Guadalajara, 29 Jul. (Notimex).- El especialista Rubén Santoyo Ayala señaló que evitar las comidas calóricas ricas en carbohidratos y grasas, sobre todo al mediodía y en la cena, previene la somnolencia postprandial que se caracteriza por sentir sueño y pesadez profunda, tras la ingesta de alimentos.
El médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco explicó que este malestar se debe a distintos factores, uno de ellos es la alta concentración de niveles de azúcar y grasas en la sangre, lo cual ocasiona aletargamiento e incluso disminución de flujo sanguíneo y de oxigenación a nivel cerebral.
Asimismo, dijo, distintas hormonas y aminoácidos que intervienen en el proceso de metabolización y digestión de los alimentos se ven alteradas, por ejemplo, al elevarse el triptófano que es un aminoácido, aumenta a su vez otras sustancias que son inductoras naturales del sueño.
Por lo anterior, la persona que comió de más o alimentos con altos contenidos calóricos siente una imperiosa necesidad de dormir, lo cual incrementa el riesgo de accidentes, tanto de tipo automovilístico como en el ámbito laboral.
Al considerar que el empleado después de salir a comer, deba retomar sus actividades en el trabajo y no se encuentre al 100 por ciento de sus capacidades por este motivo.
Advirtió también, que el ingerir estos alimentos en grandes cantidades y de forma repetitiva prácticamente como un hábito diario, incrementa la posibilidad de sufrir pancreatitis, condición que puede conducir en poco tiempo a desarrollar insulina de mala calidad y por consiguiente diabetes.
En cuanto a personas que cenan “muy pesado”, afirmó que corren el riesgo de presentar una especie de reflujo o broncoaspiración mientras están dormidas, además de que la digestión tiende a volverse lenta bajo estas condiciones.
Una de las recomendaciones que plantea el doctor Santoyo Ayala además de evitar comer y cenar “pesado”, es ponerse en movimiento tras la ingesta de alimentos, si es posible realizar una caminata breve y a velocidad normal, a fin de lograr activarse y de esta manera combatir la somnolencia.
Otro aspecto a considerar es que se puede ingerir un vaso de agua natural después de comer, con la finalidad de acelerar y favorecer el proceso de digestión y en la medida de lo posible procurar consumir carnes magras, pescado, frutas y verduras en los menús diarios.
Santoyo Ayala destacó que la comida más completa debería ser el desayuno, dado que al ser en horario matutino, brinda la posibilidad de que la persona se encuentra en un estado mayor de alerta y tenga reservas de energía, luego de una noche de sueño reparador.
Recordó que el proceso de digestión por sí solo implica esfuerzo y desgaste físico y por consiguiente pérdida de energía, por lo tanto la ingesta de alimentos debe ser moderada para evitar sobrecargar al organismo.
