Economía

Por los gasolinazos, un tanque cuesta 150 pesos más… Lo que vale al mes Netflix, o un kilo de carne

29/08/2016 - 6:06 pm

Un mexicano, en enero de 2013, pagaba entre 10.92 y 11.48 pesos por litro de gasolina. Ese mismo mexicano, en septiembre de este año, pagará entre 13.98 pesos y 14.81 pesos por litro, esto es, tres pesos más en promedio que cuando inició la administración. Si el tanque de un carro promedio necesita 50 litros, ha gastado 150 pesos más por tanque. ¿Qué podría comprar con ese dinero? Si se toma en cuenta que el impuesto a la gasolina disparará su precio a alrededor de 18 pesos por litro en los próximos dos años, un ciudadano sacará de su bolsillo 350 pesos más que hace tres años y medio. ¿En qué podría gastar esos pesos? Los gasolinazos no son sólo referencia cuando se recuerdan incumplidas del sexenio: pegan, y duro, a empresas y gente común.

Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).– El precio de las gasolinas en México ha subido tres pesos en promedio durante los 3 años y medio del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

Con esos tres pesos, un mexicano podría comprar, por ejemplo, dos bolillos por cada litro. Si se toma como ejemplo un tanque de 50 litros, ese mismo ciudadano ha gastado 150 pesos más, esto es, 76.96 pesos más que el salario mínimo ($73.04) y con lo que pudo haber comprado un kilo de carne (125 pesos) o contar con el Plan Básico (99 pesos) o Estándar de Netflix (129 pesos).

De enero de 2013 –en el arranque de la actual administración– a septiembre de este año, el precio de la gasolina Magna ha subido 3 pesos con seis centavos (28 por ciento) al pasar de 10.92 pesos por litro a 13.98 pesos; el de la Premium por litro ha aumentado 3 pesos con 33 centavos (29 por ciento) al ubicarse de 11.48 pesos a 14.81 pesos; y el del diésel ha incrementado tres pesos con 17 centavos por litro (28 por ciento) al cambiar de 11.28 pesos a 14.45 pesos.

De acuerdo con la nueva fórmula para calcular el precio de los combustibles, la Magna y la Premium han llegado al tope, por lo que no pueden variar más durante el resto del año. El precio del diésel no ha alcanzado el límite.

Hace unos días, el Secretario de Economía Ildefonso Guajardo explicó los gasolinazos de julio y agosto en términos económicos, y calificó el proceso como un “logro”. Pero también reconoció que en 2018, una vez se dependa del oscilante comportamiento del mercado internacional, el precio de las gasolinas podría ir “para arriba o para abajo”, es decir, aumentar o bajar como una completa montaña rusa.

“Si bien en el 2016 y en el 2017 los precios [de las gasolinas] se van a mover en una banda, lo más importante es que vamos a llegar en el 2018 a un mercado libre de gasolinas, y eso lo logramos los mexicanos después de tres décadas de estar peleando por ello”, declaró.

Lo que el Doctor en Finanzas Públicas y Economía quiso decir es que los incrementos en las gasolinas son parte de una “transición” de tres años que concluirá en la liberación de las gasolinas al mercado internacional. Una vez finalice, cualquier privado podrá importar gasolinas de otros países, lo cual permitirá mayor variedad, “por lo que estas ya no se utilizarán como subsidio a las finanzas públicas. Lo que la población debe sentir como un logro”.

¿Subsidio a las finanzas públicas? De acuerdo con Juan Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), la variación en los precios de las gasolinas se debe a partir de la modificación en el cálculo que define el costo de los energéticos, el cual incluye un aumento en el impuesto a la gasolina de siete pesos.

Es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estableció para equilibrar las pérdidas de las finanzas públicas por la caída de los ingresos petroleros ante la crisis mundial del sector. Según Guajardo, en 2018 ya no será así.

Ese impuesto, consideró el dirigente de Amegas, ha ahuyentado el interés de las empresas gasolineras extranjeras para venir a México y vender otra marca distinta a la de Petróleos Mexicanos (Pemex).

En ocho meses, la estadounidense Gulf entró al mercado y prevé colocar unas 2 mil estaciones en los siguientes tres años. OXXO Gas e Hidrosina son las otras dos marcas mexicanas que han comenzado a operar. No obstante, se concentran principalmente en Nuevo León y solo tienen alrededor de 700 gasolineras en comparación con las más de 11 mil estaciones que hay en el país.

PODRÍA SUBIR A 18 PESOS 

El empresario de Amegas, Juan Pablo González, expuso que el impuesto a la gasolina antes era de 36 centavos por litro, pero este año ya es de 7 pesos. A ese gasto se le añaden los 8 pesos que cuesta importarla al país (principalmente de Estados Unidos), más los 3 o 4 pesos que implica su traslado a los almacenamientos y a las estaciones de servicio. Eso da una suma de al menos 18 pesos, lo que las gasolinas costarán en promedio entre 2017 y 2018, dijo.

El titular de Hacienda, Luis Videgaray Caso, aseguró hace un año (28 de agosto de 2015) que “el Presidente de la República no habrá de proponer un solo incremento a los impuestos existentes, ni tampoco un nuevo impuesto […]”.

Pero no especificó que el IEPS terminaría inflando el precio de la gasolina. La necesidad de este bien se evidenció con las largas filas en Chiapas durante el desabasto de combustibles en el marco de las protestas de los maestros contra la Reforma Educativa.

Si se suma el incremento de 3 pesos en promedio durante los 3 años y medio del actual sexenio, más los cuatro pesos que subiría en los próximos dos años, el bolsillo del mexicano perderá alrededor de 7 pesos, con lo que podría comprar medio kilo de tortillas por cada litro con el que llene su tanque.

Si el tanque es de 50 litros, el mexicano llegará a gastar 350 pesos más que en enero de 2013. Con ese dinero podría hacer 70 viajes en el Sistema de Transporte Colectivo Metro o comprar unos zapatos, unos tenis o una blusa. También puede ir al cine con otra persona o pagar el recibo del teléfono.

Además, el hecho de que llenar el tanque cueste más también impacta en el costo del traslado de bienes, lo que puede influir a largo plazo en el precio final de un producto, de acuerdo con el economista Ángel Iván Olvera Lozano, del Tec de Monterrey.

De acuerdo con el analista económico Jorge Gordillo Arias, el sector industrial ya tiene contemplado aumentos cotidianos y tiene manera de absorberlos antes de aumentar sus precios.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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