Indígenas detienen máquina que deforestaba su tierra ancestral en Paraguay

29/07/2015 - 4:40 pm

Asunción, 29 jul (EFE).- Los indígenas ayoreo de la comunidad de Cuyabia, en el Chaco paraguayo, frenaron hoy el avance de una máquina topadora que deforestaba una zona de bosque dentro de su territorio ancestral, que consta de 25 mil hectáreas y está rodeado por once empresas agrícolas y ganaderas, la mayoría extranjeras.

La máquina, usada para talar vegetación en el interior del territorio indígena, fue detenida por los nativos y llevada a la comunidad para impedir que continuara con el desmonte, informó hoy la organización Iniciativa Amotocodie en un comunicado.

Los indígenas esperan ahora que un agente de la Fiscalía se presente en el lugar de manera urgente para formular una denuncia contra la empresa ganadera que invadió y deforestó parte de sus tierras, según la fuente.

El territorio fue adquirido por el estatal Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) y está en proceso de cesión a la comunidad nativa ayoreo atetadioegosode de Cuyabia, añadió el comunicado.

Para concluir con este proceso se está realizando una mensura judicial que determinará la extensión del territorio y sus límites con las explotaciones agrícolas y ganaderas vecinas.

Mientras concluye la medición, sobre el terreno pesa una medida cautelar que prohíbe innovar, por lo que la intervención de maquinaria agrícola estaría violando esa disposición, además de invadir un territorio ajeno.

Los líderes de la comunidad de Cuyabia, Unine Cutamorajna y Nicolás Etacore, solicitaron a los propietarios de las estancias vecinas aguardar a que concluyera la mensura judicial, pero denuncian que los estancieros no están respetando su pedido.

“Estas personas no nos respetan, hace mucho tiempo hemos pedido a las autoridades que se acerquen hasta aquí para corroborar cómo se violentan las medidas cautelares, pero no hemos tenido respuestas. Nosotros estamos defendiendo esto para nuestra supervivencia”, explicó Cutamorajna a través de un comunicado.

El líder indígena se mostró además preocupado porque el bosque en el que trabajan las máquinas agrícolas es utilizado como hábitat y zona de desplazamiento de algunos de sus parientes cercanos, que se encuentran en estado de aislamiento voluntario.

“Los aislados se asustan con las topadoras, estamos seguros de que ahora fueron hacia el norte y no sabemos si estarán seguros allí”, explicó Cutamorajna.

Los indígenas aislados “guardan una profunda relación con su territorio tradicional, con el bosque, sus recursos vitales y sus lugares de referencia históricos y sagrados”, según Iniciativa Amotocodie.

Las 25 mil hectáreas de la comunidad ayoreo de Cuyabia fueron vendidas de forma irregular en 2012 por 1.250 millones de guaraníes (unos 255.000 dólares) y están ubicadas en el distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, en el Chaco paraguayo.

El pasado 17 de abril, Rubén Quesnel, expresidente del INDI, fue condenado a seis años y medio de cárcel por la venta ilegal de este territorio, una sentencia considerada “histórica” por la Fiscalía.

Además de por estos hechos, Quesnel está imputado por lesión de confianza y apropiación junto a otros funcionarios de su administración por la sustracción de unos 700.000 dólares destinados a cumplir con dos sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

Ambas son en favor de las comunidades indígenas Sawhoyamaxa y Yakye Axa, del pueblo énxet.

El pueblo ayoreo es una de las 20 etnias indígenas que viven en Paraguay y algunos de sus integrantes, en aislamiento voluntario, conforman el último pueblo nativo no contactado de América fuera de la Amazonía. EFE

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