El día llegó: Argentina debe pagar a sus acreedores mañana; la prensa internacional especula: ¿lo hará?

29/07/2014 - 3:00 pm
Cristina Fernández. Foto: EFE
Cristina Fernández. Foto: EFE

Por Luis Chumacero González Durán

Ciudad de México, 29 de julio, (SinEmbargo).– “Fondos buitre” es el término que acuñó Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina, para referirse a los fondos de cobertura acreedores de su país que desencadenaron un litigio en Nueva York que podría hacer caer a Argentina en el impago (default) el día de mañana.

De no resolver a más tardar hoy o mañana los pagos, Argentina estará incumpliendo sus acuerdos de deudor y estará asestando un fuerte golpe a su propia economía, aclaró ayer SinEmbargo en una nota que resumía la saga entre el país y los “fondos buitre”.

A raíz de la sentencia de un juez neoyorkino, Argentina no ha podido saldar deudas con varios de sus acreedores. Debe pagar más de 1,300 millones de dólares a ciertos fondos de cobertura, dicta la sentencia, o la nación sudamericana no podrá disponer del dinero que depositó en un banco estadounidense con la intención de liquidar deudas con otros acreedores que ascienden hasta un monto mucho mayor.

Al borde del impago la prensa argentina presenta diversas reacciones.

Ofreciendo una perspectiva exterior, el diario La Nación habla sobre la opinión que las acciones de la presidenta Kirchner suscitan en el vecino Brasil. Citan al diario O’Globo, que tachando de suicida el comportamiento de la Presidenta ante la crisis y rechazando su estrategia, expone cifras duras del costo que tendría para Argentina caer en el impago.

“Según datos que publica el diario”, dice La Nación, “un eventual default llevaría la inflación al 41 por ciento, el PBI caería 3.5 por ciento y el consumo sufriría un retroceso de 3.8 por ciento”.

Agrega que la sacudida a la economía argentina también afectaría negativamente a Brasil, su socio comercial bajo el tratado de Mercosur, siendo Argentina el tercer mayor comprador de productos brasileños.

Otro diario argentino, Página/12, habla de que Argentina tiene una capacidad de pago de deuda que ha puesto en marcha y que desmiente el que sea un “defaulteador serial” como acusarían los fondos de cobertura “buitres”.

Unos 642 millones de dólares fueron retirados de las reservas del Banco Central de Argentina para realizar la primera parte de una serie de pagos acordados con el Club de París, destinados a 16 países acreedores, dice el diario. Indica que esto es una señal del compromiso de la nación ante sus deudas:

“Es decir que la voluntad y capacidad de pago del país no se vieron afectadas por la puja con los fondos buitre y la amenaza latente del juez neoyorquino Thomas Griesa de forzar la cesación de pagos del país. La Argentina logró renegociar su deuda con el Club de París sin la injerencia del Fondo Monetario Internacional, un hito para las finanzas internacionales.”

Una escueta nota publicada por Clarín, un tercer diario argentino, se limita a decir que actualmente, delegados de Argentina negocian un posible acuerdo en Nueva York para evitar la cesación de pagos. Señala quiénes son los miembros de la delegación y subraya el propósito de las negociaciones.

Al norte el Wall Street Journal escribe que Argentina “acribilla a un juez de los Estados Unidos antes que pagar a sus acreedores”. Apunta que la reputación internacional de Argentina es mala y escribe que: “La imputación de que los cortes de los Estados Unidos son corruptas necesita de agallas viniendo de un país que pisotea derechos de propiedad por capricho. Recuerde la expropiación de Argentina de bienes locales de Repsol, la compañía petrolera española”.

El sistema legal de Estados Unidos ofreció todos sus instrumentos al caso de Argentina, dice el diario neoyorkino, que añade que incluso la administración de Obama estuvo a favor del país latino en detrimento de los fondos de cobertura nacionales con que litigaba.

“La Administración temía el precedente para los intereses de Estados Unidos en el extranjero si un gobierno foráneo era obligado por cortes de los EU a pagar a los acreedores no signatarios”.

Los llamados “buitres” por la prensa argentina.

Desplegando uno a uno los argumentos que ha esgrimido el gobierno argentino para no pagar a los fondos estadounidenses, el periódico norteamericano los rechaza considerándolos insuficientes para justificar una cesación de pagos que sería mucho más costosa para la economía Argentina que el saldar una deuda que, considera el diario, sí puede permitirse liquidar.

Llama la atención sobre una campaña mediática de la administración de Kirchner ha emprendido durante un mes. Ésta habla a un juez neoyorkino por nombre, así como a ciertos fondos de cobertura, para pintarlos como villanos. El periódico de Nueva York dice que: “la conclusión difícil de evitar es que Argentina prepara el terreno político para una cesación de pagos de la que planea culpar a los malvados gringos al norte”.

Opina que el mejor de los posibles desenlaces es que se llegue a una negociación exitosa y se evite el impago.

En Londres el Financial Times coincide en varios puntos. Subraya que las acciones del gobierno argentino no parecen denotar un particular interés por solucionar la crisis:

La Presidenta de Argentina se dirige a Caracas para hablar sobre Mercosur, el Ministro de Economía argentino, Axel Kicillof no se ha presentado a las negociaciones en Nueva York para evitar el impago, “enviando en vez a un equipo tan inepto que tuvo que regresar a Buenos Aires el viernes pasado para recibir ‘más indicaciones’”.

También llama la atención el diario sobre una preparación del gobierno para sobrevivir el impacto político de caer en impago. Dice que “La semana pasada, por ejemplo, [Fernández] explicó que ni siquiera se trataría de un default y que necesita acuñarse un nuevo término”.

La publicación inglesa señala que, según datos de Poliarquía, la popularidad de tal campaña parece estar surtiendo efecto. El mes pasado 65 por ciento de los argentinos pensaban que su gobierno debería pagar a los fondos estadounidenses y ahora sólo 57 por ciento opina así. En el mismo periodo la aprobación de la forma en que la presidenta ha llevado la crisis ascendió del 38 por ciento hasta el 47.

Interrogándose, el diario británico plantea que quizás los economistas estén sobreestimando el costo del impago y que en realidad pueda servir como una estratagema para atizar el nacionalismo y obtener apoyo político.

“Tales estrategias han funcionado antes – pero no siempre por mucho tiempo”.

en Sinembargo al Aire

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