Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).– El martes pasado, el Pew Research Center publicó, en el marco de la visita del Presidente de México a California, Estados Unidos, que el 48 por ciento de la población tiene una imagen desfavorable del mandatario Enrique Peña Nieto. Ayer, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que el Jefe del Ejecutivo federal no trabaja con encuestas en mano, ni en función de crisis de popularidad, sino por el bien y la transformación del país.

“Es un Presidente que no trabaja encuestas en mano. Un Presidente que no toma decisiones viendo índices de popularidad. Un Presidente no hace valoraciones políticas para la toma de decisiones que tienen como efecto la mejoría de las condiciones de las familias mexicanas”, dijo.

Osorio Chong destacó la actitud del Presidente, “quien no gobierna buscando la popularidad sino resultados”.

Sin embargo, el estudio del Centro de Investigación Pew –un think tank con sede en Washington DC– expuso que la caída en la imagen del mandatario priista se debió, principalmente, por la desconfianza sobre el efecto que tendrán sus reformas económicas y también por la inseguridad y corrupción que percibe la ciudadanía.

En el marco de la Plenaria de senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el encargado de la política interna del país presumió las 11 reformas estructurales aprobadas en lo que va del sexenio.

Pero para los más de mil mexicanos encuestados para el informe del Centro Pew,  la inseguridad, la política económica y la corrupción siguen siendo los principales problemas que los aquejan.

El 79 por ciento de los encuestados definió al crimen como “un gran problema”, seguido por los políticos corruptos (72 por ciento) y la violencia relacionada con la delincuencia organizada (72 por ciento).

El 54 por ciento de la sociedad consideró que el Presidente está haciendo un mal trabajo combatiendo la corrupción, pues la cifra ha crecido seis puntos en los últimos 12 meses.

Por último, seis de cada 10 personas (el 60 por ciento, 14 puntos más que el año pasado) desaprobaron el rumbo económico que el país sigue. Únicamente el 37 por ciento de los ciudadanos está satisfecho con la economía, que este año crecerá menos de 2.7 por ciento, según la última estimación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De acuerdo con la Encuesta de Evaluación que hace Grupo Reforma, el Presidente Enrique Peña Nieto cuenta con un 50 por ciento de aprobación ciudadana a su trabajo, y 46 por ciento de desaprobación.

LAS REFORMAS DEJAN ATRÁS A EPN

Pese a que las reformas estructurales de Peña Nieto fueron aplaudidas por los legisladores,  han tenido un impacto negativo en la ciudadanía.

Por ejemplo, la Reforma Energética, la apuesta más importante para el sexenio actual y que abre la industria de la electricidad y los hidrocarburos al capital privado y extranjero, provocó el descontento de la ciudadanía.

El 57 por ciento de los encuestados por Pew Research Center se opuso a que los extranjeros intervengan en el sector.

Según la encuesta por Reforma, la Reforma Energética tiene dividida a la opinión pública: el 34 por ciento de ciudadanos la ve con buenos ojos, pero 4 de cada 10 la evalúan desfavorablemente.

El 61 por ciento de los entrevistados opinó que con la reforma en materia energética subirán los precios de la luz y de los combustibles, expectativa contraria a la promesa gubernamental de que más adelante habrá reducciones en las tarifas.

Por su parte, el Presidente Enrique Peña Nieto sostuvo esta semana que por primera vez en décadas, compañías privadas internacionales y locales podrán participar en la prometedora industria energética mexicana.

“Lo que resultará en una mayor inversión y mejores oportunidades de empleo. Al mismo tiempo, habrá condiciones favorables para explorar los vastos recursos de energía renovable de México”, expuso en un artículo publicado en el diario The Sacramento Bee.

Agregó que después de 20 meses de acuerdos democráticos entre las principales fuerzas políticas, “el proceso más importante de reformas de mi país culminó con cambios radicales en áreas como educación, telecomunicaciones, competencia económica, finanzas, energía, y en los sistemas fiscal, político y judicial”.

Respecto a la Reforma Fiscal, aprobada en 2013 para aumentar la recaudación de impuestos, el informe destacó que el crecimiento económico ese año fue de apenas un uno por ciento y se estima que en 2014 alcance apenas el 3 por ciento.

Una encuesta de Parametría, levantada a fines de julio, muestra que más del 45 por ciento de los consultados rechaza las reformas hacendaria, financiera y energética, al considerar que los “perjudicarán”. Las reformas que presentan un mayor grado de aceptación con la educativa (44 por ciento) y la de telecomunicaciones (38 por ciento), aunque ninguna alcanza el 50 por ciento.

En sus 20 primeros meses de gobierno, el Presidente sólo tiene 49.2 por ciento de aprobación. Una cifra que, según Consulta Mitofsky, ha sido alcanzada debido a un declive sistemático cada trimestre. El mandatario priista se sitúa con menos aprobación para el mismo momento político que sus antecesores en Los Pinos: Vicente Fox Quesada (2000-2006) tenía el 69.7 por ciento de aprobación y Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) el 57.8 por ciento.

Y SE AUTOPROMOCIONA

En el marco del Segundo Informe de Gobierno, Fundar, Centro de Análisis e Investigación y un grupo de 12 ciudadanos interpusieron un amparo en contra de la promoción personalizada que realiza el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

La organización civil destacó en un comunicado que “la promoción personalizada está prohibida por la Constitución en el Artículo 134, pero la ausencia de regulación permite abusos”.

Desde el pasado 25 de agosto y de cara al próximo 1 de septiembre –cuando el mandatario federal entregará al Congreso su Segundo Informe de Gobierno–, los spots y anuncios donde aparece el Presidente de la República alabando los éxitos de su gestión se han multiplicado en los medios de comunicación, a pesar de que esta práctica está prohibida por la Constitución.

Según las cifras publicadas por la Secretaría de la Función Pública (SFP), en 2014, durante el segundo año de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la administración federal centralizada y paraestatal prevén ejercer 4 mil 964 millones 869 mil 671.34 pesos en publicidad oficial (según las partidas 3600 y 33605). Esos recursos equivalen a cinco veces el gasto ejercido en 2013 para el programa de abasto social de leche que se eleva a mil 086 millones 750 mil pesos, el cual permitió  distribuir leche diariamente a seis millones y medio de niños.

“¿Y cuánto costará la publicidad del Segundo Informe de Gobierno?”, pregunta Fundar, y el propio organismo responde: “El año pasado, no se pudo llegar a información detallada sobre el gasto del primer informe de gobierno según investigaciones periodísticas”.