MEXICO, D.F., 19SEPTIEMBRE2015.- La Procuraduría Social del Distrito Federal junto con la Secretaría de Seguridad Pública y diversas asociaciones de Protección Civil realizarón sobre la avenidad Ceylán, ubicada en la colonia Vallejo Industrial, ejercicios de evacuación, repliegue, seguridad y reacción ciudadana ante un posible sismo, esto con motivo de la conmemoración de los 30 años del terremoto de 1985. En la imagen integrantes de la asociación civil "Guardias de México" ayudan a los "heridos" durante el simulacro.

ONGs: el Gobierno evade la crisis que cobra 228 mil muertes por enfermedades del corazón

29/09/2015 - 12:01 am

Especialistas acusan indiferencia del Gobierno en enfermedades cardiovasculares, cuando México tiene una de las tasas de mortalidad más altas del mundo.

México tiene la tasa de mortalidad más alta de mortalidad por infartos de la OCDE. Foto: Cuartoscuro
México tiene la tasa de mortalidad más alta de mortalidad por infartos de la OCDE. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).– Organizaciones civiles coinciden en el Día Mundial del Corazón que la actual administración del Presidente Enrique Peña Nieto ha carecido de avances en materia de prevención y atención de las enfermedades cardiovasculares (ECV) que al año cobran alrededor de 228 mil vidas.

Datos recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reflejan que México tiene la tasa de mortalidad en el primer mes de hospitalización. Mientras el promedio de los 34 países que conforman la organización es de 7.9 por ciento, en este país la tasa llega al 27 por ciento.

De esta forma, las EVC se han convertido en la principal causa de muerte en la República, y de acuerdo con los especialistas consultados, los mexicanos son especialmente proclives a padecer estas enfermedades por los índices de tabaco, alcohol, sobrepeso y obesidad que existen dentro de la sociedad. Hace un año la Secretaría de Salud (SSa) reveló que cada hora 10 mexicanos mueren por infarto al miocardio.

“México ha sido un país donde la obesidad ha afectado mucho. Pasamos de tener enfermedades transmisibles a no transmisibles, como las enfermedades del corazón, la diabetes y la hipertensión”, dice Luis Encarnación Cruz, coordinador de la coalición de salud alimentaria, ContraPeso, en entrevista.

De acuerdo con datos oficiales del 2012, el sobrepeso y la obesidad incluyen al 70 por ciento de la población. Hay 6 millones 500 mil diabéticos mayores de 10 años, y once millones de personas, que pasados los 20 años, sufren de hipertensión.

“Hace 22 años yo entregué la casuística del país al Secretario de Salud de aquel tiempo, en el último año del Presidente Salinas, y en aquel entonces las enfermedades cardiovasculares ya se habían ubicado como la primera causa de defunción en el país y han ido al alza“, dice a SinEmbargo Rafael Shuchleib Chaba, presidente de la mesa directiva de la Fundación InterAmericana del Corazón México (FICMéxico).

“Poco se ha hecho en el país. Se requieren políticas integrales, como cuáles, como la del control del tabaco. Solamente ocho estados del país tienen la ley [Ley General para el Control del Tabaco] para garantizar espacios libres de humo de tabaco”, agrega.

De acuerdo con estimaciones de FICMéxico, atender las comorbilidades del tabaco le cuestan al país alrededor de 80 mil millones de pesos.

“Fumar aumenta el riesgo de infartos, embolias, no sólo es el corazón, sino el problema coronario, la razón es que aumenta la arterioesclerosis”, explica Juan Zinser Sierra, presidente del Consejo Mexicano Contra el Tabaquismo (CMCT).

La razón es que las altas concentraciones de monóxido de carbono reducen la capacidad de oxigenación de la sangre. Lo que arrastra también con fumadores pasivos, que respiran el humo.

“Si hay un fumador pasivo en un cuarto cerrado con un fumador, en 20 minutos las concentraciones del monóxido de carbono en el ambiente hacen que la oxigenación en la sangre, tanto en el que está fumando como en el otro, disminuyan más o menos igual”, continúa el entrevistado.

MALA ADMINISTRACIÓN

El impuesto específico grava a siete pesos el paquete. Foto: Cuartoscuro
Sólo ocho estados cuentan con leyes que garanticen espacios libres de humo. Foto: Cuartoscuro

El Gobierno también sería corresponsable de las muertes por enfermedades cardiovasculares, pues la atención de la salud pública está siendo mal administrada, apunta Yareli Escudero Guadalupe, integrante del comité coordinador de la Red por la Salud.

“Esto sucede tanto con los recursos financieros como con los recursos humanos. Hoy hay falta de personal. Desafortunadamente lo primero con lo que te topas de entrada en una emergencia es con el médico general. Si tú llegas con síntomas de infarto tendría que llegar un médico especializado para que valore el riesgo. Si no tienen especialistas, tendrían que referirte, pero como el médico general no sabe, entonces terminas regresando al día siguiente, es falta de capacitación y sensibilidad de los médicos y la falta de la gente de conocer nuestros derechos”, refiere.

En junio la OCDE apuntó que en promedio la atención de un infarto en México pasa es de 12 horas, mientras que el promedio del resto de los países de la organización es de cuatro. Es decir, tres veces menos tiempo.

Las autoridades de salud han estimado que para el año 2020 la mitad de las muertes por enfermedad en el país serán derivadas de una cardiopatía.

En cuanto a la prevención, la administración del Presidente Enrique Peña Nieto no ha privilegiado los programas de salud que podrían evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

“En el Presupuesto de Egresos de la Federación hay dos rubros de prevención de la obesidad en niños y adultos que sumados dan entre 320 y 340 millones de pesos. Esa es una cifra de risa si la comparas con los costos que le cuestan la obesidad al rubro de salud, que ascienden a 80 mil millones de pesos”, dice Encarnación Cruz.

Las medidas del Gobierno deberían ir orientadas a la concientización, apuntó la FICMéxico, como lo son la regulación de la publicidad de la comida chatarra, la creación de espacios contra el sedentarismo como lo son ciclopistas y vías peatonales, así como bebederos en las escuelas.

“El Gobierno ha hecho poco, hemos fallado como asociaciones médicas y sociedad también. Ahora bien tenemos la posibilidad de mejorar”, finaliza Shuchleib.

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