En una agresiva lucha por asegurar la nominación al Partido Republicano Donald Trump ha terminado por arremeter contra la fracción de su partido que no le apoya para ser Presidente de los Estados Unidos. En el centro de estos ataques se halla Susana Martínez, bisnieta de un destacado General de la Revolución mexicana y quien ha pasado ya a la historia como la primera Gobernadora hispana en el vecino país. ¿Quién es la republicana que enfrenta a Trump?

Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo). — En un polémico mitin realizado en Albuquerque el pasado miércoles, Donald Trump acusó a la Gobernadora de Nuevo México Susana Martínez de ser la culpable del aumento del desempleo, la presencia de migrantes sirios y la necesidad de cupones de comida en el estado. A diferencia de otros eventos de campaña, esta vez la figura del Gobernador del mismo Partido no estuvo presente en el acto del magnate. Algo que se preveía cuando Martínez adelantó a periodistas que su ausencia se debía a estar “muy ocupada”. La noche en la ciudad más importante del estado que colinda con Chihuahua no acabó con el discurso del precandidato ante su público. Sino a través enfrentamientos de la policía con manifestantes contrarios a Trump, a quienes más tarde el empresario de Nueva York calificaría de “matones que ondeaban la bandera mexicana”.

Las palabras de Trump no sólo se sumaron a una larga lista de ofensas hacia los mexicanos, sino que recrudecieron, por sus propios motivos, las fracturas del Partido Republicano.

Sobre el desempeño de la Gobernadora el político que suele proyectarse a gritos dijo: “Tiene que hacer un mejor trabajo. ¿De acuerdo? Su Gobernadora tiene que hacerlo mejor. No ha hecho nada en el cargo. ¡Ey! A lo mejor yo corra para Gobernador de Nuevo México. Y haré a este lugar andar”.

Tras las acusaciones del mitin, Mike Lonergan, secretario de prensa de Nuevo México, expuso: “La Gobernadora no será intimidada para apoyar a un candidato hasta que esté convencida de que luchará por los nuevomexicanos. A la Gobernadora no le importa lo que Donald Trump diga de ella. A ella le importa que es lo que él diga para ayudar a los nuevomexicanos. Ella no escuchó nada de eso hoy”.

De acuerdo con Lonergan, los embates de Trump no fueron sobre “políticas sino políticos”. Martínez encabeza la Asociación de Gobernadores Republicanos (AGR) y representa un sector del Partido que buscaba detener la candidatura de Trump.

La Gobernadora de Nuevo México sucedió en la silla de la AGR a Mitt Romney candidato republicano en el 2012 por la presidencia de los Estados Unidos, de quien se rumoró sería ella su Vicepresidenta.

Pese a perder contra el actual Presidente Barack Obama, Romney aún mantiene voz dentro del Partido Republicano y se ha enfrascado en una lucha en contra de que Trump pueda llegar a la “Casa Blanca”.

“Si nosotros, los republicanos, elegimos a Trump como nuestro nominado, las perspectivas de tener un futuro a salvo y prospero serán disminuidas”, dijo Romney ante un recinto lleno en la Universidad de Utah en marzo.

“Donald Trump es un farsante, un fraude”, dijo el ex nominado republicano. “Sus promesas son inútiles, como una carrera de la Universidad Trump”; postura que ha reiterado en numerosas ocasiones desde entonces.

Por su parte, Trump ha desmerecido que Martínez pueda llegar a ocupar un puesto como vicepresidenciable en su gabinete, en alusión a lo cerca que estuvo de hacerlo en la candidatura de Romney.

“Definitivamente no ha sido contemplada”, ha dicho Katrina Pierson, vocera de Trump, “definitivamente está mirando en lo individual, mucha gente ha sido revisada. Han sido investigados. Él quiere lo mejor persona para el trabajo. No elegir a alguien sólo por su raza o sexo”, agregó.

MÉXICO EN DISPUTA

De ascendencia mexicana, Martínez ha calificado de “horribles” los señalamientos de Trump a los mexicanos. Y durante un evento de donaciones hace dos meses opinó que el hecho de generalizar que sean unos vándalos es “completa e inequívocamente erróneo”; así como consideró que es imposible la intención del virtual nominado republicano de construir un muro fronterizo y hacer que sea México el que lo pague.

Esto podría tener relación con su historia familiar. Martínez nacida en 1959 es la hija de un boxeador de El Paso, Texas, que ganó tres Guantes de Oro.

En el 2011 manifestó no estar segura de que sus antepasados hubieran llegado de forma legal a los Estados Unidos. Más tarde algunos medios apuntaron que dentro de su ascendencia se halla Toribio Ortega, un personaje de la Revolución Mexicana.

Sin embargo, puede que la ascendencia le haya quedado lejos. Desde temprana edad mantuvo promedios escolares que le permitieron estudiar en leyes en la Universidad de Oklahoma, y más tarde se hizo de un nombre como funcionaria gracias a una larga carrera como Fiscal de Distrito en Nuevo México, un cargo de representación del Gobierno en juicios locales que ostentó desde 1997.

Una vez en electa en el 2010 como Gobernadora impulsó una serie de políticas contra indocumentados. Martínez retiró los permisos de conducir a indocumentados, un hecho que atraía a la delincuencia, de acuerdo con ella; así como el poder de revisar el estado migratorio de cualquier persona que sea arrestada.

Y después de los atentados terroristas de París en noviembre del 2015 fue una de los gobernadores estadounidenses que se opusieron al plan del Presidente Barack Obama para recibir refugiados sirios, al argumentar que su prioridad era mantener a los nuevomexicanos seguros.

No obstante, a diferencia de Trump, para Martínez México juega un rol importante en el aspecto económico en especial desde que fue reelecta en su cargo en el 2014.

En enero del 2015 dijo durante un discurso: “En nuestro reloj, las exportaciones a México están siempre altas; hemos sido posicionadas como número uno en cuanto al crecimiento de exportación de la nación. En Santa Teresa, nuestro puerto fronterizo está prosperando. Nuevo Mexico está listo para convertirse en un lugar clave de la ruta entre Estados Unidos, México, Centroamérica y Sudamérica”, apuntó de acuerdo con el diario Dailylobo.

Si la orientación política no es lo que encapsula las diferencias con Trump, tal lo hagan los intereses del magnate por ser Presidente a toda costa. Nuevo México es uno de los cinco estados donde el Partido republicano no ha tenido comicios. Y aún hay 303 delegados que no han sido asignados.

El empresario de Nueva York se encuentra en una competencia en solitario para sumar estos apoyos, pese a que ya cuenta con el número de delegados suficientes para ser nominado por su Partido en la convención republicana del 18 al 21 de julio. Una tarea que Martínez no ha hecho más fácil. Ni una larga lista de políticos de renombre dentro del Partido Republicano.

Este camino tampoco se ha hecho más fácil para Trump, quien también deberá competir después contra los candidatos del Partido Demócrata, que ya ha echado a andar una campaña de desprestigio que el mismo Presidente Barack Obama encabeza.

En abril, Obama dijo que está muy perturbado por la “retórica vulgar y divisiva” dirigida contra las mujeres y las minorías, así como la violencia de la campaña presidencial 2016.

“Se trató de un golpe doble de Obama para el republicano al frente de la contienda, Donald Trump, quien ha sido combativo en sus ocasionalmente violentos mítines y ha comentado sobre mujeres”, dijo Associated Press.

De esta cuenta, el antagonismo de mujeres como Hillary Clinton, precandidata del Partido Demócrata, así como Martínez en las filas del Partido Republicano podrían aminorar a un Trump que impresiona a muchos contendientes que no creían que el magnate llegara hasta estas alturas de la contienda hacia la Casa Blanca.