupuesto– y con el dueño de Grupo HIGA, Juan Armando Hinojosa Cantú. Se dice que Baltazar es el candidato del establishment nacional.

Las debilidades de los dos candidatos no les impidieron representar a sus organizaciones políticas en la competencia electoral del 2016. Por ejemplo, a Baltazar Hinojosa no se le encontraron pruebas de vínculos criminales con Tomás Yarrington, de quien se dice fue [o es] bastante cercano en lo profesional y en lo personal. En un estado como Tamaulipas, algunos argumentan que no hay forma de gobernar sin mantener lazos amistosos o simplemente cordiales con la delincuencia organizada, que ha dominado históricamente la vida política, económica y social en la entidad a través del grupo que ahora conocemos como Cártel del Golfo –del cual se desprendieron posteriormente Los Zetas. Por consiguiente, y tomando en consideración su trayectoria política, no se olvidan las amistados peligrosas de Baltazar. Sin embargo, no hay pruebas contundentes que lo vinculen a delitos de orden federal, ni se ha verificado en lo formal protección alguna al narcotráfico en un estado clave para esta actividad.

Por su parte, a García Cabeza de Vaca también se le ha relacionado con la delincuencia organizada, particularmente en meses recientes cuando se mencionó que recibió apoyo de una célula criminal perteneciente al Cártel del Golfo, conocida como “Armada Gral. Pedro José Méndez”. El PRI incluso retiró candidaturas a algunos de sus abanderados por apoyar a García Cabeza de Vaca, y por estar presuntamente presionados por o relacionados con dicha organización delictiva. Ahora, a través de mantas, redes sociales y medios de comunicación –particularmente en el centro-sur de Tamaulipas– expresiones de la célula criminal saludan al candidato panista a Gobernador y prometen estabilidad, incluyendo “cero extorsiones, cero secuestros, [y] cero cobro de piso”.

Desde hace varios años, a García Cabeza de Vaca se le ha acusado de tener negocios ilícitos y vínculos con el Cartel del Golfo. Nunca se le ha comprobado nada. El mismo abanderado del PAN a la Gubernatura niega estas imputaciones y culpa a sus rivales de difamación en su contra, aunque las acusaciones iniciaron desde que fungía como Alcalde de Reynosa.

LA CAMPAÑA 2016

La presente campaña en ese estado fronterizo se ha centrado fundamentalmente en el tema de la seguridad, así como en el supuesto pasado delictivo de los candidatos. A ambos se les ha vinculado con “gente obscura”, por lo tanto, las acusaciones no se han hecho esperar. Dado que Tamaulipas ha sido uno de los estados más violentos en el país en los últimos años, el tema de la seguridad es muy sensible hoy en día. Buscando atraer al electorado, dicho tema ha sido el principal en la campaña. El combate a la inseguridad y la creación de cuerpos policiales capacitados y mejor pagados, así como la creación de fiscalías y una “verdadera” lucha contra la impunidad, son aspectos que se han discutido con gran énfasis en los debates entre los aspirantes a la gubernatura y constituyen el centro de sus plataformas electorales.

En lo que respecta al tema central de la campaña se está jugando dos cartas. Baltazar Hinojosa juega con el optimismo; Francisco García Cabeza de Vaca con la crítica y la posibilidad de alternancia. El candidato de la oposición señala de forma insistente la falta de avances en el tema de la seguridad. Baltazar hace propuestas y se mantiene optimista. Incluso, este último propone la creación de una “policía municipalizada” que retoma concepto de “seguridad ciudadana,” en una entidad donde esto había sido impensable por la militarización de la delincuencia organizada y de la estrategia de seguridad federal.

UNA CONTIENDA MUY CERRADA

El aspirante del PAN al Gobierno de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Foto: Cuartoscuro
El aspirante del PAN al Gobierno de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Foto: Cuartoscuro

Es la primera vez en la historia de Tamaulipas que se observa una contienda tan cerrada como esta. El estado ha sufrido muchísimo en los últimos años y el candidato de la oposición –con todo y las múltiples acusaciones de vínculos directos a la delincuencia organizada– tiene posibilidades reales de ganar. Dichas posibilidades no parecen derivar de su carisma, sus propuestas, cercanía con el electorado, ni percepción de eficiencia o eficacia como legislador y gobernante. Es importante destacar que García Cabeza de Vaca no aseguró la permanencia en la alcaldía de Reynosa para su partido, mientras que Hinojosa Ochoa en Matamoros sí logra conservar este espacio para el PRI al terminar su gestión. Y no sólo eso, Erick Silva, candidato del PRI, ganó la elección de 2007 con un margen de casi 99 mil votos y sin perder una sola casilla; esta fue una de las mayores victorias registradas en la historia del municipio. Con base en este resultado, es posible pensar que Hinojosa Ochoa fue, para muchos, un Alcalde efectivo, un buen gobernante en lo general.

Francisco Javier García Cabeza de Vaca tiene posibilidades de ganar la elección como cualquier candidato de oposición en estados donde no ha habido alternancia. Siempre existen apoyos internos y externos (internacionales) en favor de los movimientos aparentemente “democráticos”. El candidato del PAN le apostará a la alternancia. Sin embargo, la alternancia no se traslada necesariamente en democracia, y menos en estabilidad política o mayor seguridad de forma automática. El PAN en Tamaulipas representa, para algunos, una promesa. Sin embargo, a la fecha, esta promesa no se ha materializado. Recordemos al PAN de Matamoros y a Leticia Salazar: al Grupo Hércules y las relaciones peligrosas de y con el ex Secretario de Desarrollo y Bienestar Social municipal. El abuso de poder, los gastos excesivos en imagen y vínculos directos o indirectos con estructuras delictivas nunca derivan en democracias funcionales, ni en bienestar para la ciudadanía, ni en estabilidad.

En resumen, ambos candidatos parecen ser buenos y tienen la experiencia para gobernar la entidad. También a ambos se les vincula con actores y negocios de dudosa procedencia. La competencia es bastante reñida, no obstante el hecho de que el PAN no se encuentra tan bien cohesionado como se necesita para movilizar el voto en la recta final. Esto nos llevaría a pensar en lo siguiente: ¿Por qué un PRI fuerte y relativamente bien organizado en un inicio puede perder esta contienda electoral? ¿Cómo explicamos esta competencia tan fuerte en un estado históricamente priista con un aparato de movilización electoral tan efectivo.

La respuesta es sencilla. La extrema violencia en los últimos años y la falta de resultados contundentes en materia de seguridad alimentan un voto de castigo contra el partido en poder. La situación a nivel nacional refuerza esta tendencia. El voto de castigo contra Egidio Torre Cantú y Enrique Peña Nieto podría determinar el resultado. Sin embargo, la moneda se encuentra aún en el aire y es imposible anticipar con certeza el nombre del futuro gobernador de Tamaulipas.

Algunos dicen que si el candidato del PRI no hubiera sido Baltazar, cualquier otro representante de este organismo político hubiera perdido la contienda. Para ellos, Hinojosa Ochoa es un buen candidato, pues “donde ha estado siempre ha dado buenos resultados”. La ventaja que tienen García Cabeza de Vaca y el PAN en esta ocasión parece relacionarse con el “humor social”. Es decir, el PAN tiene esta vez una ventaja porque no se ha desgastado, porque no ha gobernado. La pregunta es la siguiente: Si Francisco Javier García Cabeza de Vaca gana, ¿asegurará éste la estabilidad y la gobernabilidad en el estado con respeto a la legalidad y sin vínculos a la delincuencia organizada? ¿Se deslindará el PAN del verdadero actor que ha gobernado Tamaulipas en las últimas décadas? En otras palabras: ¿tendrá el PAN la capacidad para gobernar un estado tan complejo como este, donde la experiencia nos deja ver que no existe un monopolio del uso legítimo de la violencia?

LO QUE ESTÁ EN JUEGO: HIDROCARBUROS

Independientemente de quién termine gobernando Tamaulipas y de cómo lo haga o qué tan efectivo sea, existe otro tema que debemos considerar y que no se menciona frecuentemente en los espacios de opinión cuando se habla de la elección en esta entidad fronteriza. En particular, debemos poner especial atención al tema de la energía y el desarrollo potencial de la industria de los hidrocarburos en un estado clave para consolidar la Reforma Energética.

Los que hemos observado de cerca y hemos cubierto en el campo real lo que ha sucedido en Tamaulipas y en la agenda de seguridad nacional, sabemos que hay mucho más que es preciso analizar. Nuestros periodistas y la mayor parte de los analistas en el país no cubrieron Tamaulipas como debe ser (por cuestiones de seguridad), y aquellos que visitaron el estado por unos días no han sabido leer su enorme complejidad.

El tema de la seguridad es “el tema” en la campaña del 2016 en Tamaulipas. Sin embargo, lo que realmente podría estar en juego en esta elección es el tema de la generación de energía y las nuevas inversiones en el sector de hidrocarburos en uno de los estados más ricos en esta materia. Ambos candidatos están conscientes de ello y han enfocado sus energías tras bambalinas en esta tarea, a sabiendas de que requieren no sólo de apoyos internos, sino también de apoyos en el exterior, principalmente en la Unión Americana, y en Texas en particular. Los poderes fácticos son fundamentales en cualquier elección y eso lo sabe todo político que desea ocupar espacios de peso en la política mexicana.

La cercanía de Baltazar Hinojosa con el establishment político nacional y con Rogelio Montemayor, además de sus planes para el noreste mexicano en materia energética son aspectos fundamentales a considerar. De hecho, para el gobierno priista en el estado, el tema de la energía ha sido una prioridad en los años recientes. Vale la pena analizar con cuidado el documento que contiene la Agenda Energética de Tamaulipas, que fue elaborado en el 2014 por la administración de Egidio Torre Cantú. El Gobierno de Peña Nieto tiene un especial interés en conservar este estado. Hay mucho que perder si se pierde esta elección cuando las apuestas para años venideros –de recuperarse los precios de los hidrocarburos– tendrán muy probablemente un ancla en las inversiones en este sector.

García Cabeza de Vaca no se quiere quedar atrás de ninguna manera. Como parte esencial de su campaña ha estado cabildeando por el voto en el exterior y buscando apoyos indirectos (pero claves) para su campaña por parte del empresariado estadounidense. Por ejemplo, en marzo de este año hizo una gira por San Antonio para promover el comercio e inversiones en el sector de hidrocarburos, y mostrar su capacidad de gestoría en favor de aquellos texanos interesados en invertir en el estado que desea gobernar. Cabe destacar también que el candidato panista se reunió en la capital del estado de Texas con la Comisionada de Energía, Christi Craddick, para dialogar sobre las oportunidades de inversión en Tamaulipas y México en el marco de la Reforma Energética de la cual se presenta como un fuerte promotor.

García Cabeza de Vaca busca el voto en el extranjero y el apoyo de los círculos de poder político y económico en el estado de Texas. Y parece que ha realizado esta labor con cierto éxito. A principios de este año, durante la celebración anual de la Fiesta Cítrica de Texas organizada en Mission (frontera con Reynosa), recibió de algunos alcaldes del Sur de Texas una distinción y reconocimiento por su trayectoria política en México. García Cabeza de Vaca puede ser un candidato bien visto en el vecino país del norte—al igual que Vicente Fox Quesada, quien en su momento representó la posibilidad de alternancia y la oportunidad de consolidar la apertura comercial y otorgar incluso aún mayores prebendas al capital transnacional. El PAN negocia menos, acepta más, especialmente cuando se trata de alcanzar el poder político. ¿Pero serán capaces de gobernar? Puede o no puede ser, pero esto no parece ser lo fundamental.

La experiencia y años de investigación en esta zona pueden decirnos que lo que en realidad está en juego en estas elecciones en tierra del Cartel del Golfo es la Cuenca de Burgos y la exploración de petróleo en aguas profundas del Golfo de México. Sin importar el partido o el candidato ganador en esta contienda electoral, existe la posibilidad de que la paz y la estabilidad lleguen pronto a Tamaulipas para favorecer grandes inversiones de capital extranjero en la industria de los hidrocarburos. Las compañías de energía texanas tendrán probablemente un papel fundamental.

La situación de seguridad en Tamaulipas no ha mejorado visiblemente; sin embargo, las dinámicas de la violencia se han modificado al fragmentarse las dos principales organizaciones criminales que una vez dominaron el estado. De hecho, el semáforo para Tamaulipas no está en rojo, está en amarillo. La estrategia federal ha dado sus frutos: quizás no reduciendo visiblemente la violencia, pero sí revolucionando las maneras de administrar el narcotráfico y la criminalidad en general. Esto es bueno para los nuevos empresarios en el sector de la energía.

Podemos pronosticar una nueva era para Tamaulipas en el corto o mediano plazo –todo depende de los precios internacionales de los hidrocarburos. En esta era dejaremos de hablar de Zetas, de Golfos, de comandantes, de jefes de plaza. Podría ser una era de inversiones millonarias (o billonarias). Texas podría beneficiarse en lo particular. Puedo pensar entonces que lo que sucedió en Tamaulipas fue una guerra; pero no por el control del narcotráfico, sino por el control de los hidrocarburos en la entidad. Y esto se puede demostrar. Los poderes fácticos parecen ahora ser otros y operarán en favor del candidato que les sea más conveniente, y que les permita ganar más.

(*) Guadalupe Correa-Cabrera es Profesora Asociada del Departamento y Estudios de Seguridad en la Universidad de Texas. Escribió este análisis en exclusiva para SinEmbargo.

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