Bruselas, 29 Jul (Notimex).- Una investigación especial concluyó que hay “pruebas suficientes” para juzgar a los ex altos mandos del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) por crímenes de guerra contra las minoría, tras la guerra de 1998, pero no por tráfico de órganos.
El fiscal jefe del Equipo Especial de Investigación de la Unión Europea para Kosovo (SITF), Clint Williamson, acusó este martes a los miembros del ELK de llevar a cabo una “campaña de persecución dirigida contra la minoría serbia, los gitanos y otras minorías de Kosovo”.
Los ex milicianos también estarían implicados en una “campaña de violencia e intimidación en 1998 y 1999 dirigida contra oponentes políticos albano-kosovares, que también incluyó asesinatos extrajudiciales, detenciones ilegales y trato inhumano”.
“La naturaleza generalizada o sistemática de estos crímenes en el periodo posterior al término de la guerra, en junio de 1999, justifica una acusación por crímenes contra la humanidad”, dijo Williamson en rueda de prensa.
“Hay pruebas convincentes de que estos crímenes no fueron actos de individuos rebeldes que actuaran bajo su propia responsabilidad, sino más bien se realizaron de forma organizada y fueron sancionados por ciertos individuales en altos niveles del liderazgo del ELK”, añadió.
Según los investigadores, unas 500 personas fueron asesinadas y más de 300 fueron secuestradas o desaparecieron desde el final de la guerra de Kosovo.
El fiscal, de nacionalidad estadunidense, eludió revelar la identidad o el número de los altos mandos del ELK acusados de esos actos.
Durante el período investigado, el actual primer ministro kosovar, Hashim Thaci, era uno de los líderes de la milicia ELK.
Thaci fue mencionado en un informe de 2011 del Consejo de Europa, organismo de Control de los Derechos Humanos, que denunciaba una red de tráfico de órganos de prisioneros serbios.
La investigación del SITF concluyó que hay “indicios convincentes” de que esta práctica sí ocurrió, pero en una escala “muy limitada” y sin dejar suficientes pruebas para abrir un juicio.
“Un número pequeño de personas fueron asesinadas con el objetivo de extraer o traficar sus órganos”, afirmó Williamson.
SITF pretende presentar una acusación por crímenes de guerra contra el ELK a principios de 2015, pero depende de la creación de un tribunal especial pertinente para ello, que operaría bajo el mandato de la misión de la Unión Europea para Kosovo (EULEX).
Williamson acusó a “personas muy poderosas” de perjudicar las investigaciones y dificultar la creación del tribunal.