Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).- El actor estadounidense Richard Gere, vive unos esplendorosos 64 años, trabajando en varios proyectos cinematográficos, militando en diversas causas benéficas y practicando la religión budista a la que se consagró hace ya muchos años.
Ahora, los medios periodísticos lo ubican en Roma, donde ha decidido pasar unos días de vacaciones con su hijo, Homer James Jigme Gere y hacerse, como un turista más, algunas fotos frente al Coliseo romano.
Vestido con ropa cómoda -camiseta azul y pantalones beige– Gere disfruta de los encantos de Roma pese a sus altas temperaturas, eso sí, protegiéndose del sol con una gorra de los “Yankees”, el equipo neoyorquino de béisbol, informó la agencia efe.
Junto a él está su hijo Homer, nacido en 2000 y fruto de la relación entre el actor y la ex modelo y actriz Carey Lowell, de quien se ha separado hace medio año, para vivir luego un sonado romance con la ex esposa del escritor Salman Rudshie, la modelo india Padma Lakshmi.
Gere, quien pese a su avanzada edad no deja de despertar interés en la prensa del corazón, habría terminado su relación con la también presentadora de Top Chef y su nueva pareja sería una bella morena cuya identidad se desconoce.
EN EL FESTIVAL DE GIFFONI
La visita del protagonista de Mujer bonita a Italia sirvió también para que participara del Festival de Cine de Giffoni, que tiene lugar en la ciudad de Giffoni Valle Piana, enfocado en la promoción de películas destinadas a un público infantil y juvenil.
Allí habló de su trayectoria cinematográfica y particularmente, ante un requerimiento periodístico, de su relación con Hollywood.
“Todos piensan que Hollywood es un monstruo voraz, pero es solo un lugar donde se hacen películas. No deberíamos hacer una conciliación con Hollywood, lamentablemente debemos intentar algo peor: hacer pactos conciliatorios con nuestros demonios personales. En cuanto a mí, no veo una separación entre mis elecciones de vida y mi trabajo”, dijo Gere en la citada conferencia de prensa.
Habló de su reciente filme Time Out of Mind, donde encarna a un mendigo en un drama dirigido por Oren Moverman que ha tenido obsesionado durante mucho tiempo al actor, quien también funge como productor.
“El guión fue escrito hace 25 años ; del original se pueden cambiar algunos detalles, pero los problemas internos de ese mundo siguen siendo los mismos. Nueva York es la única ciudad en el mundo en la que, por ley, cada persona debe contar con un lugar donde dormir por la noche en un lecho decente. Fue un viaje interior y personal, que apuntaba al fondo del género humano, y que pude recorrer gracias a Oren Moverman, un realizador excepcional”, dijo Gere.
“Vivimos un momento de fuertísima transición Antes se hacían filmes con presupuestos altos y aceptables tiempos de rodaje. Ahora no: Franny (otra de las películas en las que ha participado recientemente), a pesar de su complejidad, se filmó en 26 días, mientras que para Time Out of Mind bastaron 21.
Las grandes inversiones se reservan para las series de TV, que cuentan con dinero y con staffs de altísimo nivel. No digo que sean excluyentes: hoy se hace algo independiente y mañana algo comercial. O un musical de Broadway”, agregó el actor, en declaraciones recogidas por el periodista Néstor Tirri para el periódico argentino La Nación.
De su conocida militancia pacifista, el célebre actor abogó por el trabajo profundo con la propia conciencia y no reaccionar impulsivamente frente a los hechos que nos presenta la vida cotidiana.
“Desconfío de las personas que reaccionan de manera superficial e impensada. Si pudiéramos responder al otro en tono gentil, evitaríamos un 99% de los enfrentamientos. Recuerdo una enseñanza de mi maestro zen japonés, que aseguraba que no tomaba ninguna decisión hasta que no lograba reducir los movimientos respiratorios a siete por minuto. Con este ejercicio conseguía controlar la emotividad y los impulsos”, afirmó.
