Washington, 29 jul (dpa) – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó hoy a proteger a los pueblos índigenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en las Américas contra las incursiones en sus territorios para evitar su desaparición, porque “la pérdida de su cultura es una pérdida para toda la humanidad”
La CIDH publicó el informe “Pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en las Américas”, que aborda “la situación de los pueblos que no fueron colonizados y que no tienen relaciones permanentes con las sociedades nacionales prevalecientes en la actualidad”. La Comisión señaló que los pocos pueblos índigenas que sobreviven en las Américas, unos 200, se encuentran en una situación de “vulnerabilidad, ya que no pueden abogar por sus propios derechos”.
Las presiones derivadas de la extracción de recursos naturales, en su mayoría destinados a satisfacer la demanda de las sociedades no indígenas, representa, según la CIDH, “una de las mayores amenazas al pleno goce de los derechos humanos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial”.
La incursión de personas no índigenas en sus territorios para extraer recursos naturales -maderas, hidrocarburos, combustibles fósiles, minerales y recursos hídricos- ponen en riesgo la existencia de estos pueblos índígenas aislados.
El informe recuerda que los pueblos indígenas dependen de los recursos naturales presentes en sus tierras y territorios para su “bienestar económico, espiritual, cultural y físico”.
Estos contactos directos o indirectos aumentan las posibilidades de transmisión de enfermedades para las cuales estos pueblos no tienen defensas inmunológicas, lo que amenaza su supervivencia física, advierte el informe.
El reporte señala además que existen proyectos de explotación turística, en ocasiones autodenominados “de aventura” o “turismo ecológico”, que están generando contacto deliberado con pueblos en aislamiento voluntario o contacto inicial, promocionándolos como un “atractivo turístico”.
“Si no logramos asegurar su protección contra estas incursiones, enfrentamos el riesgo de ser testigos de la desaparición completa de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en las Américas”, advierte la CIDH.
Aunque los estados de la región han protegido más de 9 millones de hectáreas a favor de pueblos indígenas en aislamiento voluntario o contacto inicial, esto no ha impedido que se produzcan incursiones de personas no indígenas en su territorio que amenazan sus existencia.
En el continente americano hay pueblos de este tipo en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela. También hay indicios de su presencia en Guyana y Surinam, en las zonas fronterizas con Brasil.
El informe advierte que no es posible saber cuántos indígenas permanecen en aislamiento y contacto inicial, pero algunos cálculos se refieren a unos 200 pueblos y aproximadamente 10.000 personas. Habitan en las regiones más remotas y de difícil acceso de América del Sur, en la selva amazónica y la región del Gran Chaco, precisa la Comisión.
La CIDH considera que se debe respetar su derecho al no contacto y a su elección de permanecer en aislamiento. La Comisión cree que el contacto se debe dar solamente si es propiciado por los pueblos en aislamiento.
La Comisión Interameriana recomienda a los estados de la región que reconozcan la existencia de los pueblos indígenas aislados y su derecho a la autodeterminación, que protejan sus tierras, territorios y recursos naturales y que se respete y se garantice el principio de no contacto.
Los pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario son pueblos o segmentos que no mantienen contactos sostenidos con la población mayoritaria no indígena, y que suelen rehuir todo tipo de contacto con personas ajenas a su pueblo, aclara la Comisión.
Los pueblos indígenas en situación de contacto inicial, en cambio, son pueblos o segmentos de pueblos indígenas que mantienen un contacto intermitente o esporádico con la población mayoritaria no indígena, precisa el informe.